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Ex hospital: sospechosa la g… Extrañas soluciones Aniversario del Gobierno
from 19-03-2023
by El Pinguino
El Bombo Fica hace rato se hubiese despachado esa célebre frase respecto de la “situación” del ex hospital. Es importante que quede claro que esto no es para la risa, y que la frase se utiliza para dar cuenta de situaciones extremadamente delicadas y que solo pueden tener un par de explicaciones. La primera explicación es que las ex autoridades que estuvieron a cargo del proceso de normalización de la Red de Salud Magallanes, los (as) ex Directores (as) del Servicio de Salud Magallanes y los ex intendentes (as) no tuvieron la capacidad o voluntad política para resolver el problema, esto porque hace más de 20 años ya se sabía que esa infraestructura quedaría desocupada. Cabe señalar que estas autoridades estuvieron a cargo de esa infraestructura, esto porque, hasta que se construyó el nuevo hospital, ese edificio dependía del Servicio de Salud Magallanes (Ministerio de Salud), y una vez construido el nuevo hospital, las actuales ruinas dependen del Gobierno Regional, que era una condición dentro del convenio de programación. Si el problema es incapacidad o falta de voluntad, se podría entender, porque el país se ha caracterizado por tener autoridades en altos cargos pero limitada capacidad intelectual (aunque muy populares).
Otra alternativa es que para la autoridad no sea un problema. Una infraestructura donde nació la mayoría de quienes son la base social de esta ciudad, y que en la actualidad es refugio de okupas, personas en situación de calle, menores de edad que ven vulnerados sus derechos, delincuentes que guardaron todo lo robado a una cadena de venta de ropa regional, antisociales que salen a pedir dinero a los (as) vecinos (as) para seguir consumiendo alcohol, y que de vez en cuando le prenden fuego, no resulta ser una preocupación del actual gobernador regional (y parece que de su Consejo Regional tampoco).
Pero lo que resulta sospechoso, y que el Bombo Fica transformaría en una rutina de varias horas, es que si no existe incompetencia ni voluntad política para resolver este problema, y el problema no es falta de interés por resolverlo, entonces solo queda la tesis de que a la autoridad que tiene a cargo esa infraestructura le conviene esta situación. Lo normal sería que el Gobernador desalojara a las personas que están ocupando ilegalmente ese lugar y que se hiciera parte de las correspondientes querellas, pero ¿Por qué no lo hace?, ¿Qué paso con los innumerables anuncios de solución de este problema?, ¿se estará especulando con el lugar?, ¿Se estará esperando que sea tal el nivel de malestar en la comunidad que se venda a un privado a un precio muy bajo para “resolver el problema”?, ¿Quién será el que está esperando para hacer el “negocio del siglo”?, ¿Quiénes estarán a cargo de la venta?, ¿Serían los mismos sobre los cuales pesan sospechas?, ¿”hay perfume de corrupción”, como decía un ex concejal fallecido?, ¿Constituye esta situación un notable abandono de deberes?, ¿Por qué el Consejo Regional no repara en esta situación, si son parte del Gobierno Regional?... Como dice el Bombo Fica… “Sospechosa la güea…”.
Nuestro ego es extraordinario y cada persona es un dios en sí mismo. Al contar con valores que recibió de la familia, amigos, escuela, la calle y su experiencia, crean un juicio de todo lo que sucede. Cada uno de los 7.9 billones de personas del planeta, tienen la solución para los problemas del mundo. Pero en realidad es solo para su pequeño e ínfimo círculo.
Las soluciones para tener un mundo mejor: imperialismo, comunismo, nacional socialismo, islam, neoliberalismo. Visiones fanáticas y sesgadas. Si lo que es bueno para mi y “todo el mundo”, no te sirve a ti, el problema eres tú. Es en ese momento donde el líder supremo, debe detenerse y mirar cuantos millones son como el “problemático”.
El economista José De Gregorio comento hace unos días en Radio Cooperativa: “Lo que hay que hacer -y esta es una tarea del Banco Central y de las autoridades, y una cosa que ayuda mucho- es que se acaben los billetes en Chile”. Como prestigioso economista, contundente, pero como ciudadano demuestra desconocimiento.
Hay personas que ni siquiera tienen la cuenta Rut y no tienen intención de obtenerla. La gente usa efectivo para controlar sus finanzas y verificar cuanto gasta, porque se ganan el dinero día a día o perciben ingresos bajos. Deben estirar el billete para llegar a fin de mes. Por su parte los estafadores, basta que agreguen un cero de más, y de $19.000 la compra ya es de $190.000 y se llevaron la pensión.
