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FORMAR PARA LA DEMOCRACIA, UNA DE LAS MISIONES DE LAS UNIVERSIDADES
La Universidad Javeriana, la Universidad Católica del Perú y la Católica de Chile crearon el simposio Educar para la democracia, una iniciativa que tiene como propósito pensar la educación desde los principios democráticos, de sostenibilidad y del cuidado de la “casa común”.
El 20 de julio, día la independencia de Colombia y fecha en la que se instala el Congreso de la República, fue también el día en el que tres universidades de Latinoamérica se unieron para hablar y pensar la educación hacia una democracia más fuerte, segura y consciente en las nuevas generaciones de jóvenes y profesionales.
Colombia, Chile y Perú no solo comparten acuerdos comerciales y zonas fronterizas. También son países democráticos, que hoy en día están siendo sacudidos por una serie de eventos políticos, económicos y sociales que requieren una atención especial y un compromiso no solo de parte de sus dirigentes políticos, sino también de las organizaciones públicas y privadas y en especial de la ciudadanía para mantener un orden y llegar a acuerdos que vayan en pro de la sociedad y del avance del país.
Ante esta realidad y gran desafío, la Pontificia Universidad Javeriana, la Pontificia Universidad Católica de Perú y la Pontificia Universidad Católica de Chile se unieron para crear el simposio Educar para la Democracia. Acto que se llevó a cabo en las instalaciones de la universidad peruana y que contó con la presencia de sus tres rectores: Luis Fernando Múnera Congote, S.J., Carlos Garatea Grau e Ignacio Sánchez, respectivamente.
Al respecto, el padre Luis Fernando Múnera afirma que “esta iniciativa busca el fortalecimiento de la cultura democrática y de la ciudadanía global a partir de un hecho que se constata en la educación superior global: la necesidad de que las universidades sean templos de la democracia, lugares donde se formen ciudadanos críticos”.
Y explica que la propuesta de este simposio Educar para la Democracia es “desarrollar la dimensión ciudadana de cada persona en las comunidades universitarias, señalando que el desarrollo de las competencias de la ciudadanía y el fortalecimiento de la cultura democrática tiene como sentido la búsqueda del bien común para encontrarle un sentido a la vida pública, a la profundización y expansión de la democracia que hoy está amenazada”.
Por su parte, el rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Ignacio Sánchez, comentó que “es muy importante que las universidades se involucren en los temas relacionados con los derechos humanos, paz, reconciliación, convivencia nacional y democracia, porque están muy presentes hoy en toda Latinoamérica. Cada país tiene sus realidades distintas y podemos aprender unos de otros en forma colaborativa, y esto es lo que nos lleva a trabajar conjuntamente con la Universidad Javeriana de Colombia y la Pontificia Universidad Católica del Perú”.
“Nuestro papel es clave en la formación de ciudadanías comprometidas. Somos espacios de encuentro generacional, intercultural y de conocimientos, donde se fomenta el pensamiento crítico, el respeto por la diversidad de ideas y se impulsan acciones concretas”, señaló Carlos Garatea, rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Espacios de encuentro y diálogo
Uno de los momentos principales para el lanzamiento y presentación oficial del simposio fue la conversación entre los tres rectores de las universidades, donde profundizaron en ideas como comunicar la importancia que tiene la democracia y la democracia en América Latina, pero sobre todo comunicar y formar a los jóvenes en valores democráticos, despertar la conciencia del otro en los estudiantes y que valoren la diversidad como espacios de encuentro y de enriquecimiento.
Así mismo, se especificó que las universidades tienen una amplia posibilidad de ser espacios de puente entre actores políticos, actores sociales y la comunidad para conversar. “Debemos ser lugares que atraigamos al diálogo, un diálogo respetuoso, de escucha, con propuestas”, expresó el rector Ignacio Sánchez, “para mostrar que es posible resolver los problemas y diferencias que comprometen a la gente, no solo a universidades u organizaciones”, complementó el rector Carlos Garatea.
En un mundo donde las personas viven con miedo e incertidumbres, el padre Luis Fernando Múnera hizo un llamado a ser “muy cuidadosos con el miedo, porque usado políticamente es uno de los mayores polarizadores, y creo que las universidades deben ser esos espacios donde la gente se siente cómoda viniendo de todos los lugares, de todas las orillas, a conversar, a debatir, a ser escuchada y escuchar a otros”.
El reto de las universidades con la democracia
Otro de los espacios que se desarrollaron en el lanzamiento del Simposio fue el panel ‘El reto de las universidades hoy: relato regional sobre educación y democracia’, done participó Sebastian Líppez de Castro, decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, de la Javeriana.

Allí, junto con Patricio Bernedo, profesor de la Facultad de Historia de la Universidad Católica de Chile, e Yván Montoya, profesor del Departamento de Derecho de la Universidad Católica del Perú, se expuso cómo hoy las democracias de los países latinoamericanos están debilitadas y en un estancamiento, cómo la humanidad se encuentra en un cambio de época y los desafíos de la educación en la democracia.
Sebastián Líppez comentó que hoy hay una “fatiga democrática” y que el papel de la universidad es incomodar a la ciudadanía con preguntas incómodas que la saquen de la apatía y el cinismo en el que se encuentra. “La universidad tiene que hacer que los ciudadanos sean conscientes de su papel en la democracia”. Esto se logra con programas académicos que fomenten el pensamiento crítico.
“El miedo, usado políticamente, es uno de los mayores polarizadores, y las universidades deben ser esos espacios donde la gente se siente cómoda viniendo de todas las orillas, a conversar, a debatir, a ser escuchada y escuchar a otros”, Luis Fernando Múnera, S.J.
Es así como, a través de un comité asesor, se analizarán los desafíos que enfrentan los países en estos temas y se buscará también aportar al debate público y a la formación de la ciudadanía. Así mismo, el Simposio Educar para la Democracia tendrá reuniones semestrales para definir las iniciativas a implementar, tales como conferencias, publicaciones, piezas audiovisuales, entre otras.
Finalmente, este Simposio hace parte de la formación universitaria que habla de la calidad que ofrecen las instituciones a sus estudiantes y a la sociedad al ser formación democrática. “Esta preocupación que tenemos es una preocupación de calidad educativa también al final. Cómo somos más pertinentes en sociedades donde las democracias están debilitadas y cómo contribuimos -con nuestro proyecto formativo- a formar para la democracia que es formar para la sociedad, que es el núcleo de la misión de una universidad por ser universidad”