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EL NUEVO SCRAP PARA ENVASES INDUSTRIALES Y COMERCIALES

¿Eres una empresa que utiliza envases y embalajes industriales y comerciales para transportar y vender tus mercancías en el mercado español?

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Obligaciones para las empresas (Real Decreto 1055/2022 de envases):

RAP (Responsabilidad Ampliada del Productor). Las empresas deben organizar y financiar la gestión de los residuos de envases que ponen en el mercado.

Inscripción y declaración de envases en el Registro del Ministerio. (Obligación individual).

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Sostenibilidad en packaging

El sector del packaging está implementando ya desde hace años medidas a favor de la sostenibilidad, que afectan tanto a la producción industrial como al envase en sí. A nivel industrial, se priorizan las energías renovables, se busca una mayor eficiencia energética, se mejora el tratamiento de los residuos…

Sustainability in packaging

En relación al producto, se analiza su ciclo de vida, se aplican criterios de ecodiseño, se investigan nuevos materiales (biodegradables, compostables, de origen vegetal), reciclados y reciclables, se apuesta por envases monomateriales (o, si es necesario utilizar más de un material, se facilita el reciclaje posterior), así como por los envases rellenables, que se puedan volver a utilizar. Los envases son cada vez más ligeros, con el fin de utilizar menos materia prima y conseguir un transporte más eficiente. También se ha reducido su volumen, sin alterar la cantidad de producto, en aras de una mejora logística. Y se avala la sostenibilidad del envase mediante certificaciones, desde las relativas a los materiales como pueden ser FSC o PEFC, hasta las certificaciones ISO para obtener la declaración ambiental del producto (ISO 14023), la huella de carbono del producto (ISO 14067) o la huella hídrica (ISO 14046).

Para conseguirlo, la colaboración entre todos los agentes de la cadena de valor es cada vez más imprescindible. Se establecen sinergias entre diferentes sectores y la transversalidad es un valor al alza. Los clústeres, asociaciones y centros tecnológicos muestran un gran dinamismo y los resultados se traducen, en muchas ocasiones, en proyectos de éxito a nivel internacional.

Pero todas estas medidas requieren un gran esfuerzo inversor por parte de los fabricantes, un coste elevado que se suma a otras circunstancias como los problemas de suministro y los cambios legislativos, sobre todo las leyes recientes que afectan a los productores de plástico.

En concreto, se trata de la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados y el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases, una revisión integral de la normativa española en esta materia alineada con los objetivos de la Unión Europea (UE), que permitirá avanzar en la implantación de la economía circular y alcanzar los nuevos objetivos de reciclado de envases para 2025 y 2030. Además de estos objetivos, este nuevo real decreto persigue aplicar la Directiva de la UE sobre envases de plástico de un solo uso; impulsar la prevención en la producción de residuos de envases y su reutilización, y alcanzar los objetivos de recogida separada de botellas de plástico de un solo uso establecidos en la Ley de Residuos y Suelos Contaminados, para una economía circular, y confirmar su cumplimiento, de cara al establecimiento del sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR).

SCRAP, una palabra que es tendencia Los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) son un conjunto de medidas y herramientas que buscan incentivar la recogida, gestión y valorización de residuos. Estos sistemas se basan en la idea de que los productores son responsables de los residuos que generan, desde el diseño del producto hasta el fin de su vida útil. Los SCRAP establecen un sistema de responsabilidad compartida entre los productores, los distribuidores y los gestores de residuos que forman parte de estos sistemas.

En España, los SCRAP se rigen por la Ley 22/2011, de residuos y suelos contaminados, que establece que los productores y los distribuidores deben hacerse cargo de la gestión de los residuos que generan, desde su recogida hasta su tratamiento y valorización.

Existen más de 20 SCRAP en nuestro país. Ecoembes es responsable de los residuos de envases domésticos ligeros (envases de plástico, papel y cartón, latas y briks); Ecovidrio se encarga del reciclaje de envases de vidrio; Sigre, de los medicamentos; Sigfito, de los envases de productos agrarios; Sigaus, de los aceites usados; Envalora, para todo tipo de envases; Cartón Circular, el SCRAP dedicado a velar por la correcta gestión y el reciclado de los envases de cartón en la industria…

En cada uno de estos sistemas, los productores y distribuidores deben registrarse y pagar una cuota para financiar la recogida, gestión y valorización de los residuos generados por sus productos.

A su vez, los SCRAP deben garantizar la correcta gestión de los residuos y cumplir con una serie de objetivos marcados por la normativa. Entre estos, destacan la prevención de la generación de residuos, su reutilización, la reciclabilidad y la valorización energética.

