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BARRIO LAS AGUAS, BOGOTÁ. NOVIEMBRE 2021 EDICIÓN No.76.
Plaza Date Gusto: en la variedad está el secreto
Los Cantor Vargas, liderados por doña Noelba, se han posicionado como una familia de empresarios. Sin importar los desafíos que trajo la pandemia, continúan batallando para cumplir con lo que se proponen.
Aparece en la foto: Camila Vargas. De fondo un mural pintado por Tajesabo, más información @tajesabo en Instagram.
La idea principal de doña Noelba Vargas, dueña del local Plaza Date Gusto, era dar en arriendo su local para que tres personas diferentes crearan y administraran sus restaurantes. Así cumpliría una de sus metas: generar empleo. A finales de 2018, justo en frente a la entrada del Edificio Santo Domingo, sobre la Calle 21, abrió un módulo de venta de arepas, uno de hamburguesas y otro de helados. Este fue el boceto de lo que hoy en día es la plazoleta de comidas Date Gusto, un local de fachada verde aguamarina con murales en su interior. Cuando empezó la pandemia del covid-19, doña Noelba y sus dos hijos, Jessica y Eduardo, decidieron no recibir el local a sus tres arrendatarios y les propusieron esperar. Lo que comenzó como una nueva idea de emprendimiento, terminó con un cierre forzado por las medidas de bioseguridad y cuarentenas implementadas por las autoridades distritales en Bogotá. Así, el local permaneció cerrado por un año y cuatro meses. La reactivación económica de la capital se dio paulatinamente; sin embargo, para agosto de 2021 tomó más fuerza. Por su par te, la Universidad de los Andes notificó a sus estudiantes de un regreso al campus con alternancia. Solo el 30% de los estudiantes volvió a comienzos del segundo semestre
de 2021. Esto bastó para que los Cantor Vargas reabrieran Date Gusto. Después de una profunda renovación al local, a principios de agosto de 2021, doña Noelba y sus hijos inaguraron la plazoleta de comidas. Ahora son cinco módulos con diferentes propuestas. Está Amor a la Mexicana, el más popular; Sauvory, de comida rápida; Obreck, de pizza y jugos; y dos módulos nuevos, que aún están desocupados, en los que abrirán un bar de jugos y comida vegetariana. “Las primeras semanas de agosto estuvieron muy bien, pero después las ventas bajaron. A veces teníamos ventas diarias de solo $40.000 pesos. Realmente estábamos preparados para que esto pasara porque sabíamos que este semestre no vendrían todos los estudiantes”, dice Jessica Cantor, hija de doña Noelba y creadora de la identidad gráfica de la plazoleta. La aper tura de un restaurante es demandante, muchas cosas están en transición. Las recetas se deben estandarizar y los clientes fidelizar. “Analizamos que en el sector hay variedad de restaurantes, pero todos están ubicados en lugares diferentes”, señala Camila Vargas, sobrina de doña Noelba y actual administradora de Date Gusto. Con la plazoleta el objetivo es reunir una ofer ta variada de comida en un solo lugar, pues usualmente los estudiantes acuden en grupo y cada uno escoge algo diferente.
La imagen, además de la variedad, ha sido esencial en atraer clientes; muchos disfrutan llegar a la Plaza y tomarse fotos con los grafitis y murales pintados al interior. Camila describe a doña Noelba, como una mujer de negocios. Ese rasgo emprendedor de su carácter tiene a Date Gusto como un lugar que los estudiantes visitan más de una vez a la semana. Con la tarjeta de cliente fiel, los comensales reciben un sello en cada compra que hacen en la plazoleta. Al completar los diez sellos, reciben un plato de la carta gratis. Un grupo de estudiantes de medicina está aprovechando al máximo este mecanismo y llega todas las semanas al restaurante. Date Gusto, es uno de los negocios que creó doña Noelba, pero no es el único. Eduardo, el hijo de doña Noelba, administra un negocio de tomates orgánicos en Villa de Leyva y tienen otro negocio de venta de accesorios para practicar deportes extremos en esta misma ciudad. La plazoleta Date Gusto destaca entre los negocios familiares, como un espacio para crear oportunidades y trabajar en equipo. Jessica crea toda la publicidad e imagen, Eduardo se preocupa por el mantenimiento, Camila administra y doña Noelba dirige.