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MVN 178 | JULIET ESCORIA

Juliet The Maniac

Una novela de Juliet Escoria

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TXT:: Efraín Ramírez “Mako”

Según la Asociación Internacional de Prevención del Suicidio, cada cuarenta segundos ocurre un suicidio. Por cada suicidio, 25 personas han intentado suicidarse y muchas más personas han pensado en hacerlo. Si tienes una crisis recuerda que no estás sólo.

FOT:: Saja Montague

Llegar a este libro fue parte de una suceso extraño. Entré a una tienda de discos en Brooklyn y me llamó la atención el nombre, después de observar el libro me pareció que sería un buen regalo para alguien. Juliet The Maniac nunca llegó a las manos de la persona a la que se lo iba a dar por razones que conozco pero de las cuales no vale la pena hablar. Un día estaba viendo qué libro comenzaría a leer y decidí tomar esa portada rosa pálido y comenzar a hojearlo. Me encontré con Juliet, el personaje principal, una chica en plena adolescencia que mostraba tendencias autodestructivas y suicidas. Como buena adolescente creía que el mundo a su alrededor estaba mal y que la ayuda que recibía no era necesaria. Un personaje con trastorno de bipolaridad refugiada en sexo, drogas y autodestrucción.

La trama me fue envolviendo y me clavé un poco más en la Juliet que escribió el libro. Encontré un playlist que hizo Juliet Escoria con las canciones que ella escuchaba mientras escribía el libro, la lista comienza con “Tonight” de The Soft Boys y termina con “Fan the Flames” de Sheer Mag, pasando por Bright Eyes y Spiritualized.

Hay muchas cosas que aprender ante un intento de suicidio. Aquí hay una: la sensación más vergonzosa en el mundo es despertar en el hospital después de un intento fallido” Juliet the Maniac

Juliet Escoria (Melville House, 2019)

Juliet The Maniac es la primera novela de Juliet Escoria, es una texto basado en su vida pero con un toque de ficción. Mientras lo leía me iba identificando con algunas cosas pero también iba notando que Juliet cumplía con ciertas características de varias personas que conocía. Durante mi adolescencia algunos de mis amigos se cortaban, iban al psicólogo y un par tuvieron intentos fallidos de suicidio. En mi cabeza era algo normal pero que a mi no me pasaba, yo no estaba triste, no me cortaba, no conocía la depresión. Pero a veces esas cosas te toman por sorpresa, años después me reventaron en la jeta una serie de eventos desafortunados, hay días buenos y hay días nada más… Con el tiempo me di cuenta que no estaba solo y que la ayuda estaba frente a mis ojos.

Este libro me ayudó a entender muchas cosas pero lo primordial fue que la mejor forma de mejorar tu salud mental es comenzar aceptando que tienes un problema, que la gente a tu alrededor te ayuda o perjudica para tomar ciertas decisiones pero que al final, cuando miras atrás debes sentir cierta empatía por esa persona que dejaste de ser. Si entendemos a esa persona que éramos antes va a ser más sencillo intentar cambiar en el presente. Uno no puede vivir pensando en que ese adolescente con problemas hizo mal las cosas y que no lo puedes perdonar, debemos de abrazarlo y pensar que en ese momento de su vida el contexto y la química de su cabeza provocaron que cometiera errores.

Primero que nada ¿por qué empezaste a escribir?

Cuando era joven pensaba que escribía porque los profesores me decían que era buena para eso. Como adolescente lo usaba una salida, me sentía muy mal o muy bien, y a veces me cortaba y otras veces me drogaba y otras veces escribía poesía. Ahora como adulto lo siento como mantenimiento. Cuando estoy escribiendo me siento mejor conmigo misma y con el mundo, mi cerebro se siente más organizado y limpio por alguna extraña razón.

¿Por qué decidiste hacer una novela inspirada en tu vida?

Solo sentí que tenía que contar esa historia, la historia de mi como una adolescente descubriendo que tenía una enfermedad mental y que eventualmente me enviaron a una escuela internado terapéutico. Decidí hacerla una novela porque simplemente esa es mi tendencia. No me gusta estar confinada a la verdad y no estaba interesada en tener los detalles bien en términos de lo que realmente ocurrió. En el libro Las cosas que llevaban los hombres que lucharon de Tim O’Brien, él habla de la “verdad emocional” y eso fue en lo que estaba realmente interesada en escribir, no en cómo era si no en cómo se sentía.

¿Cuál es la parte más difícil de escribir cosas nuevas basadas en memorias de momentos de tu vida?

Hay momentos que están muy lejos de poder ser disfrutados. Para entrar realmente en un escrito debes dejar que esos sentimientos y esa persona te ocupen y no es divertido ser asumido por una adolescente con problemas mentales. Últimamente, he estado trabajado en un proyecto basado en otro momento escabroso de mi vida, cuando estaba en una relación horrible y era adicta a los opioides, es muy incómodo escribir sobre eso, sale mucha culpa y pena. Tengo algo en mi que es autodestructivo y he sido capaz de convertirlo en comportamientos más sanos con el tiempo. Ahora, en lugar de hacer cosas como drogas lo expreso a través de la escritura. Todavía toca y molesta de una manera poco saludable y es un método que uso para ver la realidad, pero al menos resulta en algo positivo.

¿Cuánto tiempo te tardaste en escribir esta novela?

Depende en cómo lo quieras ver. Al principió intenté escribirlo en el 2010 pero sabía que todavía no era tan buena escritora para completarlo. Lo volví a intentar en 2012 y falle otra vez. Esta versión en verdad la comencé al final del 2015 y la terminé el primer borrador un año después, en el invierno de 2016. Me tardé un año en ir y venir con mi agente, haciendo ediciones y tratando de encontrar alguien que lo publicara y después otro año o algo así hasta que Melville House lo adquirió.

Para algunas personas escribir es una terapia ¿Crees que escribir este libro te haya ayudado a encontrar nuevas cosas que no te habías fijado o a cerrar capítulos de tu vida que tenías bloqueados en tu mente?

Si, claro. Lo principal es que gané mucha empatía hacia mi como adolescente, era algo que necesitaba. Me juzgaba mucho por varias decisiones que tomé y estaba frustrada porque no había podído manejarme mejor. Sabía que de una forma lógica yo estaba enferma y era una niña pero no podía dejar de juzgarme y de dejar la frustración en un nivel emocional. Fue de mucha ayuda pasar todo este tiempo con la persona imaginaria que se parecía a mi pero que no era yo. Sentí ternura y el deseo de proteger a este la Juliet del libro de una manera que no era capaza de sentir con mi yo adolescente.

Hay mucha gente que dice que las nuevas generaciones son frágiles y que se deprimen por cualquier cosa ¿Crees que los más viejos necesitan aprender más sobre la salud mental?

Yo creo que somos mejores reconociendo las señales y teniendo ayuda para las enfermedades mentales. Los más viejos también son frágiles y depresivos pero al parecer prefieren enterrarlo a tratarlo. Pero yo creo que vivimos en un tiempo distinto, un momento más ansioso. Tenemos el cambio climático, claro, y en Estados Unidos, por lo menos en mi generación tiene una inseguridad económica que mis padres nunca pasaron. No soy dueña de una casa, debo $40,000 dólares de mi préstamos como estudiante y apenas hace dos años tuve mi primer pago decente por un trabajo. Creo que la mayoría de nuestra ansiedad proviene de que estamos desconectados por la tecnología y también hay cambios en la sociedad que nos hacen orientarnos menos hacia una comunidad o hacia una familia. Yo creo que los humanos deberíamos pertenecer a una tribu, pero existimos este mundo muy solitario.

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