El nuevo

escritora

María Inés Falconi

Comenzó su actividad como dramaturga con la obra Tornillos Flojos (Premio por los derechos del niño otorgado por APDH) en 1985. Desde ese momento ha desarrollado una intensa actividad en el Teatro para Niños y Adolescentes estrenando más de 30 obras.

Su dramarturgia está dirigida a niños y jóvenes de todas las edades. Así podemos mencionar, entre otras, obras para los más pequeños como Chiches, teatro en cochecito; para pre-escolares como Paquetito y Que las hay... las hay; para niños mayores de 6 años como El Nuevo y Chau, Sr. Miedo; para preadolescentes como Caídos del Mapa y Hola y chau, papá -hasta el domingo- o adaptaciones de clásicos para adolescentes como Ruido de una noche de verano o De cómo Romeo se transó a Julieta.

Premio Fondo Nacional de las Artes y Mención Honorífica Dramaturgia Iberoamericana, Badajoz, España.

María Inés Falconi extiende su actividad literaria a la narrativa con la publicación de novelas y cuentos como: Caídos del Mapa, Cartas para Julia, Hasta el domingo, Bichos de cuentos, Leyendo leyendas, Los hermanos no son cuento, entre muchos otros.

Sus obras han sido estrenadas tanto en Argentina como en otros países de habla hispana y han participado en diversos Festivales Internacionales, recibiendo asimismo, Premios Nacionales e Internacionales entre los que se destacan el Premio Argentores,

ilustradora

Brenda Imboden

Brenda Imboden es diseñadora gráfica recibida en la UBA. También se desempeña como artista freelance, ilustradora y realizadora escenográfica. Vive y trabaja en Castelar junto a un hermoso ciruelo. Le gustan mucho los animales y tiene un sensible respeto hacia a la Tierra.

Un año mas tarde conoce a Malena y junto a ella crea Pum!editores, una productora de libros infantiles. Ha colaborado con sus ilustraciones para Editorial Planeta, Emecé y Lumen, entre otras.

Le gusta mirar hacia adentro y ponerse a dibujar. Brenda sueña con un mundo mejor.

El nuevo

Ilustraciones

©María Inés Falconi, 2010. Quipu, 2010.

2º edición: 2015

José Bonifacio 2434, Buenos Aires Tel - Fax: +54 (11) 4612-3440 info@quipu.com.ar www.quipu.com.ar @quipulibros /QuipuLibros

Hecho el depósito que marca la ley 11.723 Libro de edición argentina

Printed in Argentina

Falconi , María Inés

El nuevo. - 2a ed. - Buenos Aires : Quipu, 2015. 80 p. ; 20x14 cm.

ISBN 978-987-504-044-1

1. Teatro Infantil y Juvenil Argentino. I. Título

CDD A862 928 2

La reproducción total o parcial de este libro en cualquier forma que sea, idéntica o modificada por fotocopia u otros métodos o sistemas, sin el permiso previo y por escrito de los editores viola derechos reservados.

Para la puesta en escena de esta obra se deberá solicitar autorización de la autora a través de Argentores www.argentores.org.ar

Impreso en Argentina con Papel de Fuentes Mixtas y manejo responsable.

El nuevo

El nuevo fue estrenada en 1996, por el Grupo de Teatro Buenos Aires, en el Auditorio UPB, de la Ciudad de Buenos Aires, República Argentina, con el siguiente elenco:

NACHO Nacho Laureiro

DANIEL Daniel Fernández

DAMIÁN Damián Benchetrit

Escenografía y Vestuario:

Silvina Viaggio

Música original: Pablo Locane

Puesta en Escena y Dirección General: Carlos de Urquiza

Sobre los personajes

Daniel, Damián y Nacho son tres chicos de primero o segundo grado de escuela primaria pública.

Nacho (el nuevo) es de condición socio-cultural inferior a los otros dos. De ser posible, el actor que lo personifique, deberá tener rasgos físicos diferentes, que permitan suponer que llega desde otro lugar geográfico (interior del país, otro país, otro barrio, etc.).

Sobre el espacio escénico

La acción transcurre en dos espacios: el aula y el patio de la escuela, donde también se desarrollará la fiesta escolar.

La primera estará sugerida por dos pupitres dobles con sus dos sillas. El espacio del patio es un espacio libre.

La escena final es una imagen generada en un espacio, fuera del ámbito escolar, que puede estar delimitada por biombos o paneles.

