4 minute read

Universidad Autónoma de la Ciudad de México: Colección Poesía

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE LA CIUDAD DE MÉXICO:

COLECCIÓN POESÍA

Advertisement

POR FELIPE VÁSQUEZ

a poesía ha sido una presencia continua en nuestras sociedades. Los poetas han acompañado la historia del Latinoamérica desde la Independencia hasta las revoluciones del siglo xx, desde las revueltas del 68 hasta los grandes movimientos sociales del siglo xxi. Somos una región de grandes poetas. Y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (uacm), creada en 2001, tuvo presente la literatura desde el principio (es la primera universidad pública de México que tiene la carrera de Creación Literaria). Entre sus varias colecciones de literatura, destaca la de Poesía, que ha publicado a poetas consagrados y a jóvenes, a autores mexicanos y de otros países. Esta colección mantiene un vínculo estrecho con la colección Al Margen, que reúne estudios críticos sobre poesía y poetas. De esta manera, la uacm da continuidad a la tradición de las grandes universidades de México, que en sus catálogos ha habido siempre un lugar para la poesía. Creemos que un mundo sin poesía es un mundo menos habitable. Con Octavio Paz suscribimos que el poema es un «espejo de la fraternidad cósmica». 

Participaron en las xii Jornadas Universitarias de Poesía Ciudad de Bogotá: Felipe Vásquez Ana Alonzo Luis Flores Romero.

Otros destacados poetas contemporáneos publicados: Eduardo Milán, Kamau Brathwaite, José Kozer, Enrique Jaramillo Levi, Sigmund Méndez, Hernán Lavín Cerda, Christian Peña, Blanca Luz Pulido, Hugo Plascencia y Eduardo Chirinos.

Ana Alonzo

(Ciudad de México, 1978)

Deus

En la oscuridad nos ampara el alma en ella la raíz materna del sol y la memoria de dos Olmos pesados de agua y los tiempos sus cárceles desolan heredan tan sólo lejanía de vientos de tambores

y el imperio nos cede su caída como una espada. Para hablar se necesita retroceder la noche, penetrar volviendo a la sal de esa gran boca, hundirse como miel en esa presencia de padre y rodearse de suelo despeñarse de incendios casi por el nombre olvidarse y por el olvido apedrear esa gran puerta, sin armadura, sin soldados, apedrear, abrirla así sea como caballo, al irse, desnudándose de viento.

Saludo anticipado

No quisiera cortejarte siempre con incendios: la luna vive sola y resplandece, no quisiera, te digo, arriesgarte al caudal de mis miedos: el cielo fulgura y oscurece, pero si el sur siempre es el norte el quisiera puede ser una sonrisa breve, la mano que asciende, la palabra de bienvenida que me ampara de tu adiós antes de saludar.

Christian Peña

(Ciudad de México, 1985)

Calle

Ando en la oscuridad de tu cuerpo: los perros desvelados de tu voz me señalan el camino.

Me desvelo recorriéndote con los pies descalzos, con la boca abierta y un dolor de caballo que me patea el estómago. (Mis ojos a la altura de tu sexo saben lo que la noche no.)

Es tarde, amor. Pasan de largo hombres en bicicleta, autos veloces y uno que otro borracho, mientras duermo y espero despertar contigo; barrer de tu espalda el polvo que amanece afuera de las puertas.

Tren

De espaldas, junto a la ventana, miro los árboles perderse, retraso un poco mi adiós.

Hundido en el asiento, me pregunto si nunca abandonamos el lugar del que partimos. Abordando el tren siempre en la aterna estación de mi deseo, voy hacia el recuerdo, al lugar donde el pasado no se sabía futuro.

Viajo y avanzo de espaldas al paisaje: contra mi destino.

Luis Flores Romero

(Ciudad de México, 1987)

Variaciones de un árbol

La parte más melódica del árbol, la parte más frutal se llama pájaro; los pájaros traducen a los árboles, explican su silencio: su follaje; si un árbol imagina, llora pájaros, los pájaros existen; si un árbol se desprecia por inmóvil entonces abandona su estática agonía y decide volar; y en un festin de viento los pájaros son árboles que vuelan o por lo menos son una pequeña parte de los árboles; si un árbol se sacude las heridas los pájaros se esparcen y vuelan y su vuelo es la jornada más rítmica del árbol; los pájaros prolongan a los árboles, los árboles platican en gorgeos, son pájaros, son pájaros.

Canto de los amigos

Ya viene el pájaro cerveza, ya esparce su abundancia, ya se alegran los que tienen afligido el hígado, ya se alegran nuestros pies. Gocemos, oh amigos, al ave de la sangre clara o de la sangre oscura, gocemos al ave del plumaje de vidrio, al ave del pico de corcholata.

Oh amigos, si en verdad vamos a perecer allá en la región de la resaca, allá en la región de la cruda moral; si es verdad que existen los separos donde dicen que nadie perdura, donde se tiene miedo; entonces choquemos nuestras copas para que suene un cascabel alegre, para que cante el pájaro cerveza.

Él ha llegado de la tienda del señor del delantal de hule, de la tienda del señor del delantal florido, él ha llegado para derramarse, ya se sacrifica en nuestras bocas, su canto embriagador ya se propaga, nos da sus flores de espuma, adormece nuestras lenguas.

Celebremos, oh amigos, al pájaro cerveza, con los caracoles que salen del cigarro, con las mariposas de eructo.

Oh, que nunca cese el canto del pájaro cerveza.

This article is from: