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Calaverita a mi tía Claudia Gabriela Ortiz Carrillo
Desde las tumbas Alfalfa Ficción / Cuento Iconografía / Dibujo
Autora: Valeria Méndez Mendoza. Título: “Cómo no me he preocupado de nacer, ¿por qué he de preocuparme por morir?” Año: 2020
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Desde las tumbas Ficción / Leyenda
Ojos de perros
Sebastián Lomelí Lovera
Como sabemos, en México el 1 y 2 de noviembre se celebra el Día de los muertos con altares, comida y ofrendas para los difuntos.
Un día, un hombre tuvo curiosidad de saber si eran ciertas las leyendas, por ejemplo, si los muertos salían de sus tumbas en su día para disfrutar de los altares y fiestas en su memoria. Lamentablemente, este hombre no tenía ni la más mínima idea de cómo comprobar este suceso hasta que recordó lo que dicen de los perros, que ellos tienen la capacidad de ver espíritus. Pasó por la cabeza de este hombre una loquísima idea, se frotó en los ojos las lagañas de un perro para poder comprobar la idea de que los perros ven a los muertos.
Después de frotarse y frotarse los ojos, este hombre se escondió en una esquina de su casa después de haber hecho un pequeño altar, colocar comida y objetos en él.
Los vecinos sabían lo que tramaba este personaje así que al día siguiente fueron a buscarlo a su casa; tocaron durante bastante tiempo, pero nunca hubo respuesta. Los vecinos en su desesperación entraron a la fuerza y lo que encontraron los dejó atónitos. Estaban impactados cuando descubrieron el cuerpo del hombre en la esquina, estaba muerto y en posición fetal, con un rostro que reflejaba miedo y muchísimo terror.
Desde las tumbas Ficción / Cuento Ficción / Calaverita
Calaverita a mi tía Claudia
La flaca, al ver que triste estabas, a causa de la enfermedad que te acongojaba, decidió que te llevaría al panteón, sin sufrir un solo moretón.
“No vayas a sufrir por tu familia,” exclamó la flaca sin dolor, “pues ellos sabrán que te fuiste con amor”. “¿Me dejarías estar con ellos una última vez?, ¿para vivir un día como la primera vez? Pues me encantaría con mis padres estar, me encantaría, con mis sobrinas, manualidades armar, me encantaría a mis hermanos abrazar y decirles que no vayan a llorar y comiencen a celebrar.”
La flaca, al escuchar tan bella declaración, esperó un día para llevarte al panteón. Cada actividad fue realizada con afección y sin perder un momento, nos dijiste con aflicción: “Queridos míos, mañana no me volverán a ver, pero jamás sufran porque yo, desde arriba, los voy a querer. Olvidar será abominable. Recordar será aconsejable. Adaptar y continuar será la solución más admirable.
Al finalizar aquel día, con lágrimas de melancolía, en tu cripta fuimos a redactar: “A la mejor tía que ha existido jamás”

Foto: Chait Goli en Pexels
Por Gabriela Ortiz Carrillo
Nació el 23 de junio de 2004 en la Ciudad de México, con pasión por los cuentos fantásticos y películas animadas. Orgullosa de haber ingresado a la ENP 5, con buen desarrollo académico. Responsable en cualquier aspecto con un gran amor hacia su familia y amigos.
Alfalfa Iconografía / Fotografía

Serie: “Sentimientos de Cempasúchil” Autora: Lorena Ferrer Lozano Modelo: Diana Arriaga
Lorena Ferrer Lozano
Estudiante de último año de la Escuela Nacional Preparatoria N°5, me encuentro en Área 4, realice un curso de fotografía en el Museo de la Luz integrado a la UNAM en el 2019. Estas fotografías fueron tomadas en noviembre del año pasado. Me gustaría estudiar la carrera de Diseño Industrial en la UNAM a la par de estudiar la Licenciatura en Fotografía. Intento seguir aprendiendo y conociendo más técnicas en este arte, buscando cualquier ocasión disponible para practicar. Me gusta mucho leer, conocer nuevos lugares, analizar películas, etc. Creo que todo y todos tienen algo que enseñar, solo tienes que ser paciente y escuchar.

Alfalfa Iconografía / Fotografía



Desde las tumbas Ficción / Leyenda
El Cerro del Encanto
Estrella Alessandra Hernández Torres
Todo comenzó en Cazones de Herrera, Veracruz. En este lugar se desarrolla una icónica leyenda, específicamente en el rancho de El Encanto, un rancho donde vive muy poca gente, por lo que todos se conocen y se encargan de protegerse unos a otros.
Se corría el rumor de que el Cerro del Encanto era un lugar malicioso, donde podías ir solo por la curiosidad de conocer un nuevo lugar, pero del cual tal vez jamás regresarías. Muchos habitantes del rancho vivían con este temor y preferían evitar acercarse a él.
Este sitio no es muy turístico, sin embargo, sus playas hacen que la gente lo visite. Se cuenta que una camioneta de turistas llegó aquella mañana; querían disfrutar de las hermosas playas, pero no contaban con que estas se mantendrían cerradas.
Recorrieron gran parte del rancho, pero justo al llegar a la tienda uno de los turistas escuchó nombrar el Cerro del Encanto y comenzó a preguntar cómo podía llegar allí.
Llamó a sus amigos y todos escucharon lo que los locales les decían: “Es un lugar peligroso, ni nosotros mismos, que hemos vivido aquí toda nuestra vida, nos atrevemos a ir, es mejor hacer caso a las alertas y que se queden aquí”. La mayoría creyó que todo era un cuento simple y sin chiste, pero dos chicas decidieron mejor quedarse y no acompañarlos.
Al caer la tarde, los turistas tomaron las cosas necesarias para ir y partieron. Estaban en boca de todos y todos esperaron su regreso, un regreso que jamás llegó.
Diez años más tarde aparecieron. Varias personas del rancho los auxiliaron. Pese a que se veían muy mal de salud, la gente solo hablaba de la escena de su llegada. Al momento de entrevistarlos para reportar su caso, las palabras que salieron de sus bocas fueron las siguientes: “Nos dijeron que jamás regresaríamos y aquí estamos un día después”.
Todos quedaron desconcertados porque realmente el tiempo que pasaron en el cerro fueron diez años. Al decirles esto, ellos se negaron a creerlo, pues su aspecto seguía intacto, la única explicación posible es que saldrás del Cerro del Encanto, pero no se sabe cuándo, lo único certero es que tu tiempo ahí dentro se queda encantado.