Se sugiere que el cambio de los días esté señalado a través del cambio de la fecha en carteles o pizarrones del aula.

Los cambios espaciales, en la medida de lo posible, deberán estar determinados por la luz o, en su defecto, por una estructura escenográfica que no ralente la acción.

Sobre la música

Los cambios entre una y otra escena, que implican también un cambio de espacio, podrán ir acompañados por música incidental.

Nota

Ciertas situaciones de la obra están basadas en hábitos escolares comunes en la República Argentina (timbre de salida a los recreos, pupitres, uso de guardapolvos e, incluso, el festejo de la fecha patria). Sería conveniente que los mismos se adaptaran a las costumbres del país en el que se represente la obra.

El nuevo

La luz ilumina un pupitre doble, donde sólo está sentado Daniel.

En el otro extremo del escenario, está parado Nacho, con su mochilita puesta, y cara de mucho susto.

Acaba de llegar al aula. Es su primer día de clase en esa escuela. De pronto, Daniel se para junto al banco, desesperado.

daniel: ¿¡Conmigo?!... No, seño...

Corre las cosas que están desparramadas sobre el pupitre hacia su lado mirando con odio a Nacho que se acerca lenta y tímidamente. Nacho se sienta junto a Daniel, sin sacarse la mochila. Queda duro en su silla.

Daniel, intencionalmente, le da la espalda, y dibuja con violencia en su cuaderno.

Nacho sigue inmóvil. No sabe qué hacer ni hacia dónde mirar. Se ve que sonríe apenas, tímidamente, a algún compañero.

Daniel lo mira con disimulo por arriba del hombro. Nacho no se mueve. Daniel, extrañado, se da vuelta y lo mira. Nacho le sonríe, Daniel vuelve violentamente a su dibujo.

Nacho se estira para ver qué está dibujando Daniel. Se acerca de a poco hasta que logra ver por arriba del hombro, apoyándose en él.

daniel: (apartando su cuaderno) No empujes, pibe.

nacho: Nacho.

Daniel lo mira sin contestar, y vuelve a su dibujo. El hecho de que Nacho esté ahí, inmóvil lo pone muy nervioso, y lo obliga a darse vuelta otra vez.

daniel: ¿No trajiste cuaderno?

nacho: (sacando todo, apresurada y torpemente de su mochila) Sí, ¿querés ver?

Nacho revuelve dentro de la mochila, pero no lo encuentra. Entonces la da vuelta sobre el pupitre, volcando todo lo que lleva ante los ojos atónitos de Daniel.

Nacho por fin, encuentra el cuaderno.

nacho: Es este. Después mi mamá me lo va a forrar como el tuyo.

Daniel toma una regla larga y la cruza sobre el pupitre, dividiéndolo en dos.

daniel: De acá no te podés pasar. ¿Entendiste?

Nacho asiente con la cabeza y junta rápidamente sus cosas para ponerlas de su lado pero, en el apuro, también agarra el cuaderno de Daniel, que éste le quita y alisa con la mano.

Daniel, furioso, sigue dibujando. Nacho, por fin, abre tímidamente su cuaderno.

APAGÓN

Se ilumina otro sector del escenario, el destinado al patio. Es la hora del recreo.

Daniel hace jueguitos de fútbol con una pelota. Nacho, parado en un rincón, lo mira. Cuando la pelota va para su lado la patea feliz. Daniel la agarra de mal modo.

Nacho tiene ganas de hacer pis. Mira para todos lados, pero no encuentra el baño. Le quiere preguntar a Daniel, pero Daniel está haciendo su récord, contando cuántas veces patea en el aire sin que se le caiga la pelota.

Nacho no aguanta más. Corre hacia él para preguntarle al oído por el baño. Como Daniel no le lleva el apunte, lo agarra de un brazo, por lo cual a Daniel se le cae la pelota y arruina su mejor récord. Daniel está furioso con Nacho.

daniel: El baño está ahí, pibe. nacho: Nacho.

Cuando Nacho va al baño, suena el timbre. Daniel entra en el aula, y se sienta.

daniel: ¿Por qué yo, seño? ¿No sabe volver del baño solo...?

Daniel se levanta y sale del aula para buscar a Nacho. Al mismo tiempo, Nacho sale del baño y no ve a nadie en el patio.

Se queda parado, con cara de asustado hasta que llega Daniel.

daniel: ¿No escuchaste el timbre, pibe?

nacho: Nacho.

