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EVOLUCION DEL MERCADO Finalmente “recularon” Los mensajes de una baja en el precio terminaron en la nada. Aunque la remisión sube fuerte se repetirían los valores de junio. Se espera con mejores expectativas la evolución del mercado exportador.

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Ya es un clásico en la lechería nacional la visita de los compradores a sus remitentes para mandar un mensaje de baja –ventas pesadas, falta de exportación o exceso de leche en el mercado–, que por supuesto se realiza de manera informal, casi tanteando la reacción del productor. Nada que pueda comprometer una decisión posterior. Este tipo de mensajes se multiplicaron a comienzos de junio y fue tema central en los corrillos entre productores para esa época. Finalmente salvo contadas excepciones la sangre no llegó al río y los precios se mantuvieron. “Las grandes están vendiendo bien y eso sostiene la idea de mantener nominalmente los precios”, afirman. Pero la situación del mercado interno no es fácil con muchos canales comerciales cerrados –restaurantes, hoteles, catering–, y otros sobreofertados como los quesos frescos. Con precios congelados desde febrero en las góndolas de los super y posiblemente por dos meses más por lo menos, la industria viene sufriendo una reducción paulatina de sus márgenes debido al incremento de los costos de todo lo que está dolarizado como cartón, plásticos y químicos. “Estamos realmente complicados. Incluso en locales propios cayeron las ventas un quince por ciento. Sí vemos con optimismo desde Apymel el reacomodamiento del mercado internacional”, detalla Marcelo Festa, desde su fábrica en General Las Heras donde elabora siete mil litros diarios y con un local de venta en Marcos Paz. Por ahora la decisión de mantener nominalmente los precios inclusive con la leche de julio ha sido una decisión de la mayoría de los procesadores aunque el crecimiento estacional venga muy firme. En el caso de industrias con impacto mayor en Buenos Aires como Mastellone, el recibo a tambo constante creció 7% en lo que va del año, más allá de los tambos que se incorporaron. Desde Villa María, empresas como Molfino y Noal también registraron crecimientos a tambo constante muy altos superiores al 10%. “La situación se va complicando día a día. En los últimos tres meses venimos corrigiendo las estimaciones de crecimiento siempre para arriba. Por ejemplo, en junio que creíamos íbamos a estar en seis por ciento terminamos en siete”, describe Luis Allasia. “Obviamente que se irá planchando en el segundo semestre pero la producción está firme.” Las señales positivas en el mercado internacional ayudaron a la idea de sostener precio. Para el presidente de Noal, la láctea ubicada quinta en el ranking nacional con un fuerte perfil exportador en leche en polvo y quesos, existe mucha incertidumbre sobre lo que puede ocurrir en los próximos meses con la demanda interna en el marco de la pandemia no así lo que está ocurriendo en el exterior. “Lo veo con recelo pero con ciertas perspectivas. Mayo exportamos leche en polvo a 2.570 dólares y creíamos que era un buen precio. Hoy aunque el volumen es muy limitado se empieza a hablar de 3.000 dólares”, explica Luis Allasia. “Todo es muy cambiante. Hace un mes atrás la posición con respecto al precio al productor era otra. Hoy esperamos mantener el precio”. Marcelo Festa Apymel

“ESTAMOS REALMENTE COMPLICADOS. INCLUSO EN LOCALES PROPIOS CAYERON LAS VENTAS UN QUINCE POR CIENTO. SÍ VEMOS CON OPTIMISMO DESDE APYMEL EL REACOMODAMIENTO DEL MERCADO INTERNACIONAL”

No todos lo hicieron. En el caso de Nestlé que venía con una política agresiva de pago de sólidos, varios productores comentaron con sorpresa que renegociaron los acuerdos para abajo. “Vinieron bajando los últimos tres meses un total de cinco por ciento pero en el caso de la leche A2 mantuvieron los contratos”, informa un productor del oeste bonaerense. Desde Córdoba, otro productor remitente se quejaba de la fuerte caída que tuvo su precio acordado con la

Luis Allasia Noal

“TODO ES MUY CAMBIANTE. HACE UN MES ATRÁS LA POSICIÓN CON RESPECTO AL PRECIO AL PRODUCTOR ERA OTRA. HOY ESPERAMOS MANTENER EL PRECIO”

