
4 minute read
Cultura
from Revista La Unión
Más de 100 ar:stas en un libro que homenajea a la historieta independiente contemporánea
Julián Blas Oubiña Castro trabaja en Saavedra y a la vez es editor del blog Zinerama, mediante el cual junto a Sergio Schiavinato publicaron Hoy, un libro en formato de lujo que reúne más de 400 páginas con historias autoconclusivas.
Advertisement
El fanzine (contracción de fan o faná1co y magazine o revista) es una forma de edición independiente de la cual se valieron muchos autores de historieta en las úl1mas décadas para divulgar su trabajo. De montajes fotocopiados en los años ochenta a finas creaciones con herramientas digitales en la actualidad, lo que importa es atravesar esa cuarta pared y entrar en contacto con los lectores, que las páginas de historieta no duerman el sueño de los justos en cajoneras o baúles para perderse en el olvido. La historia del fanzine de historieta en Argen1na es rica y atraviesa varias etapas. Julián Blas Oubiña Castro y Sergio Schiavinato administran desde 2013 el blog Zinerama para dar cuenta de ello. Esta experiencia derivó en exposiciones, charlas e incluso otras publicaciones como una monograTa dentro de Libro de Fanzines (Tren en Movimiento, 2018). El blog en 2019 incorporó una sección o webzine llamado Hora 4 donde se publicaban en forma periódica trabajos de autores contemporáneos y emergentes en busca de cuáles serán los lenguajes gráficos del futuro.
El trabajo de todos estos años decantó en Hoy: Historieta Argen1na Independiente, un libro en formato de lujo con más de 400 páginas dibujadas y guionadas por 103 ar1stas de dis1ntas generaciones que se encuentran ac1vos en el presente. De forma cronológica, hay autores de los años ochenta y noventa como Salvador Sanz, Javier Rovella (del fanzine Catzole). De esa época también aparecen Rubén Gauna, Ricardo de Luca, entre otros. Después de los 2000 se destacaron los trabajos de autoras como Camila Torre Notari, Daniela Ruggeri o Paula Andrade que mediante fanzines, blogs o incluso incursionando en sus propios proyectos editoriales lograron publicar libros y g e n e ra r u n p ú b l i c o l e c t o r. H ay historie1stas que hace poco empezaron a publicar como Fá1ma Fuentes, Sil Chibi. Hay experiencias novedosas como el colec1vo Vamos Las Pibas que en el marco de las reivindicaciones vigentes de los feminismos busca dar visibilidad a las autoras del presente. Julián Blas Oubiña Castro trabaja en el barrio de Saavedra en el edificio
corpora1vo de Coca Cola, en el nuevo polo de oficinas ejecu1vas al lado del DOT, a metros de avenida General Paz. “Antes estábamos en el microcentro, años atrás nos vinimos para acá y es un lugar con una calma y una belleza enorme. Vengo en tren o colec1vo y es un momento de disfrute caminar por el barrio”. Fuera de los horarios laborales, se dedica a trabajar sobre la historieta. En diálogo con este medio reflexionó: “Este libro intenta cubrir todo lo que pasa en el medio actual de la historieta. Hay una gran diferencia de edades, desde quienes iniciaron en los años ochenta y todavía están ac1vos y quienes hace pocos años empezaron a publicar sus trabajos. Hay una diversidad temá1ca, influencias que van desde el cómic americano, el manga, la animación, la escuela clásica”.
“A los autores les pedimos que nos presentaran historietas narra1vas. Hay una experimentación y cada uno empleó sus ma1ces, pero está la constante de que en el libro se cuentan historias”.
A la hora de reivindicar el formato fanzine, expone: “La independencia es clave. Un fanzine puede tener tapa color o formato de pres1gio y seguir siendo un fanzine. Lo que prima es el intercambio, el lector puede ir a buscar al autor o al editor de forma directa. Esa es una definición en la cual estamos del lado de la autoges1ón. Mientras más cerca estás del producto y de quién lo hace, hablás de más independencia”. El libro se trabajó varios meses con el ida y vuelta junto a los autores. Entró a imprenta en marzo, con el obje1vo de presentarlo en la feria Dibujadxs, uno de los eventos más importantes de la escena independiente, que luego de una década de vida hacía su edición despedida en abril.

El aislamiento social obligó a suspender Dibujadxs, pero el libro se imprimió igual. “Ahora que ya salió, vemos que no fue un mal momento para haber sacado el libro. En medio del aislamiento tuvo eco su llegada, la gente está interesada en adquirirlo. Los autores y lectores están difundiéndolo de forma solidaria y eso nos llena de alegría”. Una epopeya, un trabajo de arqueología contemporánea, un encuentro de talentos. Hoy es un libro con muchas puertas de acceso, una cita ineludible para darle orden y disfrutar del vasto mapa de la historieta local. Una joya que ni la pandemia pudo detener.