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curso el Programa Universitario de Bioética en CCHN

Eduardo Daniel Hidalgo Olea

Dentro del abanico de cursos para docentes ofertados en el reciente periodo intersemestral, destacó el de Bases de Bioética, el cual se impartió en la modalidad semipresencial y estuvo a cargo del Programa Universitario de Bioética (PUB). El curso tuvo su gran inicio el 16 de enero y su gran final el 20 del mismo mes (teniendo una duración de 20 horas); la sede fue el auditorio Antonio Lazcano del SILADIN del CCH-Naucalpan. Las cinco sesiones del curso fueron impartidas por diferentes expertos en sus respectivos temas. En la inauguración estuvieron presentes los profesores Keshava Quintanar Cano, director del plantel; Angélica Garcilazo Galnares, secretaria docente; la Dra. Elizabeth Téllez, quien es coordinadora del PUB, y, finalmente, Jonathan Caudillo Lozano, quien abrió el ciclo de pláticas.

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Quintanar Cano ofreció algunas palabras de bienvenida, mientras que la profesora Garcilazo leyó los temas del curso. Por otro lado, la Dra. Téllez comentó que la propuesta es una iniciativa del Programa de Bioética llamado “El PUB en tu Comunidad” que tiene la finalidad de dar pláticas en donde se les solicite sobre la importancia de cuidar la vida y, a su vez, la naturaleza; por el momento, harán una serie de cursos y pláticas en los diferentes CCH´s y facultades. El CCH-N tuvo la fortuna de ser el primero de todos los planteles en recibir este curso y, además, en ser el primero que lo toma de forma semipresencial.

Primera sesión: Fundamentos de Bioética

En la primera sesión, el maestro Jonathan Caudillo Lozano habló de la distinción entre ética y moral. Para ello, se les pidió a los participantes que comentaran sobre qué entendían por dichos términos. Hubo bastante participación, incluso el director se animó a entrar a la discusión. El ponente hizo énfasis en que la ética es un ejercicio del pensamiento filosófico, libre y propio, mientras que la moral es una serie de reglas impuestas por la sociedad. Después, dio algunos antecedes y definiciones de la Bioética. Aquí cabe resaltar que bioética se compone de dos términos: en primer lugar, de βίος, que significa vida, y ἦθος, que significa hábito o costumbre. El ponente demarcó las diferentes aceptaciones tanto de vida como de hábito, pues, ciertamente, son términos complicados de definir. Al final, dedicó un breve espacio para hablar de Fritz Jahr, primer pensador en proponer la bioética como rama de estudio, y su imperativo bioético.

Segunda sesión: El cuidado de sí después de la Pandemia

El Dr. Ángel Alonso Salas conversó sobre la importancia de conocer los principios de la bioética y su relación tanto con el cuidado de uno mismo como con el de los otros. Para ello, se apoyó en algunos postulados de la Dra. Paulina Rivero Weber, quien propone que para comprender cabalmente la bioética se deben retomar a los autores antiguos, el taoísmo y tradiciones orientales, aspectos nietzscheanos, cuestiones de la técnica y sus peligros, y, además, los problemas del calentamiento global, la zooética y la ecoética. La bioética, apuntó, se divide en cuatro grandes áreas, que, a su vez, demarcan cuatro grandes problemas: ética médica, ética animal, ética ambiental y bioética social. También mencionó los principios de la bioética para el trato con el otro: autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia. Al último, señaló que la ética del cuidado surgió de una filósofa llamada Carol Gilligan, que hace un llamado a la solidaridad: hay que privilegiar el bienestar del otro.

Tercera sesión: Bioética y medio ambiente: Sistemas éticos que consideran a todos los seres vivos

En la tercera sesión, la Dra. Elizabeth Téllez profundizó más en cómo se entiende la bioética y en qué consiste. En primer lugar, dijo, se trata de una ética no antropocéntrica, pues considera que el ser humano no es el único ser vivo que merece un buen trato. El humano no es superior a otros animales, sino que es uno más entre ellos. Por lo tanto, debe respetar toda vida, animal y no animal. De ahí que no sea suficiente con un zoocentrismo, es decir, con colocar en el centro a los animales, sino que habría que poner en el centro a la misma vida: biocentrismo. Y del biocentrismo pasar a un ecocentrismo, en donde cuidemos tanto a la vida como a la naturaleza en general, creando estrategias y acciones para distribuir justicia en el planeta y en mundo, de tal suerte que este mundo fuera un mundo mejor.

Cuarta sesión: La ética ambiental y nuestro compromiso con la crisis climática

La profesora Lesly Rico Romero comenzó dando una revisión sucinta sobre lo que es la bioética, sus ramas y sus problemas. Posteriormente, expuso algunas causas que dañan el clima y el medio ambiente. También hizo mención sobre la violencia que se ejerce a los animales, la ideología de producción y consumo, y los malos hábitos. Por ello, recomendó reflexionar al respecto y tomar algunas decisiones y acciones, esto es, hacernos el compromiso de cuidar de mejor modo nuestro mundo, por ejemplo, reciclando, tratando de comer poca carne, utilizando productos que no dañen al medio ambiente, no tirando basura, etc.

Quinta

sesión:

La ecophrónesis ante los problemas ambientales

La Dra. Jacqueline Alcázar Morales inició su ponencia exponiendo que su postura ética es una ética antropocéntrica moderada, pues, para ella, no hay forma de entender las cosas y actuar conforme a ese entendimiento si no es por medio de la propia comprensión humana. Por ello, rescata, hasta cierto punto, la ética aristotélica, en donde se hace énfasis en la virtud humana por excelencia: la prudencia. La prudencia es un saber práctico, que sirve para tomar la mejor decisión en tal o cual momento dado y en ciertas circunstancias. Phrónesis, vale decirlo, es un término griego que significa prudencia, mientras que eco, término también griego, es casa. Sin embargo, aquí hay que entender casa como el medio ambiente, el lugar en donde habitamos. Así pues, la propuesta de Alcázar Morales es que hay que ser prudentes con el medio ambiente, es decir, pensar esforzadamente y medir bien las consecuencias de una u otra decisión y decidir y hacer lo mejor, lo óptimo. Pero el problema radica en que no todos son prudentes, y la prudencia es una virtud que, en principio, no todos la tienen y, en segundo lugar, no todos se esfuerzan por alcanzarla. A la verdad, esta propuesta y estas ideas dejaron a todos asombrados y con muchas preguntas: un gran inicio siempre aguarda un gran final.

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