3 minute read

Y al día siguiente

Next Article
HORÓSCOPO

HORÓSCOPO

Y al día siguiente nos dimos cuenta que Chile despertó, sí, despertó del letargo que permitía que los sectores políticos tradicionales tanto de derecha como de izquierda hicieran lo que se les antojara, sin cortapisas y las personas comunes y corriente simplemente acatando las imposiciones de intereses partidistas e incluso de los propios parlamentarios; pero hubo un momento en que se quiso imponer al país una Constitución que lo privaba de su esencia fundamental y Chile la rechazó de manera abrumadora, pero los sectores políticos no quisieron acatar el mensaje que les estaba enviando la ciudadanía, quisieron seguir imponiéndose y subyugando a la gente, olvidando que todos quienes ocupan cargos de elección popular son mandatarios de quienes los eligieron, son mandados por quienes les dieron el voto en su momento, por eso mismo se deben a la gente y no a los intereses personales, ni a los intereses de los partidos políticos, en buenas cuentas la obligación de todos quienes ocupan cargos de elección popular es ser representantes de quienes los eligieron y no representar el interés de los partidos o sus propios mezquinos intereses, pero como eso no lo han querido entender, al punto que mediante una supuesta comisión de expertos se ha pretendido imponer como base para una nueva Constitución un modelo no democrático, sino partitocrático en que los que deberían ser representantes de la gente, en especial los parlamentarios, dejan de deberse a quienes los eligen, para servir, a los intereses de sus partidos porque de lo contrario pierden el cargo; es decir, de nuevo no entendieron nada, no escucharon el clamor de la gente y la gente reaccionó y eligió como consejeros constitucionales a una mayoría de consejeros, que si bien pertenecen a un determinado partido político, que ocupó la primera mayoría nacional, eligiendo en primer lugar a sus candidatos en el país entero, no corresponden al perfil del político tradicional, no corresponden al perfil del político que le dio vuelta la espalda la a la gente, sino que representan la esperanza de un cambio real en la política chilena, que imprima un acento en una mirada hacia dentro del país, hacia las verdaderas necesidades y aspiraciones de la gente, que vuelva a transformar al país, en un país seguro en que sea agradable vivir sin temor, que se vuelva a transformar al país en un país respetuoso de los demás, en que no impere la descalificación y la cancelación propios de la cultura política de quienes dominaron el proceso constitucional del mamarracho anterior y que se rechazó, sino en que impere el reconocimiento del otro que es esencial y propio de la democracia, pero sin que eso signifique ser entreguistas al punto que se llegue a una Constitución habilitante que lleve a que el parlamento por vía de leyes contrarias a los intereses de la gente, a imponer un régimen que fue el que se rechazó en el proceso anterior, por lo que se deberá cuidadosamente estudiar lo propuesto por los supuestos expertos, que claramente está con letra chica.

Los consejeros electos son los encargados de corregir aquellas cosas que habiendo sido redactadas en forma tendenciosa por los mal llamados expertos, no representan el sentir de los votantes o derechamente no son convenientes para la gente y sus verdaderas necesidades, debiendo estos consejeros velar por la libertad de las personas, porque, no debemos olvidar que el Estado no tiene ninguna clase de derechos, facultades, ni libertades más allá de las que las personas le damos, porque quienes son titulares de derechos, facultades, igualdades y libertades son las personas, de manera que cada vez que se le dan al Estado cualquier clase de derechos, significa que esos derechos los pierde la gente, cada vez que se aumenta el poder del Estado, son las personas las que están cediendo parte de su propia libertad.

En consecuencia corresponde a los consejeros electos, como depositarios de la confianza de la gente, dar mayores libertades a las personas, postular un Estado pequeño, con pocas facultades, que respete la libertad de las personas, sobre todo en materia de libertad de emprender, libertad de culto, libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos, libertad de enseñanza, libertad de opinión, libertad de asociación, libertad para adquirir todo tipo de bienes, libre circulación de los bienes, libertad de pensamiento, libertad de desplazamiento, libertad de información, por nombrar algunas de las libertades que son propias de los seres humanos; deben también garantizar en la Constitución la seguridad personal de la gente y favorecer su legítima defensa permitiéndole contar con los elementos suficientes y necesarios para poder defenderse y defender a su familia, porque si el derecho a la vida es un derecho fundamental, también debe serlo el derecho a adquirir y mantener los elementos para defender la propia vida y la de nuestros familiares; y, sin duda fortalecer la acción y las facultades de las Fuerzas de Orden y Seguridad Públicas.

rOsa Martínez sánchez, SICóLOga

This article is from: