Catálogo Troquel Tropicalia, 2018.

Troquel tropicália Paulina Videla En esta exposición Paulina Videla exhibe una nueva serie de trabajos realizados íntegramente durante su es-tancia en Residencia Corazón.

El proyecto indaga en el papel como soporte, o mejor dicho, como material y cuerpo de lo pictórico.

1. Folio, folha, faz Hacer una residencia es una manera de viajar a través del espacio geográfico y a la vez, hacia adentro; entre el desplazamiento y el repliegue, se produce un movimiento de doble faz que invita a concentrar la atención en el propio trabajo. En su trayectoria previa, Paulina Videla ha realizado intervenciones urbanas y proyectos de pintura mural en fachadas e interiores de edificios. Su interés por lo urbano y la arquitectura reside en su cualidad de reservorio material de la historia. En la superficie de las construcciones suele encontrar testimonio y marcas de distintos acontecimientos y tiempos. En sus recorridos por la ciudad de La Plata se dedicó a tomar registros fotográficos que fueron insumo para desarrollar su proyecto. El artista escocés David Batchelor (1955) quien vive y trabaja en Londres, desarrolló durante años un archivo de fotografías que denominó “Monocromos encontrados”. De un modo similar, como en búsqueda de "lo pictórico encontrado", Paulina Videla registra motivos, patrones, escenas de interacción de formas, luz y texturas que utiliza en sus trabajos. De algún modo, esta muestra orbita en torno al abordaje de las problemáticas de la pintura por otros medios.

En su última muestra individual en Chile, "Superficies", realizó pinturas sobre papel de grandes dimensiones utilizando pistolas de alta presión. Por medio de esa técnica, el uso de plantillas y stencils, exploró distintos tipos de texturas, controlando la presión del aire y la forma en que el pigmento caía y se depositaba sobre el papel. Su trabajo actual desarrolla esa poética de la superposición, entre el traslapo y la transparencia, como en un juego de encastres de llenos y vacíos, dejando huellas que permiten imaginar el proceso de producción. En una oprtunidad, sus operaciones sobre esos grandes pliegos de papel mural dieron como resultado la creación de una arquitectura ficticia: por dobleces y pliegues construyó una columna artificial. La mímesis escenográfica transformaba al papel en muro, engañando al ojo. De esas trasposiciones, camuflajes y tránsitos se nutre el trabajo visual de Paulina Videla.

2. Doblar, plegar, deshojar, desgajar.

En Troquel tropicália concentra su atención en el papel y el cartón como materiales. Desarrolla una serie de piezas de escala mediana, en las que explora la producción de formas a través del corte y silueteado. Sus "paisajes" desbordan los límites del cuadro, especialmente cuando la superficie del papel se vuelve sobre sí misma para adquirir volmen. Una operación que puede remontarse al gesto de Lucio Fontana, quien rompió con el soporte pictórico tradicional a partir de una hendidura en el lienzo que cancelaba la tradición representativa.

Sin embargo, cuando Paulina Videla corta el papel y deja caer sus gajos, se devela detrás una nueva capa, y otra, sin que pueda advertirse del todo dónde comienza y dónde termina el espacio plástico. Del soporte pictórico tradicional rescata la función del marco, que mientras remite a la vieja metáfora del cuadro como ventana, se ve excedido y desbordado por formas de motivos vegetales que brotan en proyección ilusioria hacia el fondo y en volumen hacia el espacio exterior.

Así como sus "paisajes" trastocan las convenciones del género, las operaciones que realiza Videla generan múltiples efectos ópticos. La forma va del plano al volumen por sucesivos dobleces o por la curvatura suave que ejerce la caída de su propio peso. Las líneas que dibuja el calado se multiplican. La forma, su negativo, el hueco que deja en el papel, la sombra que proyecta en la pared, se suceden en un juego de ritmos, ecos y reiteraciones. Un arco de valores y texturas producen efectos lumínicos vibrantes, como en un caleidoscopio. Pero la manipulación del material tiene un límite: el recorte lo debilita. Si como señalaba Anni Albers (1899-1994) el material puede ser pensado como metáfora, en Troquel tropicália Paulina Videla juega con la idea de ir al borde, de explorar el límite de sus posibilidades.

La cualidad poética y sensible de estos trabajos, quizas nos permita reflexionar sobre la tensión entre nuestra necesidad de sostén y la fragilidad de las infraestructuras que supimos construir (urbanas, edilicias, políticas, de pensamiento y reflexión, de escritura de la historia, etc.). Desde la superficie de los muros de las ciudades del sur con su urbanismo otrora planificado, en permanente lucha con la proliferación caótica y la entropía, los trabajos de Paulina Videla desarrollan desde el lenguaje visual una poética que nos invita a trocar la precariedad en potencia.

Lucía Savloff curadora Septiembre de 2018