Ecodiseño, una prioridad en el sector

El nuevo marco normativo fijado por el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases y el firme compromiso del sector de incrementar la sostenibilidad en toda su cadena de valor, ha situado al ecodiseño como una prioridad en la transición hacia un modelo productivo más sostenible y circular.

En febrero, Ecovidrio y la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa), presentaron una guía de ecodiseño dirigida a la industria de la perfumería y cosmética española, formada por más de 400 entidades. El documento tiene como objetivo poner a disposición de las compañías una selección de las mejores prácticas en materia de ecodiseño, así como el detalle de las medidas y el conocimiento técnico para reducir el impacto ambiental en todo el ciclo de vida del envase.

La guía incorpora algunas recomendaciones como reducir el peso de las tapas para consumir menos materias primas, seleccionar dosificadores monomaterial, simplificar el diseño de impresión de las cajas para reducir el uso de tintas y favorecer la reciclabilidad, suprimir o reducir algunos elementos como los estuches o los folletos o bien, reducir el uso de film plástico en el envasado terciario, entre otros. Las 55 medidas adaptadas a las características y singularidades del sector se encuentran enmarcadas en siete grandes líneas de trabajo que contemplan la eliminación de elementos, la reducción del peso unitario, optimización de formatos, fomento de la reutilización, mejora de la reciclabilidad, reducción de la huella ambiental y medidas de acompañamiento.

El documento incluye un análisis de los diferentes elementos propios del envasado primario como recipientes, cierres y etiquetados, así como aquellos propios del envasado secundario y terciario. Y también ofrece protocolos y herramientas destinados a facilitar la implementación del ecodiseño en la actividad diaria de las compañías, recomendaciones para reducir su impacto ambiental y maximizar el reciclaje de todos elementos que componen el envase.

La etapa de diseño del envase juega un papel clave en su ciclo de vida y en la sostenibilidad posterior. Tal y como indica la Fundación Ellen MacArthur, dependiendo de la tipología de envase, hasta el 80 % de su impacto puede quedar determinado en ese momento. En este sentido, la guía de ecodiseño ofrece diversos análisis del impacto ambiental tanto en las fases de producción, como de reciclado.

Mejora del impacto de carbono de los envases de cartón Pro Carton, la asociación europea de fabricantes de cartón, reveló un nuevo estudio que demuestra que la industria europea de envases de cartón ha logrado reducir su huella de carbono en un 24 % desde 2018. Los resultados demuestran que los envases de cartón no solo satisfacen las demandas de una economía de base biológica y circular, sino que tienen un papel clave que realizar en la transición hacia una economía baja en carbono. La huella de carbono media de la industria europea de envases de cartón medida recientemente se sitúa ahora en 249 kgCO2eq de la cuna a la tumba y 148 kgCO2eq de la fuente a la puerta por tonelada de envases de cartón.

El estudio ‘La huella de carbono de los envases de cartón 2023’, llevado a cabo por la Unidad de Bioeconomía y Salud de RISE (Institutos de Investigación de Suecia) para

Pro Carton, rastreó el impacto del carbono tanto de la fuente a la tumba como de la fuente a la puerta del cartón de enero a diciembre de 2021. Asimismo, se tuvo en cuenta las emisiones y eliminaciones de gases de efecto invernadero (GEI) fósiles y biogénicos, además de las emisiones derivadas del cambio directo del uso de la tierra (dLUC).

Las emisiones fósiles de GEI proceden de fuentes no renovables como los combustibles fósiles, mientras que las emisiones biogénicas son el resultado de la combustión de biocombustibles y de la degradación de productos de base biológica. Las absorciones biogénicas se refieren a la captación de CO2 de la atmósfera a través de la fotosíntesis durante el crecimiento de la biomasa. Por ejemplo, en la gestión forestal como fuente de fibra de papel.

La reducción de dos dígitos de la huella de carbono de la fuente a la tumba a 249 kg de CO2, y el impacto de carbono de la fuente a la puerta de 148 kg equivalentes de CO2 por tonelada de envases de cartón se han logrado mejorando la eficiencia de los recursos durante el proceso de conversión. También se ha visto reforzada por importantes inversiones en eficiencia energética y fuentes de energía renovables en las fábricas de cartón y en las operaciones de conversión desde que se midieron por última vez las emisiones de carbono en 2018. El cálculo ‘de la fuente a la puerta’ es importante porque corresponde al impacto sobre el que la industria tiene un control directo, hasta que el producto sale de las plantas de transformación.

