4 minute read

Está pasando

La libertad consiste en ser dueños de la propia vida

POR MAITE

Advertisement

TENGOUNAAMIGA que dice que últimamente cuando levanta la tapa del puchero, el olor del guiso le produce tal asco, le provoca tal angustia, que no puede comer, esto le está costando entre otras cosas el perder varios kilos, pero esto no le ocurre con las comidas sencillas como unas sopas de leche, o un yogur, solo con comidas elaboradas. Pues a mí me está ocurriendo igual no con la comida sino con las actitudes de algunas personas. Unas actitudes que están tan elaboradas, recocidas y condimentadas que no puedo con la nausea. Me produce nauseas contemplar su necesidad de imitar los caminos que ven en otros, su necesidad de exponer los triunfos, las valías y las plusvalías, en definitiva pensar que solo algunos proyectos vitales tienen valor suficiente y por eso se afanan en conseguir logros que les lleven a las mismas metas. No deja de ser un cierto provincianismo, y no es que esto, lo del provincianismo, tenga algo criticable, sino que es por lo que tiene de conservador, de inamovible, de guardián de esencias patrias. Estamos en épocas de rebajas, y en ellas, aunque siempre podemos encontrar cosas de valor a buen precio la mayoría de lo que encontramos son saldos, cosas de otra época, meras copias de lo que fue su original, imitaciones. Nos encanta el oropel, las luces, las medallas, los méritos, los créditos. Creemos que eso nos puede dar la felicidad. Y es una pena, basta recordar las películas que una vez terminadas despliegan una inacabable lista de créditos, que generalmente nadie lee, salvo por ver si sale su pueblo o el nombre de la iglesias del mismo. Este es el vacío que vivimos, más acuciado con la Pandemia que con las prohibiciones de reencuentros consigue que, por lo menos la mayoría de nosotros, no podamos aturdirnos en el tumulto, ni perdernos en el barullo, y necesitemos de escaparate; estamos instalados en el vacío, atrapados en él. No tenemos nada propio. Se habla de la vida como una valor insoslayable, pero no se vive. Unos porque no tienen oportunidades y otros porque

su hiperactividad les impide ver la vida de cerca. Hay un libro "Los asquerosos" en el que el protagonista logra entender la importancia de vivir, que no es otra cosa que conocerse a sí mismo y simplemente vivir. No es fácil renunciar a la mirada del otro, no es fácil dejar de buscar su juicio. Me gusta la gente "con la cara lavada y recién peiná" que dice la copla y haberlas hay las, solo tenemos que arrimarnos a ellas si las encontramos.

La nueva realidad

POR TERE

"Va cayendo la noche...", Fidela cierra la puerta de su casa. A esa hora es cuando más le asaltan y martillean estos tristes pensamientos. Esta nueva realidad que está viviendo, de miedos, inseguridades, alejamientos personales, la está sobrepasando. Ella siempre ha necesitado, y sigue necesitando, a los otros; las personas para ella son lo principal, necesita de sus charlas, sus abrazos, su cercanía. La carencia de estas actitudes ahora la entristeces, la deja pensativa... ¿Hasta cuándo? Cómo la deprimen estas despedidas, tan monótonas, tan frías, donde "… no hay sonrisas, suspiros, ni besos."

Día de la mujer

POR MAITE

FELIZDÍADELAMUJER, que se identifica con alguna de los siguientes características: Trabajadora. Consciente de su ser como persona única e irrepetible. Que sabe cuál ha sido su proyecto vital, aunque no lo haya podido lograr, a veces ni siquiera en parte. Que entiende que hay decisiones en su vida que tienen y han tenido que ser consensuadas, pero otras que solo a ella le han correspondido. Que aprende a empezar de nuevo, y no se siente culpable por ello. Que es tan generosa como para ser la que mejor cura y atiende a otros, pero que reivindica que también otros miembros familiares se ocupen de esas tareas. Que sabe que no hay nadie que haga mejor que ella las tareas del hogar y más rápido pero que ha aprendido que es importante compartir y delegar esas responsabilidades. Que se entusiasma por su trabajo y está dispuesta a asumir cargos de responsabilidad aunque esto suponga un tiempo extra que tendrá que restar del dedicado a la familia. De la que aspira, sueña y trabaja por llegar a puestos importantes socialmente, presidenta de un país, de una empresa, ministra o presidenta de un banco. De la que sabe que las injusticias solo se vencen trabajando en los lugares adecuados para ello, las instituciones, los partidos políticos, las asociaciones vecinales, las universidades populares, las escuelas de adultos... Que llena las iglesias y las religiones, a pesar de ser ninguneadas por ellas y que empieza a dar pasos en reclamar el puesto que les corresponde por numero de participación y por preparación. Que está siempre dispuesta a aprender, a la edad que sea, porque ha descubierto el gozo que supone el conocimiento. Que reivindica y arriesga tiempo, vida personal e incluso a veces seguridad física por reclamar sus derechos. Soñadora, emprendedora, que arriesga, se frustra y acepta que esta vida es una carrera de fondo y que lo importante es llegar. Que acepta su edad, sus deterioros, sus arrugas, en definitiva que acepta que la vida es un camino y que ellas ya han andado mucho por él. Que el balance final es complejo pero que confiesan, como el poeta que han vivido.