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forjadores
from 16-02-2023
by El Pinguino
“la región de Magallanes y antártica chilena ha salido adelante gracias al empuje de pequeños y micro empresarios que han posibilitado el surgimiento de una difícil zona para habitar”.
En la Región de Magallanes y Antártica Chilena hay numerosos empresarios que han surgido sobre la base de la dedicación, esfuerzo, inteligencia y capacidad organizacional, que creen en sus ideas e invierten sus capitales corriendo el riesgo de perderlo todo o superar las dificultades que esta decisión implica. Estos esfuerzos que comenzaron como micro o pequeños empresarios han permitido dar trabajo a muchos hombres y mujeres que buscan alguna actividad que les depare un sueldo digno que les permita llevar alivio a sus hogares, contribuyendo también a incrementar las arcas fiscales a través de los impuestos que
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Señor Director: las empresas deben pagar al Estado y a la disminución de la cesantía, estadística que a veces atenta contra la movilidad social. El país debe aprovechar este impulso innovador de sus ciudadanos y por lo tanto merecen todo el apoyo del Estado, facilitando el acceso al crédito, disminuir las trabas burocráticas y estimular su desarrollo, tal como está sucediendo en Educación con el ingreso masivo al sistema y la incorporación a las universidades e institutos técnicos a jóvenes que nunca pensaron en acceder a un título profesional, no por no tener la capacidad intelectual suficiente, sino por no disponer del dinero necesario para costearse los estudios calificados, que son de alto costo.
Difícilmente alguien podría poner en duda la importancia de la movilidad social para el desarrollo y crecimiento de Chile. Sin embargo, pocas veces reflexionamos en torno al rol que tienen para ello las políticas de financiamiento de la educación superior que definen muchas veces si los jóvenes podrán o no continuar con su proceso educativo.
Ahondar en eso fue justamente el objetivo de un reciente estudio realizado por la Universidad Bernardo O´Higgins, que reveló que el actual sistema de financiamiento chileno, con la inclusión de la gratuidad, ha permitido que el 65% de los estudiantes de los quintiles 1 y 2 logre la ansiada movilidad social hacia los quintiles 3, 4 y 5. Otro aspecto destacable es que el sistema de financiamiento mixto que hemos definido como país nos posiciona entre los 10 mejores países de la OCDE, en cuanto a tasas de cobertura y real movilidad social a nivel de pregrado.
En definitiva, podemos concluir que vamos en la senda correcta si queremos avanzar en un eje crucial para el progreso nacional. Hoy estamos a la vanguardia del continente, e inclusive del mundo desarrollado, en la asistencia a la educación superior. Sin embargo, no debemos ser complacientes ni conformarnos porque aún quedan importantes desafíos por cumplir. Uno de ellos es la atención al ingreso a estudios de posgrado, que son decisivos para el desarrollo profesional y la solvencia a lo largo de la vida. La buena noticia es que si todos los actores, públicos, privados y sociedad civil, trabajamos juntos y coordinados bajo ese objetivo común, podremos lograrlo. Esto no puede ni debe ser responsabilidad de un solo estamento, se trata de un factor demasiado amplio y relevante, que requiere el análisis, esfuerzo y compromiso de todos. Sólo así estaremos apostando, realmente, por un futuro mejor.
Dr. Claudio Ruff, Rector de la Universidad Bernardo O´Higgins, UBO, y secretario general de la CUP
Señor Director:
Rodrigo Prenafeta, Youtuber Paralelo 33

Cartas al Director
ENVIAR A: editor@elpinguino.com
E L Artefacto
Señor Director:
Son conocidos algunos famosos desaciertos al cambiar títulos del inglés al español, como por ejemplo el de la película “Ice Princess”, que aunque con algo más de tino en Chile se llamó “Sueños Sobre Hielo”, en España se bautizó como “Soñando, soñando… triunfé patinando”, nomenclatura que no solo era ingenua y deslucida, sino que además revelaba el final de la historia.