Los resultados son significativos porque subrayan el liderazgo en circularidad del cartón, respaldado por estudios con base científica, algo que es particularmente importante para los productores de cartón y cartón plegable y las marcas y minoristas a los que suministran, ya que los consumidores ponen más énfasis en la sostenibilidad de todos los productos que compran.

Horst Bittermann, director general de Pro Carton, afirmó que los resultados también son importantes para ayudar a la industria a compararse a sí misma: «nuestros miembros pueden comparar sus propios datos con los promedios del sector y evaluar cómo han dado resultado sus enormes esfuerzos por mejorar aún más la eficiencia energética, utilizar fuentes de energía renovables y actualizar los procesos internos a la última tecnología. El valor ‘de la fuente a la puerta’ de 148 kgCO2 es una mejora sustancial en nuestro camino hacia una economía de base biológica baja en carbono, o incluso neutra, y refleja las mejoras en los procesos y las inversiones realizadas por la industria».

«Por supuesto, la industria no puede tener éxito de forma aislada. Es importante que el nuevo Reglamento de la UE sobre envases y residuos de envases (PPWR) nos apoye con ambiciosos objetivos de recogida en todos y cada uno de los países de la UE. La recogida, sobre todo en los hogares, está en manos de los municipios; únicamente podemos reciclar lo que se recoge», subraya.

The packaging sector has been implementing measures in favor of sustainability for years, which affect both industrial production and the packaging itself. At an industrial level, renewable energies are prioritized, greater energy efficiency is sought, waste treatment is improved...

In relation to the product, its life cycle is analyzed, ecodesign criteria are applied, new materials (biodegradable, compostable, of plant origin), recycled and recyclable are investigated, mono-material packaging is used or, if it is necessary to use more than one material, subsequent recycling is facilitated, as well as by refillable containers, which can be reused. Containers are becoming lighter, in order to use less raw material and achieve more efficient transport. Its volume has also been reduced, without altering the amount of product, for the sake of improved logistics.

And the sustainability of the packaging is endorsed through certifications, from those related to materials such as FSC or PEFC, to ISO certifications to obtain the environmental declaration of the product (ISO 14023), the carbon footprint of the product (ISO 14067) or the water footprint (ISO 14046).

To achieve this, collaboration between all the agents in the value chain is increasingly essential. Synergies are established between different sectors and transversality is an upward value. The clusters, associations and technological centers show great dynamism and the results are shown, on many occasions, in successful projects at an international level.

But all these measures require a great investment effort on the part of the manufacturers, a high cost that is added to other circumstances such as supply problems and legislative changes, especially recent laws that affect plastic producers.

Specifically, it is about the new Law on Waste and Contaminated Soils and the Royal Decree on Packaging and Packaging Waste, a comprehensive review of Spanish regulations on this matter aligned with the objectives of the European Union (EU), which will allow progress in the implementation of the circular economy and achieving the new packaging recycling targets for 2025 and 2030.

In addition to these targets, this new royal decree seeks to apply the EU Directive on single-use plastic packaging; promote prevention in the production of packaging waste and its reuse and achieve the objectives of separate collection of single-use plastic bottles established in the Law on Waste and Contaminated Soils for a circular economy and confirm its compliance, with a view to the establishment of the deposit, return and return (SDDR) system.

SCRAP, a word that is trending

The Collective Systems of Extended Producer Responsibility (SCRAP) are a set of measures and tools that seek to encourage the collection, management and recovery of waste. These systems are based on the idea that producers are responsible for the waste they generate, from the design of the product to the end of its useful life. The SCRAPs establish a system of shared responsibility between producers, distributors and waste managers that are part of these systems.

In Spain, SCRAPs are governed by Law 22/2011, on waste and contaminated soil, which establishes that producers and distributors must take charge of the management of the waste they generate, from its collection to its treatment and recovery.

There are more than 20 SCRAP in our country. Ecoembes is responsible for light household packaging waste (plastic, paper and cardboard packaging, cans and briks); Ecovidrio, which is in charge of recycling glass containers; Sigre, of medicines; Sigfito, with the containers of agricultural products; Sigaus, with used oils; Envalora, for all types of containers; Cartón Circular, the SCRAP (dedicated to ensuring the correct management and recycling of cardboard packaging in the industry…

In each of these systems, producers and distributors must register and pay a fee to finance the collection, management and recovery of the waste generated by their products.

In turn, the SCRAP must guarantee the correct management of waste and comply with a series of objectives set by the regulations. Among these objectives are the prevention of waste generation, its reuse, recyclability and energy recovery.

