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Levítico a Deuteronomio.
Autores : Timoteo Glasscock y Pedro Puigvert. Serie La Biblia y su Mensaje. Volumen 2.
Publicado por : Unión Bíblica. Barcelona, 2020. 167 pp. Reseña por : David Vergara
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La Unión Bíblica nos presenta este nuevo comentario de la serie “La Biblia y su Mensaje” que supone uno de los últimos trabajos que casi completan el comentario bíblico a toda la Biblia. En esta ocasión Timoteo Glasscock se encarga de Levítico y Números, mientras que Pedro Puigvert, lo hace de Deuteronomio. Timoteo, obrero a pleno tiempo de las Asambleas de Hermanos desde 1972, es un enseñador muy reconocido en España, vinculado actualmente a IBSTE y al Proyecto Éfeso, que ha servido en varias iglesias de nuestra geografía y que tiene una experiencia y conocimiento bíblico que con los años sigue mejorando, donde se le reconoce autoridad en su enseñanza allá donde va. En el caso de Pedro Puigvert, hermano siempre vinculado a la obra de la Unión Bíblica y las Asambleas de Hermanos, sirviendo como anciano en la asamblea de Avenida Mistral, 85-87, de Barcelona, es escritor, teólogo y maestro en el CEEB y alguien muy querido y respetado también por su conocimiento de las Escrituras.
En el libro de Levítico, Dios transmite leyes estando en el monte Sinaí, desde el tabernáculo de reunión, que servía como morada simbólica de Dios en medio de su pueblo, y que contaba con un cuerpo de sacerdotes debidamente instruidos y consagrados. De ahí que uno de los nombres para este libro fuera “La Ley de los Sacerdotes”, si bien las normas eran para todo el pueblo. Levítico está lleno de ilustraciones para entender la revelación de Dios sobre la redención y santificación. Este libro contiene múltiples referencias proféticas sobre Cristo y hay muchas aplicaciones a Israel que hoy se pueden dirigir a la Iglesia. El pueblo había fracasado en su cumplimiento de la ley y los sacrificios apuntan a la solución en Cristo, siendo el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn. 1:29). Las ofrendas del pueblo buscaban el perdón de Dios por medio de los sacrificios, y todo apunta al sacrificio perfecto de Cristo. Levítico contiene además diversa legislación para la convivencia, pureza sexual, crímenes y su castigo, las fiestas de primavera y otoño, la importancia del año de jubileo y las distintas bendiciones cuando el pueblo obedecía y la forma de restauración cuando pecaba.
El libro de Números debe su nombre a distintos censos según recoge la traducción griega conocida como Septuaginta o LXX. Este libro contiene una historia de 38 años tras salir Israel de Egipto, donde tras levantarse el tabernáculo se realiza un censo. El elevado número de personas implica que de forma sobrenatural, Dios estaba con ellos para seguir su viaje aunque la nación fue incrédula. En Números se detallan los preparativos para la salida de Israel, el viaje desde Sinaí a Moab y todo lo acaecido allí, siendo algunas de las situaciones más relevantes, la misión de los doce espías, la rebelión de Coré, Datán y Abiram, los sucesos con Balaam y Balac, la apostasía en Baal-Peor o las guerras con Madián.

Deuteronomio en griego significa “segunda ley”, porque repite leyes de los tres libros anteriores del Pentateuco, pero además explica las mismas a una generación que requería instrucción al haber nacido en el desierto. El pueblo necesitaba una confirmación del pacto concertado entre Dios e Israel anteriormente. Es decir, una solemne renovación de compromiso entre Dios y su pueblo para continuar con los planes de su Dios, siendo conscientes de lo que esto suponía. Para entender esto, el libro contiene tres discursos, el primero narrando los hechos de Yahweh, el segundo su ley, y el tercero su pacto, para concluir a forma de epílogo con el cántico de Moisés, su bendición al pueblo y su muerte. Teológicamente, se muestra que Dios es un ser espiritual, no como los dioses de Egipto que normalmente eran representados por animales, y su Palabra desciende del cielo. Además, Dios es moral y por eso prescribe leyes morales que servirán para saber cómo vivir en la tierra donde les dará reposo. Por otro lado, Dios es único, lo cual nos habla de su unicidad o unidad frente al politeísmo de otros pueblos, y así Israel tomará el Shema (oye), al orar. No sólo esto, Dios es Creador, libertador, amor, misericordioso y santo. Todas estas verdades se contienen en Deuteronomio y se desarrollan en el resto de las Escrituras por lo que Deuteronomio es un fundamento para entenderlo.
Sólo podemos dar gracias a la Unión Bíblica por el esfuerzo que siguen haciendo año tras año, aportando buenos comentarios bíblicos en el proyecto casi finalizado de completar una exégesis de toda la Biblia.