Encuentro 13
Recibo a Jesús, mi hermano Referencia: https://issuu.com/ppceditorial.mexico/docs/191065_alianza_g2_issuu
Público objetivo: Adultos: Padres de familia, Padrinos, Abuelos, Catequistas y otros responsables de la formación espiritual de los niños.
Objetivo de la Cápsula: Recibir a Jesús en nuestro hogar y hacerlo presente en nuestra vida.
¿EN DÓNDE ESTAMOS? z ¿Cómo nos preparamos en nuestra familia para celebrar la Navidad? z Y, ¿cómo se prepara nuestra comunidad? ¿Cómo celebramos esta fiesta tan
importante para los cristianos? encontrarnos con el Señor?
PARA REFLEXIONAR Escuchamos Mateo 1,20 Mientras pensaba en esto, se le apareció en sueños un ángel del Señor, diciéndole: “José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo”.
Compartimos z El papa Francisco nos recuerda tres actitudes para, como José y María, prepararnos
para recibir a Jesús. z Vigilantes en la oración, trabajadores en la caridad y exultantes en la bendición.
Es decir, debo orar, con vigilancia; debo ser trabajador en la caridad –la caridad fraterna: no solo dar una limosna; también tolerar a la gente que me molesta, tolerar en casa a los niños cuando hacen demasiado ruido, o al marido o a la mujer cuando están en dificultad, o a la suegra. z Tolerar, siempre con la caridad, pero activa, y también la alegría de bendecir al
Señor. Así debemos vivir este camino, esta voluntad de encontrar al Señor.
Jesús, mi hermano
z ¿De qué manera José y María son modelo para nuestra familia? ¿Cómo nos ayudan a
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z Y también nos dijo el papa: “Estoy en camino para encontrarlo a Él, en camino para
encontrarme, y cuando nos encontremos veamos que la gran sorpresa es que Él me está buscando, antes de que yo comenzara a buscarlo”.
TIEMPO EN FAMILIA z ¿Cómo podemos vivir la oración, la caridad y la bendición en nuestra familia? z Planteamos la manera de vivir cada una de estas tres actitudes durante la semana.
ORAMOS San José, tú que recibiste a María y a Jesús en tu hogar, déjame también entrar en tu casa; déjame tomar al niño y besarlo para llevarlo en mi corazón, porque también es mi Jesús y mi amor.