En el caso de las memorias del príncipe Harry la situación podría solo ser anecdótica, pero de todas formas hay bastante grados semánticos de diferencia entre contar una historia “Desde las sombras” (título en español) a que el relato sea presentado por un príncipe que dentro de la monarquía fue señalado como un “Artefacto” (“Spare” en inglés).
Si la corte real inglesa ya creía que había sido suficiente con las declaraciones en vida de Lady Di, los diálogos telefónicos privados de Carlos y Camilla o la entrevista de Oprah Winfrey a Harry y Meghan, ahora tendrán que tragarse nada más y nada menos que 560 páginas que recrean cada detalle de un ex integrante de la realeza que, al más fiel estilo de su tío bisabuelo Eduardo VIII, dejó todo con tal de permanecer unido a su amada Wallis Simpson. Las historias se repiten, que duda cabe.
Pero Harry, con una mente arraigada a su tiempo y a la luz de no tener más herramientas y recursos que la atracción que genera en el público, decidió ir un paso más allá. Recordemos que todos sus privilegios reales se fueron perdiendo en cuanto se afincó en los EE.UU., mientras la necesidad de proveerse un espacio propio e independencia económica se hacían urgentes. Biografiar la vida es un ejercicio diferente a dar entrevistas, la palabra escrita queda plasmada para siempre, como registro documentario meditado y sujeto a muy poca interpretación, más aún si el escritor es talentoso. Y en este caso, la pluma de fondo claro que lo es. Joseph Moehringer es el premiado “ghostwriter” que ha vaciado con sagacidad y estilo fluido, propio de los bestseller y de un ganador del Pulitzer, las experiencias más felices y trágicas del desdichado príncipe. Son pocos los casos de un texto que a horas de ser publicado se agota en librerías y sitios online, lo que demuestra una vez más ese interés de las audiencias por saber más detalles de las vidas ajenas, esa “otredad” es un signo de nuestros tiempos que las editoriales y medios de comunicación han sabido siempre explotar. Un millón de dólares por adelantado, según la BBC, fue lo pagado a Moehringer por el texto, una ganga, considerando los millones ya facturados. Dinero más que necesario para quien ha perdido toda clase de protección y privilegios reales.
Maciel Campos Director Escuela de Publicidad y Relaciones Públicas Universidad de Las Américas
Hace algunos años, las empresas eran bastante reacias a implementar conceptos como la digitalización o automatización dentro de sus filas de negocio. Pero hoy esto ha cambiado, ya que, con la pandemia, muchas marcas se vieron en la obligación de reinventarse utilizando herramientas de la transformación digital, la cual adquirió una masividad y velocidad sin precedentes, impulsando no solo nuevos desafíos, sino nuevas soluciones para mejorar la atención al cliente.
Una de ellas es la automatización o digitalización dentro de las empresas, la cual consiste en brindar distintas soluciones tecnológicas que permitan a las compañías tomar diferentes tipos de decisiones, de manera omnicanal y en paralelo, entregar a las personas una mejor experiencia de atención. Pero ¿qué significa esto en la práctica? Menor tiempo de espera para las personas y mayor poder de decisión para las empresas que pueden redestinar eficazmente sus recursos y garantizar que los agentes puedan desempeñarse en labores más humanas y de cercanía a los clientes.
Si hasta hace poco la digitalización se estaba dando de forma paulatina, hoy diferentes empresas han repensado sus modelos de atención al cliente para enfrentar los desafíos que la pandemia puso por delante, como evitar las aglomeraciones, teniendo resultados como los siguientes: un 98% satisfacción al cliente y una reducción del 75% en las tasas de abandono.
Es por esto, que el principal desafío para las empresas a la hora de digitalizarse tiene que ver con la resistencia que muchas veces se tiene para el cambio, ya que pasar de llevar el control en un Excel a tener toda la información en un solo software puede generar en las empresas “miedo”. Por ende, se debe dejar de ver la automatización como una amenaza, ya que lejos de reemplazar el trabajo de los humanos, se presenta como una oportunidad para revalorizar el rol de las personas y así poder entregar una mejor experiencia a los usuarios. Es tiempo de dejar que los computadores hagan lo que mejor saben hacer y las personas puedan reenfocar sus tareas a otras más significativas y competentes.
