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memoria histórica

Prácticamente desconocido en su patria durante su vida recibió el reconocimiento internacional cuando el presidente Chino Mao Zedong publicó su ensayo titulado “En memoria de Norman Bethune” con el que documentó los últimos meses de su vida. Este trabajo se convirtió en lectura obligatoria en las escuelas chinas durante la Revolución Cultural (1966-1976).

Es de los pocos occidentales a quienes se ha dedicado estatuas en China. Está enterrado en el cementerio de los Mártires Revolucionarios junto a otras personalidades.

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En otras partes de China, varias instituciones y hospitales llevan su nombre, al igual que ocurre en el Paseo Canadiense de Málaga.

En Canadá se encuentra el Bethune College dee la Universidad de York y el Dr. Norman Bethune Collegiate Institut, una escuela de secundaria. En Andalucía se encuentra el Centro de Formación profesional específica de la Cruz Roja “Norman Bethune” situado en Alyamate (Málaga) en homenaje a la ayuda prestada por Bethune a los habitantes de esta ciudad.

El Gobierno de Canadá compró en 1973 la mansión donde había nacido Norman. El año anterior había sido persona de importancia histórica nacional. En 1976, tras la restauración del edificio, se abrió al público como Casa Memorial Bethune, clasificada como sitio Histórico Nacional de Canadá.

La ciudad de Montreal, en Quebec, creó una plaza pública y erigió una estatua en su honor.

En marzo de 1990, para conmemorar el centenario de su nacimiento, Canadá y China emitieron sellos postales en su honor con el mismo diseño.

Hoy existe una calle a su nombre en la barriada de Soliva Este en Málaga.

“La desbandá”

El 8 de febrero de 1937 más de 150.000 personas civiles tomaron la carretera Málaga-Almería para huir del ejército franquista en lo que se conoce popularmente como “la Desbandá”. Esta carretera se convirtió en un río humano cuando 150.000 civiles la utilizaron para huir del alcance del ejército franquista.

A mitad de camino un médico canadiense, Bethune, decidió vaciar su camión ambulancia de los utensilios para la transfusión de sangre con los que pretendía ayudar a los heridos en la huida. Bethune decidió cambiar de planes y puso su vehículo al servicio de los refugiados. Durante tres días transportó a decenas de ellos hasta Almería.

La ciudad acababa de ser tomada por los franquistas y avanzar hacia ella resultaba imposible.

Aquella masacre terminó con unos 300.000 huidos y entre 3.000 y 5.000 personas murieron en esta ruta costera hostigadas por la aviación italiana desde el aire y los acorazados franquistas desde el mar.

Aun así, a Bethune le quedaba por vivir la guerra de China, donde le llegaría una muerte inesperada que lo convirtió en un héroe de la Revolución.

Antes de todo esto, este cirujano había sido leñador en los bosques de Canadá, médico en la 1ª Guerra Mundial y acomodado propietario de una clínica en Detroit.

En 1926 estuvo cerca de la muerte por tuberculosis. En 1935, tras una visita profesional a la URSS se afilia al Partido Comunista.

Estuvo en España 7 meses y sitúa el Centro de Transfusiones muy cerca del rente, para él era algo muy inmediato porque recogía la sangre, la embotellaba y la llevaba al frente. Poco a poco fue extendiendo el área de atención a los heridos llegando hasta el Este de la Península (Valencia). Estando allí supo del avance franquista sobre Málaga y sobre la precaria situación de la población civil y junto con su equipo acudió en su ayuda.

Emprendió una campaña ante USA y Canadá para recopilar fondos para su Instituto de Transfusiones en Madrid.

Fue clave para la organización del servicio de transfusión sanguínea durante la Guerra Civil.

Andalucía, agosto de 2022.

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