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RESUMEN DEL PROCESO REVOLUCIONARIO DE GUATEMALA (1944-1954)
Proceso revolucionario de (1944-1954), en Guatemala fue un período de importantes cambios políticos y sociales en el país. Fue una etapa en la que se produjo una lucha por la democratización y la justicia social, y que culminó con la caída del régimen dictatorial del general Jorge Ubico y la posterior instalación de una democracia.
El proceso revolucionario tuvo sus raíces en la larga historia de opresión y desigualdad en Guatemala. Durante décadas, el país estuvo dominado por una élite oligárquica, que concentraba el poder político y económico en manos de unos pocos. Esta situación generó un profundo malestar entre la población, especialmente en las clases más pobres y desfavorecidas.
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En junio de 1944, un movimiento popular conocido como la "Revolución de Octubre" derrocó al presidente Jorge Ubico, quien gobernaba de manera autoritaria. Esta revuelta fue liderada por un grupo de jóvenes militares, intelectuales y estudiantes, y contó con el apoyo de amplios sectores de la sociedad guatemalteca.
Tras el derrocamiento de Ubico, se formó un gobierno provisional encabezado por un triunvirato militar-civil. Este gobierno llevó a cabo una serie de reformas importantes, como la libertad de prensa, la abolición del trabajo forzado, la legalización de los sindicatos y la convocatoria a elecciones libres.
En 1945, Juan José Arévalo, un profesor universitario y líder del movimiento reformista, fue elegido como presidente de Guatemala en las primeras elecciones democráticas. Durante su gobierno (19451951), Arévalo implementó una serie de medidas progresistas, como la reforma agraria, la creación de un sistema de seguridad social y la promoción de la educación pública.
Sin embargo, el gobierno de Arévalo también enfrentó importantes desafíos, incluyendo la oposición de sectores conservadores y la interferencia externa, especialmente por parte de Estados Unidos, que veía con recelo las reformas sociales y temía una influencia comunista en la región.
En 1951, Arévalo fue sucedido por su ministro de Trabajo, Jacobo Árbenz, quien continuó con las políticas de reforma. Árbenz implementó la llamada "Reforma Agraria de 1952", que buscaba redistribuir las tierras ociosas de las grandes fincas entre los campesinos sin tierra. Esta medida provocó la resistencia de la oligarquía y los intereses económicos extranjeros, especialmente de la United Fruit Company, una poderosa empresa estadounidense que controlaba vastas extensiones de tierras en Guatemala.
La oposición interna y externa a la reforma agraria llevó a una serie de tensiones y conflictos, y en 1954, Árbenz fue derrocado en un golpe de Estado apoyado por la CIA de Estados Unidos. El golpe puso fin al proceso revolucionario y marcó el comienzo de un