
7 minute read
X. El enano saltarín
— Cuando la princesa cumpla dieciséis años, se pinchará el dedo con una aguja y ese será su final —dijo con todo el resentimiento que su corazón le permitía albergar en sus palabras.
El rey, la reina y todo el reinado estaban atónitos, le suplicaron al hada que los disculpara por no haberla invitado y se retractara de lo que había dicho, pero el hada se negó a ambas propuestas.
Advertisement
Había una última hada que faltaba por presentar su deseo. Queriendo ayudar a la pequeña, le dijo al rey y a la reina:
—No puedo deshacer las palabras pronunciadas, pero puedo cambiar el curso de los eventos: la princesa no morirá cuando su dedo se pinche con la aguja, pero caerá en un sueño profundo durante cien años. Entonces, un príncipe vendrá y la despertará.
Al escuchar esto, el rey y la reina se sintieron mejor. Pensando que existía la manera de detener el destino, el rey prohibió a todos los habitantes del reino utilizar agujas.
La princesa creció y se convirtió en una niña amable y de dulce corazón. Cuando cumplió sus dieciséis años, vio a una anciana coser:
—¿Puedo intentarlo? —le preguntó.
La princesa tomó la aguja e intentó enhebrar el hilo. En ese preciso momento se pinchó el dedo y cayó en un profundo sueño. La anciana, que era en realidad el hada resentida, la llevó de regreso al palacio y el rey y la reina la acostaron en su cama.
El reino que antes los había acompañado en la felicidad, los acompañó en la desgracia; todos cayeron en un profundo sueño.
Pasaron cien años. Un día, por cuenta del destino, un príncipe llegó al palacio. Él no podía dar crédito a lo que veían sus ojos: los guardas, sirvientes, gatos y hasta las vacas dormían y roncaban.
Al acercarse a la princesa, pensó que ella era el ser más hermoso del mundo y le plantó un beso en la mejilla. Inmediatamente, la princesa se despertó y junto con ella, el rey, la reina, los guardas, los sirvientes, los gatos y hasta las vacas abrieron sus ojos.
El príncipe y la princesa se casaron y vivieron felices por siempre.
Había una vez un viejo carpintero que quería impresionar al rey. Al no poseer una fortuna, le dijo al rey que su hija hilaba tan bien que podía convertir paja en oro. Después de escuchar esto, el rey convocó a la joven al palacio y la encerró en una habitación llena de paja.
—Aquí tienes una rueca y un carrete. Convierte esta paja en oro o te quedarás en esta habitación para siempre —dijo.
La hija del carpintero no sabía qué hacer. Convertir paja en oro no era una de sus habilidades.
Mientras lloraba, apareció un enano estrafalario y le preguntó qué sucedía.
—Si no convierto esta paja en oro, estaré encerrada aquí para siempre —respondió la joven entre lágrimas.
El enano le ofreció convertir la paja en oro a cambio de su collar. La joven le entregó el collar y la criatura convirtió la paja en hilos de oro.
Al día siguiente, el rey se alegró al encontrar la habitación llena de oro. Entonces, llevó a la hija del carpintero a una habitación más grande y llena de más paja.
—Convierte toda esta paja en oro o te encerraré aquí para siempre —ordenó el rey.
Justo cuando la joven estaba perdiendo la esperanza, el enano saltarín apareció de nuevo.
—¿Qué me das si convierto la paja en oro? —preguntó al hacerse visible.
—Sólo tengo este anillo —dijo la joven tendiéndole el anillo.
—Empecemos pues —respondió el enano.
Pero la codicia del rey no tenía fin, y cuando comprobó que se habían cumplido sus órdenes, llevó a la joven a una habitación aún más grande. Sin embargo, le prometió a la hija del carpintero que se casaría con ella si lograba convertir la paja en oro una última vez.
El enano apareció de nuevo para ofrecer su ayuda. Sin más joyas que llevarse, le dijo a la joven que debía entregarle su primer hijo. Ella aceptó a regañadientes, y una vez más el extraño enano convirtió la paja en oro. El rey pronto se casó con la hija del carpintero, y tuvieron un hermoso bebé.
