Feria Patronal Ermita de Guadalupe 2020

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Ermita de Guadalupe, Jerez. Zac.

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Contenido

GRACIELA ULLOA DEL REAL Directora General

4.- Valle de Atemajac

L. ENRIQUE VILLEGAS CORREA

5.- Foto Galería

Director de Mercadotecnia

6.- La Feria más antigua de la región, desde 1865

L.C. FABIOLA J. REVELES BERUMEN Diseño Gráfico

8.- Historia de la Villa a través de los siglos

BERNARDO DEL HOYO CALZADA

10.- Corte Real 2020

Cronista de Guadalupe

12.- Ermita de Guadalupe

MTRO. GERARDO DEL CAMPO SOLÍS Director de la Revista “La Feria”

13.- Programa general

MTRO. JULIO CASTRO FÉLIX Presidente del Patronato

14.- Baile de Feria

Feria de la Ermita de Guadalupe

ANDRÉ EFRÉNhttp:// www.preguntasantoral.es/2012/ 11/venerable-gregorio-lopez/ MARCO ENRIQUE V. ULLOA

15. Fiestas, Tradiciones y Costumbres Agradecemos el apoyo incondicional para la realización de esta revista cultural al Lic. Julio Castro Félix y al Profr. Gerardo Del Campo Solís (Director de la Revista “La Feria”)

Octubre 2018

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Valle de Atemajac

L

a ermita de Guadalupe fue fundada en el año de 1562, por el ermitaño Gregorio López, en el lugar conocido como Valle de Atemajac. Se construyó una Ermita a los márgenes del río, donde se colocó la imagen de la virgen de Guadalupe, de ahí su nombre.

Poco a poco

comenzaron a construirse viviendas alrededor de la ermita, hasta que cayó una fuerte tromba, en la denominada “mesa de la culebra”, que destruyó la Ermita y fue trasladada a Jerez la imagen de la virgen de Guadalupe, hasta el año de 1900 en que fue bendecido el templo donde se encuentra actualmente.

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FOTOGALERÍA

FOTOGALERÍA

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LA FERIA MAS ANTIGUA DE LA REGION

E

sta bella comunidad se encuentra a una altura aproximada de 2000 msnm, y es la más grande del municipio de Jerez, se encuentra totalmente urbanizada, contando con los servicios públicos de transporte, telefonía fija y celular, Internet, etc.

En el aspecto educativo, la Ermita de Guadalupe cuenta con un Jardín de niños que lleva por nombre Alejandrina Camargo Torres, una Primaria de nombre Ignacio Zaragoza, la Secundaria Técnica número 38 y el Colegio de Bachilleres (COBAEZ plantel 4), a los que asisten alumnos de la propia comunidad, de la cabecera municipal, comunidades cercanas y de los vecinos municipios de Susticacán y Tepetongo.

La feria patronal de la Ermita de Guadalupe es una de las más antiguas de la región ya que se celebra desde el año de 1865, del 10 al 14 de enero, siendo el día 12 el principal, dedicado a la Virgen de Guadalupe.

En el aspecto cultural, la comunidad cuenta con grupos de danza folclórica, que se presentan en diversos eventos en el estado. Existen varias bandas de música y tamborazos originarios de la comunidad, así mismo tiene presencia en la charrería, además de efectuarse la tradicional Morisma, representada durante la feria patronal.

TRADICION DESDE 1865

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TEL. 494 108 0255

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Cels. 494 949 8848 494 949 26 41 494 108 23 72 Central no. 3 Ermita de Guadalupe, Jerez, Zac.

JEREZ – ZACATECAS – GUADALUPE – FRESNILLO- CALIFORNIA 07

Historia de la Villa de Guadalupe a través de los siglos Guadalupe Lozada León

C

omo todos los pueblos asentados en la

región lacustre de México, los que

rodeaban al cerro del Tepeyac, adonde

acudía una multitud de peregrinos a adorar a Tonantzin, fueron dominados por los mexicas,

quienes

durante

el

engrandecimiento de su poderío construyeron la calzada que los unía a Tenochtitlan, la cual, además, funcionaba como dique capaz de contener las aguas dulces de los ríos que desembocaban en la parte occidental del lago.

A partir de la conquista de México, el Tepeyac comenzó su proceso de urbanización, al tiempo que su territorio fue repartido mediante el sistema de encomiendas, lo que degeneró en la esclavitud de los encomendados, quienes permanecieron sometidos durante la mayor parte de la época colonial.

Dada su cercanía con la Ciudad de México, esta zona fue una de las primeras en ser tomadas en cuenta para el proceso de evangelización cristiana. En tal virtud, fueron los franciscanos los primeros miembros de las Órdenes religiosas en arribar a estas tierras y quienes comenzaron la labor misionera en el Tepeyac.

JUAN DE SÁENZ, VIRGEN DE GUADALUPE CON LAS CUATRO APARICIONES Y UNA VISITA DEL SANTUARIO DEL TEPEYAC, 1777, ÓLEO SOBRE LÁMINA DE COBRE; COL. MUSEO SOUMAYA·FUNDACIÓN CARLOS SLIM A. C./CIUDAD DE MÉXICO. habían iniciado el proceso de conquistacolonización-evangelización, se produjo en el cerro que da nombre a la región, el “milagro guadalupano”, portento que transformó la vida de la zona que, a partir de aquellas apariciones, se desarrolló en torno a la imagen plasmada en la tilma de Juan Diego. Este acontecimiento provocó que en 1533 se fundara el pueblo de Guadalupe, que con el tiempo fue reconocido como cabecera de Santiago Atzacoalco, San Pedro Zacatenco, Santa Isabel Tola y San Juan Ixhuatepec.