multinacional. “Me están aplicando la baja de un precio que en abril era muy bueno en función del tablero del SIGLeA y arriba de veinte pesos. Hoy estoy por debajo de diecinueve pesos”, se lamentaba. Desde la localidad cordobesa de Freyre, Ercole Felippa desdramatiza en parte lo que pueda ocurrir. “La lechería vive sistemáticamente este tipo de situaciones, pero a diferencia de otras ocasiones la encuentra mejor parada a toda la cadena”, señala el presidente de la cooperativa Manfrey que también es productor tambero. “Si vos analizas la relación con los principales indicadores, el maíz, la soja o el gasoil, no es la misma de algunos meses atrás pero sigue siendo favorable”. Por supuesto que Felippa no desconoce la crisis. “Vamos a tener un mercado interno retraído con un consumidor más selectivo de menor poder adquisitivo y volcado hacia los productos más básicos”, vaticina. “El desafío estará en generar los mecanismos para incentivar la exportación y no trabarla. Si logramos sortear un volumen de manera ordenada no será el año tan malo que pensábamos que podía llegar a ser hace algunos meses atrás.” De todas maneras, para el dirigente cordobés estas coyunturas no deberían “distraer” al sector de la verdadera agenda en materia de competitividad. “No sólo debemos enfrentar los aspectos exógenos como la presión fiscal, el costo laboral, etc. sino aquellos endógenos como es el nivel de eficiencia, de aplicación de tecnologías, que permite mejorar procesos y contar con productos con mayor valor”, afirma.

Las exportaciones pueden acompañar

Los primeros días de julio trajeron la noticia de una recuperación del precio de la leche en polvo en el Global DairyTrade con una suba del 14% en el valor promedio –3.200 dólares/tonelada–, y para los contratos de agosto valores de 3.500 dólares/tonelada. “Aunque parte de la tremenda suba se explica en compradores que necesitaban cubrir mercadería en el corto plazo, en especial en agosto, es una buena noticia para el mercado convalidado por el mercado de futuros de Nueva Zelandia que logró romper la barrera técnica de los tres mil dólares”, explica José Quintana, Director de Economía Láctea. “De todas maneras hay que ser cautos. Los fundamentals no cambiaron: el PBI global que está cayendo fuertemente, debería ser sinónimo de caída de la demanda que no se está poniendo Ercole Felippa Manfrey

“LA LECHERÍA VIVE SISTEMÁTICAMENTE ESTE TIPO DE SITUACIONES, PERO A DIFERENCIA DE OTRAS OCASIONES LA ENCUENTRA MEJOR PARADA A TODA LA CADENA”

en evidencia por las ayudas gubernamentales en muchos países. Más producción que el año pasado con una menor demanda, es difícil pensar que podamos tener los mismos precios que el año pasado.” Conocedor como pocos en el país de la dinámica de los mercados globales, Ricardo James analizó también la evolución del mercado. “En realidad estoy muy gratamente sorprendido que los precios internacionales se hayan mantenido a estos niveles. Yo vislumbraba precios más flojos que los actuales, de manera que estaría muy feliz si se pudieran mantener cuando empiece la oferta estacional de Oceanía, la uruguaya y la nuestra”, consideró el trader. “Yo creo que la producción va a subir, salvo que el clima se dé vuelta. En cuanto a la

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colocación de nuestros excedentes, hasta ahora vamos bien pero serán los próximos meses donde se juegue el partido”.

Terrorismo gremial

A las noticias que arriban del mercado global se contrapone la inusitada medida de fuerza que el gremio desató. A principios de julio, el consejo directivo de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (ATILRA), lanzó un paro encubierto el fin de semana largo del 9 de Julio ajustando las actividades del personal, sólo a la jornada laboral que establece el Convenio Colectivo de trabajo y generando importantes pérdidas económicas a la cadena láctea en términos de logística, producción y comercial. “Son unos salvajes. Acabamos de pagar los aguinaldos y salarios el último día de junio, ¿y hacen esto? Quién nos paga las pérdidas”, se lamentaba el dueño de una industria santafesina. Por lo que se pudo saber fueron finalmente pocas las plantas afectadas ya que en la mayoría se llegaron a ciertos acuerdos para sortear los cuatro días del fin de semana largo. Claro está que este primer paso que está tomando el gremio liderado por el secretario Héctor “Etín” Ponce no puede entenderse como un reclamo serio de actualización de salarios. Sólo hay que retrotraerse al problemático acuerdo logrado a fines de diciembre entre las cámaras industriales y el gremio, habiendo asumido el nuevo gobierno nacional, que significó un aumento del 57,5%. Mientras un operador industrial promedia los 42.000 pesos a nivel nacional, se estima que en la industria láctea, ese mismo operador gana entre 70 y 80.000 pesos. En un escenario nacional donde los sindicatos más importantes están alineados a apoyar las políticas de estabilidad del gobierno por los efectos de la cuarentena, las medidas de Atilra quedan en dramática evidencia. En medio de la peor crisis económica del último siglo, ¿hará algo el gobierno nacional para detener esta absurda política sindical que claramente tiene otra agenda que la que el sector intenta transitar? n

Ing. Agr. Alejandro Sammartino