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SER GRATITUD Y PLENITUD: El cierre de un viaje hacia el bienestar integral
A lo largo de los últimos siete artículos, te he invitado a conocer y explorar diferentes facetas de lo que significa llevar un estilo de vida saludable y alcanzar una salud integral. Cada uno de los temas, desde la consciencia de nuestro cuerpo, mente y espíritu, hasta el movimiento, la nutrición y el compromiso con el entorno, te ha mostrado un camino holístico hacia el bienestar. Ahora, en este cierre, abordamos dos pilares fundamentales para una vida extraordinaria: la gratitud y la plenitud.
La gratitud es más que una emoción; es una práctica diaria que tiene un impacto profundo en nuestra salud física, mental y espiritual. Diversos estudios han demostrado que cultivarla fortalece las relaciones, reduce la ansiedad y el estrés aumentando tu capacidad de resiliencia frente a los retos de la vida.
En un mundo tan acelerado como el actual, es fácil que pasés por alto las pequeñas cosas que hacen la vida extraordinaria. Desde el alimento en tu mesa hasta las personas que te rodean, todo puede convertirse en una oportunidad para agradecer. Este acto simple tiene el poder de cambiar tu perspectiva, llevándote de un estado de carencia a un estado de abundancia. Dedicar unos minutos al día para escribir al menos dos a tres agradecimientos puede transformar tu visión del mundo. Este hábito poderoso te ayuda a reenfocar la mente en lo positivo e importante, alejándote de lo urgente y tus preocupaciones cotidianas.
La plenitud trata de hacerte sentir completo con lo que ya tenés en lugar de querer todo de manera insaciable. Es la experiencia de estar presentes y conscientes en cada aspecto de tu vida, sin esperar a que tus circunstancias externas te den la felicidad.
Vivir en plenitud implica que disfrutés del proceso más que del resultado, y aceptés que cada paso, aprendizaje y reto son parte de un camino que te lleva a tu bienestar integral. Al conectar con la gratitud, también te conectás con la plenitud. Aprecias los momentos tal y como son, y a ver el valor de cada experiencia.
El viaje hacia la salud integral: Un círculo que se completa
En Ser Salud Integral, hablamos de la importancia de integrar cuerpo, mente y espíritu en equilibrio. En Ser Consciencia y Balance, profundizamos en la necesidad de vivir con atención plena y encontrar armonía. En Ser Cuerpo, Mente y Espíritu, exploramos cómo cuidar de cada aspecto de nuestro ser.
Al avanzar, en Ser Respiración y Movimiento reconocimos el valor de mantenernos activos y conscientes de nuestra respiración para luego ponernos en acción y movernos libremente. En Ser Alimentación y Nutrición, reflexionamos sobre cómo tus nutrientes puede ser medicina para el cuerpo y el espíritu. En Ser Cultura y Natura, observamos la interrelación entre el ser humano con sus raíces culturales y el medio ambiente representado en la naturaleza. Finalmente, en Ser Compromiso y Responsabilidad, subrayamos la importancia de asumir un papel activo en tu bienestar y en el de los demás.
Cada uno de estos elementos se conecta de manera orgánica, formando un todo en unicidad que, al llegar a este punto, encuentra su culminación en la gratitud y la plenitud. Has recorrido un círculo que ahora se cierra, integrando todas las partes para formar una vida plena y agradecida.
En conclusión, Ser Gratitud y Plenitud es la clave para integrar todo lo que has aprendido en tu vida cotidiana. Vivir de manera saludable no es solo una cuestión de cuerpo, mente o espíritu, sino una forma de estar en el mundo con una consciencia plena de tu conexión con vos mismo, los demás y el entorno. La gratitud te abre las puertas a una vida rica en significados, y la plenitud te permite disfrutarla en su totalidad, con aceptación y paz interior.
Que este último artículo de la serie, sea una invitación a que continués en este camino con gratitud por lo que has aprendido y con plenitud por lo que aún te queda por descubrir.
Sentirte en gratitud
Vida y salud: Apreciar estar vivos, tener un cuerpo que nos permite experimentar el mundo y la salud que nos sostiene día a día.
Familia y amigos: Contar con relaciones significativas que nos brindan apoyo, amor y compañía en cada etapa de la vida.
Pequeñas alegrías cotidianas: Agradecer por los momentos simples y significativos (conversaciones edificantes, atardeceres inolvidables, entre tantos más).
Entorno natural: Disfrutar el aire que respiramos, el sol y su energía como la tierra que nos nutre.
Oportunidades de crecimiento: Las experiencias que nos permiten crecer, aprender y evolucionar como seres humanos.
Capacidad de amar y ser amados: La habilidad de dar y recibir amor, sentir empatía y compasión, que te conectan profundamente con otros seres.
Acceso a recursos: Tener acceso a agua potable, alimentos nutritivos y un hogar seguro.
Conocimientos y educación: La oportunidad de aprender, crecer intelectualmente y desarrollar habilidades que nos permiten mejorar y aportar a la sociedad.
Libertad y elección: La posibilidad de tomar decisiones, forjar tu propio camino y vivir de acuerdo con tus valores y deseos.
Resiliencia personal: La capacidad de superar adversidades y encontrar fortaleza interior para seguir adelante, incluso en los momentos difíciles. Sentirte en plenitud
Sentirte en plenitud
Autoconocimiento y aceptación: Sentirse en paz contigo mismo, abrazando tu autenticidad.
Equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu: Armonía al cuidar todas las facetas de tu ser.
Amor propio y bienestar emocional: Experimentar la autocompasión y el respeto propio.
Conexión con el propósito: Vivir alineado a lo te inspira y te da dirección, sentido y motivación.
Capacidad de vivir el presente: Estar en el aquí y ahora, sin preocupaciones excesivas por el pasado o el futuro.
Sentimiento de satisfacción personal: Reconocer el valor de los logros alcanzados, sin aprobación externa, sintiéndote completo tal y como sos.
Vinculación con los demás: Establecer relaciones profundas, donde existe comprensión, apoyo mutuo y verdadera conexión emocional.
Fluir con la vida: Aceptar que tu vida tiene altos y bajos, y sentís la confianza interna para navegar a través de ellos con serenidad y sabiduría.
Conexión con la naturaleza: Sentir que sos parte de algo más grande, experimentando una profunda unión con el entorno natural que te rodea.
Lograr la trascendencia personal hacia lo espiritual: Alcanzar una sensación que va más allá de lo material, basada en el sentido de pertenencia, la fe en Dios y el amor que te hace libre.
Para mayor información de los servicios y productos de Ser Salud Integral podés contactarme directamente a mario@sersaludintegral.com o al WhatsApp +506 8920-2191.