Ahora, siempre la gente con estudio encuentra todo tan lógico. Cuando hay un conflicto proponen que lo resuelvan las entidades de control y organismos judiciales. Si nos cobran de más, el proceso de reclamo puede durar días, meses y años para que devuelvan los recursos, y si es estafa, olvídalo. El ciudadano no tiene ahorros, porque gana lo justo desde hace muchos años.
La tecnología de Chile. Se cae el sistema o bloquea la clave. La solución es “asistencia remota”, a tal extremo que algunas importantes empresas solo atienden por WhatsApp. Y con ese mediocre sistema de resolución de problemas, nos quitan las oficinas de atención presencial en las ciudades. Por su parte, existen empresas que administran pagos electrónicos y algunas son una vergüenza operativa, cobrando además comisiones que castigan a las PYMES y por ende al consumidor. Hasta el mismo “patito” del Banco Estado sigue cobrando al ciudadano por usar su servicio.
¿Y por qué vino la idea? Para luchar contra la delincuencia. ¿No será una vuelta muy larga? En cada ciudad todos saben quienes son los criminales. Pero nadie se atreve a hablar porque las leyes son malas, y los delincuentes vuelven a cobrar venganza o las coordinan desde la cárcel. Porque el mecanismo para denunciar es ridículo, en donde prácticamente piden al ciudadano que realice el trabajo de la policía entregando antecedentes concretos, para que después no se haga nada. La virtud de Chile en América era la baja tasa de corrupción, pero hoy algo huele mal, y no es el efectivo.
A un año de asumir el actual gobierno, hemos aprendido la gran diferencia que hay entre ser oposición y gobernar. Y es que, las ideas refundacionales y de los cambios estructurales pareciera que se han topado con la dura y burocrática pared de la realidad. Desde un inicio, se nos ha dicho lo necesario que es la aprobación de determinado proyecto para que el poder ejecutivo pueda implementar sus ideas. Sin embargo, estos elementos claves han sido rechazados uno tras otro. Primero, la ciudadanía rechazó el cambio constitucional, y luego, el congreso, rechazó la reforma tributaria presentada por el Ministro de Hacienda. Durante el cambio de mando, al asumir el actual primer mandatario, se volvió viral el video de una mujer que gritaba emocionada “¡Boric lo va a cambiar todo!”. Hoy este espíritu de cambiarlo todo pareciera volverse simple anécdota.
Una mecánica que se ha repetido a lo largo de este gobierno son los videos y tweets que han sido utilizados para contrastar las diferencias entre las acciones de quienes hoy gobiernan y su actitud en su época de parlamentarios. Un ejemplo es aquel tweet en el que, Gabriel Boric, por allá en el 2011 (Primer gobierno de Sebastián Piñera), criticaba el nivel de improvisación del cambio de gabinete de ese entonces. En aquella época, el actual Presidente, no imaginaba, que unos años después sería él quien tendría la banda presidencial y la responsabilidad de llevar a cabo los cambios de gabinete que, dicho sea de paso, no han resultado mejor que el de su análogo en 2011.
Pero en cuanto a reveses sufridos por el gobierno, hemos notado una clara tendencia a la moderación del discurso presidencial, quien se ha moderado acorde a la realidad del país. Comenzando por el programa de gobierno de Apruebo Dignidad, que contemplaba la condonación universal del CAE, el transporte público gratuito y la refundación de carabineros. La primera propuesta se ha convertido en el impulso de una condonación parcial (Según palabras del Ministro de Educación). La segunda propuesta, adoptando un sentido de realidad, ha pasado a un “Sabemos que el congelamiento de tarifas por más de tres años consecutivos no es sostenible en el tiempo” (Palabras del propio Presidente). Finalmente, y en tercer lugar, hemos pasado a un “refundar no es una palabra adecuada” (En palabras de Gabriel Boric, ya Presidente de la República) quien hoy busca “reformar Carabineros, con carabineros”.
Todo lo mencionado ha desembocado en 2 reacciones. Por un lado, una oposición de derecha que replica la misma dureza que la actual coalición del gobierno impuso desde el parlamento cuando durante el 2019 en adelante. Volviendo actos como el rechazo a la idea de legislar la reforma tributaria, una simple réplica de lo que Apruebo Dignidad realizó en su momento durante el Gobierno anterior. Y desde el otro lado, tenemos unas promesas maravillosas que lentamente se han transformado en una decepción por la clase política, al ser transformadas por el sentido de realidad en políticas públicas que hoy parecen insuficientes. Una combinación de vengativos, desilusionados y frustrados. Si algo hemos aprendido en este último año es que quien siembra vientos, cosecha tempestades.
Entre las poblaciones “El Pingüino” y “Loteo del Mar”