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¡Y a la semana!
from 16-05-2023
by El Pinguino
Ya pasó una semana y un par de días de la elección para consejeros constitucionales, se siguen sacando conclusiones, algunos intentando interpretar cosas que no dejan dudas de ninguna especie, otros patudamente sin asumir su derrota hablando a nombre de la “inmensa mayoría de los chilenos”, misma inmensa mayoría que les dio con la puerta en la nariz dos veces seguidas, pero se niegan a entender que lo que se debe hacer es la voluntad de la gente y no la voluntad de los políticos; y, mientras no logren entender eso, les van a seguir dando con la puerta en la nariz.
Es claro que la gente como ya dijo en el plebiscito anterior a esta elección, no quiere una constitución con sesgos racistas indigenistas, no quiere una carta Fundamental que permita que se atente en contra de su derecho de propiedad, tampoco que sea el Estado quien elija la educación de sus hijos. Lo que la gente quiere y ojalá se lo metan bien en la cabeza para que no se les olvide y no se pongan creativos con invenciones y maquinaciones engañosas para la gente ni traten de aprobar entre gallos y medianoche proyectos de ley contrario al sentir de la gente, menos aún pretender gobernar por decreto, vale decir, usar esta estrategia propia de los gobiernos totalitarios, para crear normas en perjuicio de la gente evitando todo aquello que puedan, sin pasar por el parlamento.
Lo cierto es que el g obierno está políticamente terminado, definitivamente bastó un corto tiempo para desilusionar a la gente, todo su proyecto de gobierno estaba basado en el mamarracho que fue rechazado en el plebiscito, quisieron insistir, pero quedaron en minoría clara en el en consejo constitucional, el cual es liderado por el Partido Republicano, que obtuvo las primeras mayorías en todo el país, incluso en once de las catorce cárceles en que se permitió llevar a efecto el proceso electoral, de modo que lo que queda es que el gobierno derechamente se sincere, reconozca su derrota y simplemente administre su salida, el país no le creyó a la izquierda radical, no quiere ni su proyecto de vida, ni ninguna clase de normas que lleven a cambiar su forma de vida de manera significativa, ya que la gente lo único que quiere es vivir tranquila, trabajar, tener salud, mejorar su situación en la vejez y sin lugar a dudas el mayor clamor es mejorar la seguridad, gran tema este último que de manera sistemática el gobierno se ha negado a asumir en serio, pero que resulta del todo fundamental para que la gente pueda trabajar y vivir tranquila, para proyectar su familia, para formar a sus descendientes, para dar un mejor vivir a su familia, pero el gobierno se niega a algo fundamental que es dar más y mayores facultades a las policías, apoyar el uso de todos los elementos con que se cuenta para controlar el orden público, incluso el uso de armamento letal, porque el poder bélico de las policías siempre debe ser mayor que el de aquellas personas que deben ser controladas, porque de lo contrario se produce un perverso empate que llama al desafío. también en materia de seguridad, el gobierno de manera consuetudinaria se niega a adoptar políticas migratorias claras, específicas, a establecer un efectivo control de fronteras, un control de quienes son las personas cuya entrada permitimos al territorio nacional, que beneficio aporta con su llegada, que se le puede ofrecer para que viva en el país, cuanta gente venida del extranjero es capaz de mantener nuestro país y ni siquiera hablo de beneficios gratuitos, que trabajos son los que están disponibles, mientras eso no se solucione la seguridad no va a mejorar; y, tampoco va a mejorar intentando el gobierno desarmar y poner problemas a los legítimos propietarios de armas de fuego, a los propietarios inscritos, porque esa no es la gente que delinque, por lo que solo son medidas efectistas destinadas a molestar a personas particulares que no tienen las armas para delinquir, por el contrario, las tienen para defenderse de los delincuentes violentos, las tienen para deporte, para caza o para colección, de modo que poniendo más problemas a los propietarios inscritos de armas no van a bajar la tasa de ninguna clase de delitos, lo que ya se ha demostrado con experiencias en el extranjero, como sucedió en 1996, en i nglaterra y gales en que una Ley de a rmas más restrictiva lo único que logró fue que aumentara la tasa de delitos y con ello también la de homicidios, lo que es de toda lógica, porque los que quedaron usando armas igual que antes fueron los delincuentes, pero se le quitó a la gente respetuosa de la ley la capacidad de legítima defensa.
El gobierno debe reconocer que la gente vota en contra de sus propuestas porque no tiene credibilidad, de modo que lo mejor que puede hacer es administrar su salida de la manera más tranquila posible, sin continuar perjudicando a la gente por el tiempo que le queda.