Xania Pantoja, Co-founder de ZeroQ
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Fundado el 2 de julio de 2008
Raúl CaamañO matamala, PROfESOR UNiVERSiDAD CATóLiCA DE TEMUCO
Más y menos
Ya sumo 72 años. Y desde hace poco más de una década me he declarado asesor cultural de nietos, de nuestros cinco nietos. Y así como nadie nos enseñó a ser padres, ahora ensayamos ser abuelos.
Y en ambos casos, escudriñando en la memoria lo vivido antes, décadas ya, como hijos o como nietos, paso revista a nuestras propias experiencias de vida con nuestros padres y nuestros abuelos.
La vida junto a nuestros padres puede ser más vívida, más prolongada, lo que puede no ser la experiencia de todos, pero sí de los más. En cambio, la vida junto a nuestros abuelos, antes, y señalo nuestra experiencia, fue remota, breve, brevísima o de corta compañía, que casi no alcanzó a ser archivada en los primeros años de nuestras vidas. Relato brevemente mi caso, creo haber tenido lazos concretos solo con tres. Explico, nuestra abuela materna no la conocimos, murió mucho antes de que los cuatro hermanos fuéramos verdad. Los abuelos paternos, sí los tuvimos, nos conocieron, pero pronto, muy pronto partieron a otra vida junto a Dios Padre. Y la dicha, porque sí fue dicha, a muchas voces, compartimos buena parte de nuestra infancia con el abuelo materno. Sí, rotundamente, fue un gozo tenerlo en nuestra casa, verlo todos los días, escucharlo, saber de él, de su oficio como carpintero, curiosear con su permiso y no en el taller, tomar, usar, con su permiso y no, decenas, sino un ciento de herramientas, algunas de factura artesanal. Acompañarlo en su taller tantas como cuantas horas nos lo permitía, o permitían. Observar cómo de un tosco trozo de madera, luego de algún bregar se obtenía una pieza, hermosa, pulida, que se ensamblaba junto a otras, y daban forma a un mueble, silla, mesa, o aparador sencillo.
Nuestro abuelo Enrique no solo era maestro carpintero; la verdad, sí era maestro, nos enseñaba, nos mostraba, nos corregía; de pronto, de la nada, sacaba de un baúl, un libro con cuentos de Pedro Urdemales, se acomodaba sus “antipárrafos”, como solía llamar a su lentes ópticos y nos leía fragmentos de esa genial pieza del folklore chileno. El abuelo era músico, interpretaba la tuba y, no pocas veces, con orgullo, fuimos a escuchar interpretaciones musicales del Orfeón Municipal, grupo que integraba, en el Odeón de la Plaza de Armas de Lebu. El abuelo nos hizo juguetes, nos enseñó a jugar escoba, a sacar el solitario, a jugar dominó, nos recitaba versos, cantaba,… en fin, sería largo narrar las aventuras y desventuras con el abuelo.
¿Y a qué venía todo esto? A que de un reciente artículo de The Economist, titulado “La gloria de los abuelos”, se desprende entre otras ideas, que hay más abuelos sanos y menos nietos que consentir. Los datos, los porfiados datos señalan que desde 1960 la población de abuelos en el mundo se ha triplicado y, a su vez, que los nietos son menos, bastante menos. La incidencia de este dato no es menor, dado que, como ley de la vida, los abuelos transmiten conocimientos, tradiciones y mantienen los vínculos familiares con el pasado. Hace un tiempo, uno de mis nietos me obsequió un adhesivo magnético que señala “los abuelos saben más que google”, le di vueltas a la idea, y ¡sí!, sabemos cuestiones que no están ahí.
Creo que, más temprano que tarde, el actor económico más importante de un país deberá apoyar con subsidios y prestaciones varias esta nueva realidad cultural y social.
¡Vivan los abuelos!¡Vivan los nietos! ¡Sí, vivan!
RiCaRdO heRnández CRemasChi, ExSEREMi DE GOBiERNO