Daniel se lo lleva casi a los empujones. Se ilumina el pupitre.

Nacho, apenas se sienta, acomoda la regla en el medio del banco, pone todo de su lado y le sonríe a Daniel, para que sepa que ya entendió. Daniel está convencido de que este pibe es un tonto

Daniel escribe con esfuerzo, pero bastante rápido, copiando lo que la maestra escribió en el pizarrón. Nacho escribe con demasiado esfuerzo, mientras deletrea en voz alta.

nacho: Mmmmmi..... Mmmmmammmmá mmmmme.... (desconoce la letra y empieza otra vez) Mmmmmi mmmmmammmmámmmme....

Mmmmmi mmmmammmmá mmmme...

daniel: ¡Da!

nacho: ¿Cómo? (Sin entender de qué le habla Daniel)

daniel: ¡Da! Mi mamá me da.

nacho: ¿Qué te da?

daniel: Nada. Ahí dice: mi mamá me da...

nacho: Sí, ya sabía. Mmmmmi mmmmammmmá mmmmmme da uuuuunnnnna mmmmmaasi...

(Se vuelve a trabar).

daniel: Masita.

nacho: Qué rico, ¿no? Mi mamá no me da masitas, pero ¿sabés qué?, me hizo un “sánguche” de salame.

Esta mañana me dijo: “andate a la “panería” y traete una flautita”. Una flautita de pan, ¿eh...?

Porque es más rica. ¿A vos te gusta la flautita?

daniel: (gruñe)

nacho: ¡Ah...! ¿No te gusta...?

daniel: (vuelve a gruñir y sigue copiando)

Nacho empieza a revolver dentro de la mochila, molestándolo mucho con el movimiento, hasta que saca un sándwich de salame, lo desenvuelve, le acomoda las fetas y le da un mordiscón. Daniel lo mira asombrado.

nacho: ¿Querés?

daniel: No se puede comer eso.

nacho: Sí, se puede. Me lo hizo mi mamá. ¿Querés?

daniel: No te dejan comer ahora.

nacho: Tengo hambre.

daniel: Sí, pero tenés que comer cuando toca el timbre.

nacho: ¿Aunque tengas hambre?

daniel: Sí.

nacho: Bueno. Teneme.

Le da el sándwich de sopetón a Daniel para buscar la bolsita en la que estaba guardado. La maestra descubre a Daniel con un sándwich en la mano.

daniel: ¡No, seño, no estaba comiendo! Lo que pasa...

nacho: No quiso. Pero lo hizo mi mamá. Está rico.

daniel: Yo se lo estaba teniendo. Es de él...

nacho: Claro que es mío. Me lo hizo mi mamá. Yo no se lo regalé. Él me lo estaba teniendo. Pero yo soy bueno, y le convido un pedacito... si quiere.

¿Querés?

Daniel niega con la cabeza aterrorizado.

nacho: Sí, señorita. Lo guardo enseguida, pero no encuentro la bolsita.

Busca la bolsa. Daniel lo ayuda, y guardan el sándwich.

daniel: Gracias, che.

nacho: ¿Por el sándwich?

Daniel gruñe.

APAGÓN

Se ilumina el sector del patio. Es el día siguiente.

Nacho está parado en el patio de la escuela, siempre con la mochilita puesta. Acaba de llegar.

Llega Daniel y al ver a Nacho intenta esquivarlo. Pero Nacho corre hacia él y se le para al lado.

nacho: Hola.

daniel: (siguiendo de largo) Hola.

nacho: Hoy llegué temprano.

daniel: Sí.

nacho: (riéndose) ¡Te gané!

daniel: Qué bien.

nacho: Llegué primero que todos.

daniel: Te van a dar un premio.

nacho: ¡¿En serio?!

Suena un timbre para que los alumnos formen. Ambos se ponen en la fila. Toman distancia; y siguen las indicaciones de la maestra. Nacho, que está atrás, le toca el hombro a Daniel insistentemente.

Daniel no se da vuelta. Sabe que si lo ve la maestra lo puede retar. Pero Nacho no deja de llamarlo.

daniel: (en voz baja para que no lo escuche la maestra)

¿Qué te pasa, pibe?

Se terminó de imprimir en TALLERES GRÁFICOS D.E.L S.R.L. E. Fernández 271/75, Tel: 4222-2121

Avellaneda, Buenos Aires. en el mes de julio de 2015.