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MÉRIDA, YUCATÁN, MÉXICO Jueves 8 de julio de 2021 / Editora: A. Brito
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MÁS TRANSMISIBLE
Por variante Delta, lanzan llamado a extremar medidas preventivas
Cada persona infectada con la cepa detectada en la India puede contagiar el virus a 8 personas; por ello se pide vacunarse
Texto: Manuel Pool Foto: Cortesía
Más de 20 variantes de COVID 19 circulan en la Península de Yucatán, y de acuerdo a las 720 muestras que, hasta el pasado martes, se habían analizado en el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (Indre), resulta que, aunque la cepa brasileña o Gamma es la que más predomina en la entidad, la Delta es motivo de una mayor preocupación.
De acuerdo a la especialista en medicina interna, la Dra. Vanessa Lizzete Velázquez Reyes, esta cepa, que también se conoce como de la India, es la que tiene una mayor transmisibilidad, pues cada persona infectada puede contagiar el virus a 8 personas, el doble de potencial que tiene la brasileña.
Por esta razón, la presencia de esta variante que además de México se encuentra en otros 14 países como Argentina, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Chile y Perú, obliga a reforzar las medidas de prevención ante el aumento de nuevos casos en el mundo y también a fortalecer los esquemas de vacunación.
“La vacunación es nuestra esperanza desde el año pasado, y es lo único que nos va a proteger para que de contagiarnos de COVID-19 no sea de gravedad”, dijo la entrevistada, quien pide a la ciudadanía que en esta temporada vacacional traten de evitar las concentraciones de gente o mejor aún, quedarse a vacacionar en casa.
La movilidad favorece el aumento de casos y ante la presencia de la variante delta del virus que es más contagiosa, es lógico que las cifras de nuevos casos sigan al alza, especialmente cuando hay muchos países en crisis económica por los efectos de la pandemia que tienen la necesidad de abrir sus actividades económicas y sociales.
Y aunque es una realidad que la variante delta es más transmisible, “tanto las vacunas como las medidas de prevención siguen siendo efectivas”, recalcó la entrevistada.
En relación a los comentarios que en las redes sociales hicieron muchos jóvenes de edades de 30 a 39 años, que tras recibir la primera dosis de la vacuna experimentaron malestares diversos, la Dra.
“LA VACUNACIÓN es nuestra esperanza desde el año pasado, y es lo único que nos va a proteger para que de contagiarnos de COVID-19 no sea de gravedad”, dijo la Dra. Velázquez Reyes.
Velázquez Reyes dijo que esta es una situación esperada y que se encuentra dentro de lo normal, ya que cada persona puede reaccionar de manera diferente a la vacuna.
“Tengo entendido que las reacciones por la aplicación han sido reportadas más con la vacuna Astrazeneca, pero eso no significa que sea menos efectiva”, afirmó.
DE ARTE, CIENCIA Y FILOSOFÍA / LOS MALES DEL CORAZÓN
MARIO BARGHOMZ
mbarghomz2012@hotmail.com Escritor (ensayista y crítico de arte), Filósofo Humanista y Master en Psicoterapia.
Buscar entender desde la ciencia aquello que de otra manera se considera poco posible o demasiado improbable, me ha parecido siempre extraordinario.
Y digo esto porque para entender ciertas cosas, no se puede hacer de manera directa o a través de la experiencia. Einstein decía que no era con la experiencia como se podían comprender las cosas, sino con el razonamiento. Para él un problema o una teoría por resolver o demostrarse no necesitaba conocerse en lo empírico o a través de tanta matemática para resolverse, sino de razonarse.
Luc Ferry, el filósofo francés, escribió un libro sobre “La verdad de los mitos” (así se llama el libro), asumiendo al mito griego (sobre todo) como la raíz de nuestra verdad presente. Los mitos suelen contarnos y explicar cosas que de otra manera no sabríamos o no entenderíamos.
Como filósofo siempre entendí también que los mitos anteceden a la filosofía, así como ésta a la ciencia. La parte fundamental de la especulación filosófica se sostiene en los mitos. Y los mitos de los griegos antiguos son la base de la realidad empírico-científica de nuestro presente.
La ciencia médica, por ejemplo, tanto su emblema de la serpiente enredada en el báculo, como el padre mismo de la medicina: Hipócrates, descendiente de Asclepio (dueño del báculo con la serpiente), pertenecen a un mito.
Para entender el ejercicio de la medicina, como arte o como ciencia, hay que entender primero de dónde procede. Sabemos hoy su necesidad y su sentido, pero poco o nada sabemos de su historia mítica. Ésta tuvo su origen en Grecia en la época de Hipócrates. Pero antes de Hipócrates está Asclepio (dios de la medicina), hijo de Apolo, dios también de la salud, el Sol y la Belleza.
Les cuento un poco más sobre el mito, porque hay más que saber que la ciencia no puede explicarnos si preguntamos sobre los males del corazón. Se trata del “mito de Apolo y Coronis” (padres de Asclepio); una historia sin duda triste y trágica que termina con la muerte de Coronis a manos del mismo Apolo que al sentirse traicionado, clava una de sus flechas en el corazón de la mujer que ama pero lo ha engañado.
Y no hay duda de que todo aquello que afecta al corazón lo lastima. Hablamos de la vida misma que al ser descuidada afecta al corazón, lo enferma y finalmente lo mata. Engañamos a nuestro corazón descuidando su función, no atendiendo todo aquello que mantendría su vitalidad. Le somos infieles descuidando su salud. ¡Lo matamos!
Me explico para darle valor al mito; resulta que de Coronis se deriva el término “coronaria”, relativo a las enfermedades del corazón que se refieren a la arterosclerosis o endurecimiento de las arterias coronarias o vasos sanguíneos que llevan sangre y oxígeno al corazón. De tal manera que si el corazón padece una “enfermedad coronaria” mortal o simplemente no atendida, éste dejará de latir; ¡el cuerpo morirá!
Hoy esto último es una verdad médica y científica y por ello que la medicina preventiva intervenga para evitar el colapso del corazón. Pero como el mismo mito sugiere, las enfermedades del corazón no solo tienen un carácter somático, sino también aquel otro que ya no se mira en una radiografía o angiografía, sino en el carácter abstracto fuera de la ciencia médica y dentro del relato mítico.
Me refiero a los males del corazón, a las emociones y sentimientos que muchas veces son quienes determinan la enfermedad; la tristeza, el odio, la melancolía, el resentimiento, la decepción, los celos, la ira y la frustración que tarde o temprano matarán a un corazón.
Así como Apolo, decepcionado, mató el corazón de Coronis, ¿cuántas personas en el mundo de hoy no hacen lo mismo que Apolo, a veces lastimando el corazón de a quien más aman o a veces cometiendo “suicidio”, por ignorancia o desidia, con el corazón de ellos mismos?
Cuando un corazón no funciona, naturalmente tiene un “mal coronario”; mal de Coronis y Apolo.
Mal de amor por traición, engaño, odio, resentimiento y frustración, deslealtad y cuidado con uno mismo.
