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Unacar acumula tres quincenas
Pensionados y jubilados se
quejan de la falta de compromiso de la Rectora para darles su dinero
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Desde el año pasado los extrabajadores de la Universidad Autónoma del Carmen alzaron la voz para pedir el pago de sus prestaciones económicas, pero no les cumplen.
La Universidad Autónoma del Carmen (Unacar) adeuda ya tres quincenas de sueldos a más de 60 extrabajadores jubilados y pensionados, sólo ha pagado a quienes ganan menos de cinco mil pesos con el pretexto de la rectora, Sandra Martha Laffón Leal, de que “no les hace falta”, a pesar de que entre esas personas hay viudas y adultos mayores.
Los jubilados manifestaron sentirse decepcionados de la rectora de la Unacar, la morenista Sandra Martha Laffón Leal, quien lleva meses al frente de la Universidad y ha hecho poco para resolver el problema de pago a los pensionados, además de que a algunos solamente le han dado la primera quincena de enero, pero les “timbraron” el recibo de nómina de la segunda como si hubiesen recibido su dinero
Margarito García Chan y José Hernández Sánchez comentaron que como ellos, hay más de 50 extrabajadores universitarios que se ven afectados por la falta de pago de al menos tres quincenas. Otros carmelitas, que pidieron el anonimato para evitarse problemas,


La Unacar no sólo no paga, sino que envía recibos ‘timbrados’ de la segunda quincena de enero, pero no hemos recibido ese dinero”.
GUADALUPE CALDERÓN MAESTRA JUBILADA señalaron que de forma extemporánea le han pagado a los que ganan menos de cinco mil pesos, que son alrededor de 60 personas.
Mientras los que reciben más de cinco mil apenas han cobrado una quincena de cuatro que ya han transcurrido este año, y “lo peor es que nos ‘timbraron’ el recibo de nómina de la segunda quincena de enero, pero sólo cobramos la primera”, así lo denunció en redes sociales la maestra jubilada Guadalupe Calderón Gómez.
En el “post” señala: “La Unacar no sólo no le paga a los jubilados, sino que ahora envía recibos timbrados con fecha correspondiente a la segunda quincena de enero, cuando nunca hemos recibido ese pago. Esto en términos legales se conoce como fraude”.
La mujer, en entrevista destaca que “a veces el egoísmo humano no permite visualizar el daño tan grande que se causa cuando se malversa un recurso económico canalizado a un bien social”. Tal es el caso -continuó- de la suspensión del pago de jubilaciones y pensiones en la Unacar. Las nuevas autoridades nos recomiendan esperar porque “no hay dinero y hay que tener paciencia, porque no hay para cuando”.
Por su parte una pensionada por viudez compartió que “es estresante, mis hijos son chiquitos y tengo compromisos de pagos y actividades que planeamos cubrir; yo trabajo en un pequeño negocio que acabo de crear para que no falte comida en la mesa, pero la pensión que me dejó mi difunto esposo me hace falta y a la Universidad parece no importarle porque no paga”. (Gerardo Can Dzib)