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MORIRAN 700 MILLONES
El Dr. David Martin predice que para el año 2028, unas 700 millones de personas de todo el mundo habrán muerto prematuramente a causa de la vacuna experimental contra el Covid19. El Dr. David Martin tiene un currículum profundo en ciencias médicas e inversiones. Él es quien dirige una empresa (M·CAM International) que financia la innovación de vanguardia en todo el mundo. Se unió a Greg Kelly para discutir el genocidio y litigio vax de Covid19 (CV19) en curso y en desarrollo. Martin está demandando a las compañías médicas y al gobierno federal involucrado en la entrega de las llamadas vacunas para Covid19 (CV19). Según el Dr. Martin, las vacunas CV19 son «armas biológicas».
En cuanto a las vacunas CV19, el Dr. Martin dice: “Va a empeorar mucho. … No es una vacuna contra el coronavirus. Es una instrucción de proteína de
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¿Cuántos morirán por las armas biológicas CV19? El Dr. Martin dice: “Según sus propias estimaciones, están buscando 700 millones de personas en todo el mundo, y eso pondría la participación de EE. UU. en la población inyectada entre 75 y 100 millones de personas. … Cuantos menos beneficiarios del Seguro Social, Medicare y Medicaid, mejor”.
El Dr. Martin cree que los efectos catastróficos de las inyecciones de CV19 afectarán pronto a la industria médica. El Dr. Martin y su grupo están demandando a todos, desde el presidente Biden hasta la FDA, los CDC, Pfizer, Moderna y muchos otros por las muertes y lesiones causadas por las armas biológicas CV19 que se hicieron pasar de manera fraudulenta como «vacunas». El próximo gran caso judicial es el 6 de julio de 2022 , en un tribunal federal de Utah. “Esto es crimen organizado”, agrega el Dr. Martin. “Se han escon analista y director general de MCAM Inc. —una empresa internacional aseguradora y de análisis de activos intangibles que abarca la financiación de la innovación y la auditoría de la calidad de las patentes. El Dr. Martin salió a la luz pública hace un año en la Segunda Parte del censurado documental “Plandemia: Adoctrinamiento”, donde explica cómo usando tecnología de genómica lingüística pudo analizar patentes digitalizadas logrando identificar falsificaciones funcionales y anomalías en en 1/3 de las registradas en los Estados Unidos. De este modo, se percató de que en el año 1999 —veinte años antes de la pandemia del Covid19— comenzaron a aparecer patentes relacionadas con el coronavirus. “Fue así que pudimos empezar a seguirles el rastro”, dijo el Dr. Martin en el citado documental.
“…tomamos la secuencia genética reportada, que supuestamente fue aislada como un nuevo coronavirus – indicado como tal por ICTV (el Comité Internacional de Taxonomía de Virus de la Organización Mundial de la Salud). Tomamos las secuencias genéticas reales que supuestamente eran “nuevas” y las comparamos con los registros de patentes que estaban disponibles en la primavera de 2020. Y lo que encontramos, como verán en este informe, son más de 120 pruebas patentadas que sugieren que la declaración de un nuevo coronavirus era en realidad una falacia", co mentó Martin.
“De hecho, muy específicamente en 1999, Anthony Fauci financió una investigación en la Universidad de Carolina del Norte Chapel Hill… donde el NIAID construyó un coronavirus infeccioso de replicación defectuosa que estaba específicamente dirigido al epitelio pulmonar humano. En otras palabras, hicimos el SARS. Y lo patentamos el 19 de abril de 2002 antes de que hubiera un supuesto brote en Asia que, como saben, le siguió varios meses. Esa patente emitida como patente estadounidense 7279327- expone claramente en una secuencia genética muy específica el hecho de que sabíamos que el receptor de la ECA, el dominio de unión de la ECA2, la proteína de espiga S1 (y otros elementos de lo que hemos llegado a conocer como este azote patógeno) no sólo estaba diseñado sino que podía modificarse sintéticamente en el laboratorio utilizando nada más que tecnologías de secuenciación genética, tomando un código informático y convirtiéndolo en un patógeno o en un intermediario del patógeno. Y esa tecnología se financió exclusivamente en los primeros días como un medio por el cual podríamos aprovechar realmente el coronavirus como vector para distribuir la vacuna contra el VIH", concluyó.
• Arturo Áviles es Ingeniero en ciencias químicas y colaborador del medio CEL. 662 193 0009.
