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AYUDAR A UNA GATA EN CELO
El celo felino es un proceso normal de la reproducción de los gatos, aunque para muchos dueños puede resultar una experiencia difícil de sobrellevar, por las conductas molestas que tanto las gatas como los gatos manifiestan.
El celo en los gatos se produce con el solo objetivo de procrear y reproducir la especie, por lo que si no deseas tener una camada de mininos lo mejor es que aprendas cómo ayudar a una gata en celo, así que te damos algunos consejos para que puedas lidiar con esta situación:
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Características del celo
El celo, llamado también estro, es simplemente el período fértil del animal, que se produce cuando ha alcanzado la madurez sexual. Usualmente esta etapa de su vida llega entre el primer año y el quinto, pero también hay casos muy frecuentes de gatas en celo con solo cuatro meses. Sin embargo, con esa edad no se recomienda el apareamiento, pues el cuerpo de la gata aún no se encuentra lo suficientemente maduro para concebir y pueden surgir complicaciones. El celo de las gatas inicia en las épocas
del año en que hay más luz solar, necesitando unas doce horas de luz a diario, por lo que la fecha variará de acuerdo al país en el que vivas. El ciclo se produce tres veces al año, teniendo un duración variante de acuerdo a las condiciones climáticas, entre cinco días hasta dos semanas. Al transcurrir este tiempo, la gata pierde interés en aparearse y los machos dejarán de estar tras ella.
Síntomas del celo en las gatas
Quienes tienen gatas en casa, saben lo desesperante que puede llegar a ser cuando entran en período de celo, pues los “síntomas”, o más bien los signos de esto, pueden causarle al amo algunos dolores de cabeza. Ante estas señales, sabrás que tu gata está en celo: • Necesita mucha más atención y mimos de lo habitual. El celo pone a las gatas más sensibles, por lo que te dará muestras de afecto intenso e insistente. • Comportamiento agitado. Es normal que durante esos días esté mucho más inquieta, por lo que distraerla será más complicado. • Al contrario de los perros, muy raras veces muestran descarga vaginal o hinchazón de la vulva, aunque pueden darse casos raros en los que segreguen un poco de mucosa. Sin embargo, es recomendable consultar con un médico, por si esa segregación sea signo de alguna dolencia, como cálculos renales. • Adoptan una postura particular: inclinan el cuerpo, levantan la parte posterior, ladean la cola y dejan expuestos los genitales. • Especialmente cuando no pueden salir de la casa, profieren maullidos penetrantes y chillidos con los que atraen a los machos. • Se revuelca en el suelto, dando vueltas. • Si vive en una casa o apartamento donde no se le permite salir al exterior, tratará por todos los medios de buscar una forma de escaparse, e incluso querrá convencerte de que la dejes salir para encontrarse con todos sus pretendientes. • Aumentan los ronroneos. • Frota su cabeza y cuello contra todo lo que le llama la atención, especialmente superficies suaves. • Se lame la zona genital más de lo habitual (recuerda que cuando no están en celo lo hacen como parte de su rutina de higiene). • Trata de dejar su olor orinando de una forma características en los rincones de la casa: en lugar de orinar agachada como es lo usual en ella, lo hará levantada, con la cola hacia arriba y haciendo un movimiento algo vibratorio.
¿Qué hacer para ayudar a tu gata durante el celo?
Aunque la única forma de evitar por completo el período de celo es mediante la esterilización, te damos algunos consejos para que tú y tu gata puedan atravesar los días del estro con más tranquilidad: • Dale más atención. Ofrece a la gata caricias, abrazos y mimos para calmar su ansia de estímulos. También puedes cepillar su pelaje. • Juega con ella. El entretenimiento le hará “olvidar” de a ratos el celo y la dejará agotada. Inventa juegos que impliquen actividad física, como aquellos en los que deba correr, perseguir y saltar. • Cierra las ventanas de la casa, especialmente las de aquellas habitaciones donde la gata pasa más tiempo, para evitar intrusos macho. • Bajo ningún motivo dejes a tu gata salir de la casa, pues lo más seguro es que cuando vuelva estará preñada. • No dejes que te convenza. Si nunca has tenido una gata en celo, te sorprenderá lo persuasivas que pueden llegar a ser para que las dejes salir de la casa. No te dejes engañar. • Evita a toda costa el contacto con gatos macho. • Consulta con tu veterinario el mejor momento y el método más adecuado para esterilizar a la gata. No te recomendamos que le administres anticonceptivos orales ni inyectados, pues diversos estudios han demostrado que aumentan la posibilidad de que la gata desarrolle una mastitis o sufra de cáncer. La esterilización es el método más recomendable. • La creencia de que es necesario dejarles tener por lo menos una camada para evitar enfermedades es un mito: cualquier riesgo derivado de un útero inactivo es descartado con la esterilización. • Si la gata queda preñada, busca hogares responsables para los mininos, nunca los abandones en la calle. Estos son los consejos que te damos para ayudar a tu gata a atravesar el período de celo sin salir embarazada. Recuerda siempre consultar con tu médico sobre otras posibles medidas.