La ahora reina había olvidado el incidente con la paja, el oro y el enano. Grande fue su sorpresa cuando una noche apareció el enano saltarín reclamando su recompensa.
La criatura lo pensó.
—Si puedes adivinar mi nombre, desapareceré para siempre. ¡Te daré una semana! —dijo el enano.
Pero la joven ideó un plan y envió a varios mensajeros a buscar nombres diferentes por todos los confines del mundo. De vuelta, uno de ellos contó la anécdota de un enano al que había visto saltar frente a la puerta de una pequeña cabaña cantando:
En la tarde amaso el pan, en la noche lo hornearé.
Mañana, con el hijo de la reina me quedaré.
El pequeño igual que yo se llamará,
su nombre será:
¡RUMPELSTILTSKIN!
Cuando regresó el enano, y preguntó su propio nombre a la reina, esta le contestó:
—¡Te llamas Rumpelstiltskin!
Y el enano saltarín desapareció para siempre.
Había una vez una niña llamada Mar, su cabello era sedoso y tenía unos lindos ojos azules, ella vivía con su mamá en una casa alejada de toda la ciudad, a pesar de que siempre se preguntaba de porque estaba tan alejada de todo, ella era una niña muy feliz.
Un día su mamá salió y le dejo una carta que decía “Esta mañana salí ya que tenía unas cosas que hacer, cuídate y no salgas, te quiero mucho hija”, a ella se le hizo raro ya que su mamá nunca salía, pero no le tomo mucha importancia y se fue a cambiar. Más tarde ella escucho un ruido entre las hojas del bosque y se asomo en la ventana, vio que parecía como si alguien estuviera allí, Mar se asusto así que decidió ir a ver, tomó su mochila y salió en busca de lo que parecía ser una persona misteriosa.
Cada vez se iba adentrando más y más al bosque, cuando se topo con una cueva gigante con lo que parecía ser un portal, ella se sorprendió demasiado.
-¿Entro o no entro?
-Mmm supongo que no me pasara nada si entro un rato.
Ella entro, cuando salió del portal prácticamente estaba todo igual.
Al ver que no había pasado nada supuso que no era un portal y todo fue solo su imaginación, cuando quiso retroceder para salir, este dio un fuerte impacto que hizo que cayera al suelo y quedara inconsciente.
Cuando se despertó vio que el portal tenia un cartel grande y llamativo que decía “Completa las pruebas y podrás salir de esta realidad paralela” y al lado de el había un camino con flechas y Mar se fue por ese camino, cuando llego vio que había muchos niños, pero vio que estaba la hija de la mejor amiga de su mamá y le hablo, la niña se llamaba Annie.
Annie y Mar se juntaron para hacer las pruebas juntas y que así sea más fácil, de repente en unas bocinas comenzó a hablar una voz y dijo “La primera prueba será de una búsqueda del tesoro y será en parejas”.
Ellas dos comenzaron a hacer la búsqueda y fueron las primeras en pasar, afortunadamente todos los niños que estaban ahí pasaron, después los llevaron a un campamento para que pudieran comer y pasar la noche ahí.
Al siguiente día la voz volvió a hablar y dijo “La segunda prueba será una trivia con preguntas de conocimiento general” Mar tenia un poco de miedo porque no era tan buena con las preguntas, pero afortunadamente ella y todos los demás niños lograron pasar.
La tercera y ultima prueba era una zona de obstáculos, les dieron 2 días para que se preparan y estuvieran listos, finalmente llego el día, Mar no estaba nada nerviosa ya que ella era muy buena en actividades físicas.
Mar llego en primer lugar y Annie en segundo, así como en las otras dos pruebas, todos los niños pasaron y pudieron regresar a su realidad original.
Mar se reencontró con su mamá y le conto lo ocurrido, la mamá la regaño pero después la abrazo y le dijo que nunca más le volviera a no hacer caso. Fin
-Renata Ximena Vázquez Capetillo