Ecodesign, a priority in the sector

The new regulatory framework established by the Royal Decree on Packaging and Packaging Waste and the firm commitment of the sector to increase sustainability throughout its value chain, has placed ecodesign as a priority in the transition towards a more sustainable and circular production model. .

In February, Ecovidrio, and the National Association of Perfumery and Cosmetics (Stanpa), presented an eco guide In February, Ecovidrio, and the National Association of Perfumery and Cosmetics (Stanpa), presented an ecodesign guide aimed at the Spanish perfumery and cosmetics industry, made up of more than 400 entities. The objective of the document is to make available to companies a selection of the best practices in ecodesign, as well as details of the measures and technical knowledge to reduce the environmental impact throughout the packaging life cycle.

The guide incorporates some recommendations such as reducing the weight of the lids to consume less raw materials, selecting single-material dispensers, simplifying the printing design of the boxes to reduce the use of inks and promote recyclability, eliminating or reducing some elements such as cases or brochures or, to reduce the use of plastic film in tertiary packaging, among others.

The 55 measures adapted to the characteristics and singularities of the sector are framed in seven main lines of work that contemplate the elimination of elements, the reduction of unit weight, optimization of formats, promotion of reuse, improvement of recyclability, reduction of environmental footprint and accompanying measures.

The document includes an analysis of the different elements of primary packaging such as containers, closures and labels, as well as those of secondary and tertiary packaging. And it also offers protocols and tools intended to facilitate the implementation of ecodesign in the daily activity of companies, recommendations to reduce their environmental impact and maximize the recycling of all the elements that make up the packaging.

The packaging design stage plays a key role in its life cycle and in subsequent sustainability.

As indicated by the Ellen MacArthur Foundation, depending on the type of container, up to 80% of its impact can be determined at that time. In this sense, the ecodesign guide offers various analyzes of the environmental impact both in the production and recycling phases.

Improving the carbon footprint of cardboard packaging

Pro Carton, the European Association of Carton Manufacturers, has revealed a new study showing that the European carton industry has managed to reduce its carbon footprint by 24% since 2018. The results show that carton packs not only satisfy the demands of a bio-based and circular economy, but have a key role to play in the transition to a lowcarbon economy. The recently measured average carbon footprint of the European carton industry now stands at 249 kgCO2eq from cradle to grave and 148 kgCO2eq from source to gate per tonne of cartons.

The study 'The Carbon Footprint of Carton Packaging 2023', carried out by the RISE (Swedish Research Institutes) Bioeconomy and Health Unit for Pro Carton, traced the impact of carbon both from source to grave and from the source to the door of the carton from January to December 2021. Likewise, emissions and removals of fossil and biogenic greenhouse gases (GHG) were taken into account, in addition to emissions derived from the direct change in the use of the ground (dLUC).

Fossil GHG emissions come from nonrenewable sources such as fossil fuels, while biogenic emissions are the result of burning biofuels and breaking down biobased products. Biogenic removals refer to the uptake of CO2 from the atmosphere through photosynthesis during biomass growth. For example, in forest management as a source of paper fiber.

The double-digit reduction of the source-tograve carbon footprint to 249 kg CO2, and the source-to-gate carbon impact of 148 kg CO2equivalent per tonne of cartons have been achieved by improving the resource efficiency during the conversion process. It has also been bolstered by significant investments in energy efficiency and renewable energy sources at paperboard mills and converting operations since carbon emissions were last measured in 2018. The "source to gate" calculation " is important because it corresponds to the impact over which the industry has direct control, until the product leaves the transformation plants. The results are significant because they underline cartonboard's leadership in circularity, backed by science-based studies, something that is particularly important for cartonboard and folding carton producers and the brands and retailers they supply, as consumers place more emphasis on in the sustainability of all the products they buy.

Horst Bittermann, CEO of Pro Carton, said the results are also important for help the industry benchmark itself: "our members can compare their own data to industry averages and assess how their extensive efforts to further improve energy efficiency, use renewable energy sources, and upgrade internal processes have paid off to the latest technology. The “source to gate” value of 148 kgCO2 is a substantial improvement on our path towards a low carbon, or even neutral, bio-based economy, and reflects process improvements and investments made by the industry."

"Of course, the industry cannot succeed in isolation. It is important that the new EU Packaging and Packaging Waste Regulation (PPWR) supports us with ambitious collection targets in each and every EU country. The collection, especially in homes, is in the hands of the municipalities; we can only recycle what is collected," he stresses.

La industria europea de envases de cartón ha reducido su huella de carbono en un 24 % desde 2018