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De los arrepentidos es el reino de los cielos Ni mártires ni ladrones

Magdalena Merbilháa Historiadora Hermes Hein abogado

Los últimos acontecimientos país han ordenado las prioridades y puesto las cosas en su lugar. La muerte de la carabinera Rita Olivares obligó a un apoyo transversal de los partidos a la agenda de seguridad. Algo impensable cuando muchos de los parlamentarios incluido el Presidente siempre había votado en contra de mociones como estas y fomentado el ataque a Carabineros y a toda acción a favor de la seguridad país. En el proyecto de ley Nain se abordan temas como la “legítima defensa privilegiada de Carabineros al momento de usar sus armas de servicio figura que molesta a quienes utilizan la violencia como un modo válido de hacer política”. Por supuesto y no era de esperar menos el Partido Comunista y varios miembros del Frente Amplio votaron en contra de esta moción. Con esto Apruebo Dignidad dejó en una compleja situación al presidente de la República, quien a pesar de su pasado comportamiento ahora salía a respaldar a carabineros. Los dichos del general Yañez resuenan en la cabeza de los chilenos, “basta ya”, frente a lo que fue llamado por la ministra del Interior literalmente al orden. Por su parte la ministra Tohá anunció que mandarán indicaciones al Congreso para esta ley para así evitar el “ gatillo fácil”. Pero mientras los políticos que apoyan la violencia intentan justificar lo injustificable, la noche del “joven combatiente”, esa especie de día de furia ritualizado culminó con más carabineros heridos. Lo cierto es que a quienes llamaron a refundar carabineros y quemar la “yuta” idolatrando al famoso “Perro Matapacos” les queda poco piso moral, si alguna vez tuvieron alguno. Ciertamente ellos consideran tener una moral distinta, ya que el bien y el mal para ellos se mide en cosechas electorales. Es por eso que hoy están preocupados. La seguridad es la máxima preocupación de la ciudadanía y carabineros de las instituciones mejores evaluadas. Porque algunos se dan vuelta la chaqueta, solo porque les conviene. Pero realmente quieren una institución de carabineros empoderadas y a una ciudadanía tranquila, la verdad es que parece poco probable. Solo basta con mirar el historial de los votos y de los dichos de cada uno de los que hoy son gobierno. “Por sus obras los conoceréis” dice la Biblia con una sabiduría magnánima. Cuando el dicho no se condice con el hecho se produce una disonancia cognitiva, lo que salta a cualquier in- teligencia con un dedo de frente. La ciudadanía no es tonta comprende que no son sinceros y que sólo buscan engañar por conveniencia. Lo cierto es que quien siembra cosecha y quienes son gobierno han lucrado, si, lucrado de la violencia. Buscaron el poder y reemplazar una elite por otra y lo hicieron mediante la violencia. Es el camino que les acomoda ya que desde el caos cosechan. A falta de méritos, río revuelto es lo más conveniente. Por lo mismo las instituciones policiales que buscan el orden son la barrera para revolver la perdiz y el gallinero.

El general Yañez tenía y tiene razón, la vida humana de carabineros es tan válida como la de cualquier otra persona y chileno. Pero a quienes hoy son gobierno, esos jóvenes revolucionarios de macetero, nunca les ha importado la vida humana. Ellos idolatran y santifican a quienes son parte de la instrumentalización política, como el caso Catrillanca. Los recuerdan en el santoral de la causa desde rituales anuales. Rasgan vestiduras cuando un carabinero se ve involucrado en algún hecho confuso, no se demoran nada en cantar a coro “pacos asesinos” y nunca frente a juicios que exculpa a carabineros han pedido ni disculpa. El caso malabarista y el caso Puente Pio Nono son dos ejemplos de lo selectivo de su interés por los derechos humanos. Ciertamente basta!! Celebro que la presión ciudadana haga que los políticos logren hacer lo que corresponde y lo que es debido más allá de sus intereses personales. Sin duda este cambio instrumental una vez más del gobierno apoyando la seguridad, ha quebrado la coalición y dejado en evidencia que hay muchos que sólo buscan servirse y a cualquier costo. Chile no aguanta más violencia y necesita orden, esperemos que la agenda seguridad sea la unión que Chile necesita, esa unión sensata que aísle a quienes no quieren la paz, que aísle a esos que no son democráticos, ya que nadie que valide la violencia puede jactarse de serlo. Esta semana veremos las almas desnudas de esos políticos de “ alta moral” o más bien de moral de torre de papel desmoronarse. Esta semana veremos a cuentos su pasado los condena y si realmente los cambios que dicen haber tenido son genuinos o simplemente otra acción instrumental. Si realmente hay arrepentimiento, se busca enmendar el camino. Esta semana estarán todos a prueba y veremos si alguno da el ancho.

En pocos días Carabineros, pasa del caso coimas y colusión con una empresa que presta el servicio de grúas, a la nueva carabinera caída en acción Rita Olivares, ante lo cual el Gobierno, oferta caer sobre el autor con todo el peso de la ley y presenta un proyecto de ley, que por cierto no tendrá efecto alguno sobre la condena, en tanto éste no podría tener efecto retroactivo, pero es indudable que mediáticamente y desde el punto de vista comunicacional, nuevamente perdió la pelea, demostrando improvisación y falta de una propuesta integral en materia de seguridad pública, y de legislación penal, en que el puro endurecimiento de las penas no resolverá problema alguno. En este caso, lo único que se logra es mejorar la imagen de Carabineros, que pasa de paco ladrón a mártir servidor del pueblo. En realidad, la comunidad espera algo más simple, que hagan su trabajo policial con eficiencia y con los recursos que se han puesto a su alcance, que se les remunere adecuadamente y eviten el éxodo y la falta de motivación por una carrera que otrora la llevo a estar entre las instituciones más prestigiadas del país. Los vecinos no quieren más mártires ni carabineros asesinados, pero lo cierto es que quien opta por esta carrera conoce que entre sus riesgos está la muerte en acto de servicio, y que casos como éste seguirán ocurriendo, pues la delincuencia no será erradicada, en tanto es parte de toda sociedad.

Existen para la institución otros desafíos mayores, en materia de equipamiento, entrenamiento y preparación, que no se están cumpliendo, si como es evidente la urgencia por más carabineros acorta los periodos de instrucción, la intensidad de los mismos y la presión por sacar a la calle a personas que quizá hasta hace muy poco cumplían funciones de escritorio.

Es preciso asumir que los delincuentes están aprendiendo más rápido, viajan, se instruyen, compran armas cada vez sofisticadas, tienen acceso a redes sociales, teléfonos celulares, computadores y generalmente están al día en la normativa aplicable. O sea, Chile, está inserto en la sociedad del riesgo y como democracia no tiene una vacuna antidelincuencia, por lo que debe invertir en personal calificado, altamente entrenado, fiscales ágiles y un mayor número de tribunales que eviten la congestión y soluciones precipitadas.

En el plano legislativo se requiere con urgencia de una reforma penal integral, evitar los parches y la leyes que no obedecen a ningún propósito integral, sino que son producto de la improvisación cuando no de las emociones, que se superan rápidamente, pues terminada la ceremonia queda la familia, los huérfanos y nada más. Con todo, la agenda no puede oscilar entre paco ladrón o mártir, sino que simplemente se requiere de una institución policial que necesita de una profunda reforma, en su estructura, instrucción, formación y equipamiento, para que se sancione el abuso de unos y se proteja a la inmensa mayoría que hace su trabajo y asume los riesgos.

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