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“La estigmatización tiene consecuencias nefastas”: Alejandra Cartagena

“La estigmatización tiene consecuencias nefastas”: Alejandra Cartagena

EL CENTRO UNIVERSITARIO POR LA DIGNIDAD Y LA JUSTICIA ELABORÓ UN DIAGNÓSTICO DE LA ESTIGMATIZACIÓN QUE VIVEN LAS PERSONAS DESAPARECIDAS Y QUIENES LAS BUSCAN. EL OBJETIVO ES CAMBIAR LA NARRATIVA CON QUE SE ABORDA EL ASUNTO

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POR ÉDGAR VELASCO

“Pues seguro en algo andaba”, “Algo ha de haber hecho”, “Seguro se lo buscó”, “¿Y por qué no lo cuidó bien?”, “Entonces le gustaba la fiesta, ¿verdad?”. Estas frases las escuchan repetidamente las personas que acuden a las autoridades para denunciar la desaparición de un ser querido, pero también permean en la sociedad civil, que ve el problema de la desaparición como un asunto de personas que se portan mal. Como una manera de comenzar a cambiar esta narrativa, el Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez, sj, del iteso (cudjfssj), realizó un diagnóstico de la estigmatización de que son objeto las personas desaparecidas y sus familias.

La estigmatización, dice Alejandra Cartagena López, “tiene consecuencias nefastas”. Una de ellas, afirma, es que las autoridades se tardan en

ISAAC ESQUIVEL/EFECENTR

comenzar las búsquedas conforme el argumento de que las personas desaparecidas “en algo andaban”. Sin embargo, añade la abogada, activista y académica del iteso, el problema va más allá, porque “las familias con una persona desaparecida van siendo excluidas incluso de sus círculos familiar, social y laboral”.

Diana Pérez, también integrante del cudjfssj y parte del equipo que trabajó en el diagnóstico, señala que la estigmatización priva a las personas desaparecidas y a sus familiares del derecho a la verdad y obstaculiza su acceso a la justicia, ya que “muchas veces se culpa a la víctima por lo que le pasó, más que a quienes perpetraron el delito”.

El problema con la estigmatización es que muchas personas asumen que, si se portan bien —lo que sea que esto signifique—, no les va a pasar nada. Este discurso, impulsado desde el Estado, es uno de los tantos que han impedido que haya cohesión social para hacer frente a la crisis de inseguridad. “El diagnóstico busca cambiar esa narrativa, porque las personas desaparecidas no hacían otra cosa diferente que cualquiera de nosotros”, dice Alejandra Cartagena, y añade que, independientemente de que una persona haya cometido un delito, “nadie merece desaparecer, ser asesinado y encontrado en una fosa cladestina”.

El “Diagnóstico sobre la estigmatización de la que son objeto las personas desaparecidas y sus familias” fue elaborado entre mayo y agosto de 2021. El documento final se presentó a finales de agosto y la edición digital está disponible para el acceso público en las redes y los espacios del cudjfssj. “Es un pequeño granito de arena que busca contribuir a hablar de este tema desde otras narrativas, para ver a las personas desaparecidas y a los miembros de sus familias como personas”, concluye Alejandra Cartagena.

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