Desde aquel momento trascendental para la cristianización americana, se construyó una pequeña ermita que al paso del tiempo cedió su lugar a un primer templo edificado en 1622.

Bibliografía: Esta publicación es un fragmento del artículo "La Villa de Guadalupe" de la autora Guadalupe Lozada León, que se publicó íntegramente en la revista impresa de Relatos e Historias en México No. 59: http://relatosehistorias.mx/lacoleccion/59-noticias-del-imperio Así las cosas, en 1531, cuando apenas

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ERMITA DE GUADALUPE ¡Fiestas, Tradiciones y Costumbres!

Toda una historia por: Lic. Julio Castro Félix La grandeza de los pueblos sin duda alguna se enmarca en las manifestaciones culturales que emanan de ellos, las costumbres de las personas manifiestan diferentes expresiones, pueden ser de alegría, de festejo, de tristeza o simplemente con nuar con una herencia legada por los antepasados. Desde orígenes muy remotos sabemos que la mejor herencia es el patrimonio cultural, debido a él nos desarrollamos ar s ca y culturalmente. Las formas diversas en que nos sabemos manifestar suelen ser dancís cas, religiosas, étnicas, profanas, etcétera.

Para los ermitenses desde el año de 1865 vivimos una de nuestras máximas expresiones culturales, ar s cas y religiosas, que es la fiesta patronal en honor a la Virgen de Guadalupe. Es una muestra de afecto y cariño venerar a dicha imagen cada 12 de enero. Esta costumbre nace bajo una necesidad de vivir y sobre todo rendir veneración a la Guadalupana aparecida en el cerro del Tepeyac en el año de 1531. Pero no es hasta el 12 de diciembre de 1857 que un grupo de feligreses comienzan a realizar festejos para la celebración de la aparición de la Virgen de Guadalupe, esto teniendo un bajo interés por parte del Curato de Jerez, ya que los servicios requeridos para llevar a cabo las celebraciones Eucarís cas se requería de un sacerdote que prestara dichos servicios. La comunidad feligresa a pesar de no contar con la par cipación de un sacerdote con núa rindiendo veneración a la Imagen de Guadalupe. Las inves gaciones orales realizadas a personas mayores de nuestra comunidad mencionan que sus padres pla can que eran pocos los que asis an a la capilla ya que solo se rezaba un rosario y adoraban a la Imagen. Eran mínimas las ac vidades que se efectuaban debido no solo a la carencia de sacerdote sino también de la par cipación de los habitantes, ya que la mayoría de ellos se encontraban en el campo levantando las cosechas. Y hubo sugerencias y comentarios de

Emblemática construcción del templo de nuestra Señora de Guadalupe, una obra del siglo XVIII

familias que la fiesta se cambiara para otra fecha; pero las pe ciones por ellos mismos no dieron resultado. Por dos años o hasta más a pesar de que estaba recién bendecida la capilla se mantenía cerrada y los feligreses no ponían interés de darle la importancia correspondiente, pero esto era a causa de una pequeña decepción pues no se les tomaba mucho en cuenta por parte de las autoridades eclesiás cas.

La comunidad de Ermita de Guadalupe para a mediados del siglo XIX ya se consolidaba como una población de hasta más de mil habitantes, su mayoría de ellos dedicados a la agricultura y la ganadería, pocos de ellos al pequeño comercio de endas de abarrotes, panadería y el carbón. Aun la migración no era un problema para ellos, sin embargo varias familias de otros lugares llegaban a radicar a dicha comunidad.

El Camino Real que aún se localiza era una ruta importante para la población y eso se aprovechaba para que los mismos lugareños abrieran endas de consumo y venta de productos que ayudaran un poco a la economía de las familias.

Además se aprovechó en el mismo camino de abrir un espacio que le denominaban “El Descanso” constaba de un pequeño pa o que funcionaba para los cortejos fúnebres que venían de otros pueblos lejanos y que se dirigían a Jerez y por necesidad tenían que pasar por Ermita de Guadalupe. Dicho cortejo llegaban y descansaban el ataúd para después nuevamente comenzar con su trayecto al panteón municipal de Jerez.

A través del empo y el desarrollo de una comunidad que poco a poco crecía y gracias al trabajo y la dedición de su gente para el año de 1864 ya era preocupante para gran parte de los feligreses no festejar como se debía a la patrona de todos.

Es por ello que el problema llega a oídos del aquel entonces párroco de Jerez el presbítero Juan Saldaña, el cual reúne a un grupo de personas para sugerirles que cambien los festejos al 12 de enero y que así él personalmente estaría los días necesarios para cubrir las ac vidades corres-

Fotografía de antaño. Primer Corte real 1976. Reina Emma Arroyo.

Princesa Rosa Botello

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Fotografía de antaño. 12 de enero de 1975

pondientes. Gracias a esto en el año de 1865 el señor José María Reveles que se encontraba al cuidado de la capilla comienza a pedir apoyo económico a cada una de las personas y según la tradición oral comentan que por vez primera salió por todas las calles acompañado de un conjunto de tamborazo para recabar fondos económicos que se des narían para el festejo del día de la fiesta principal.

Podemos mencionar que a par r del año de 1865 nacen las fes vidades des nadas a la patrona en honor a la Virgen María de Guadalupe de la comunidad de Ermita de Guadalupe.

Por más de veinte años la fiesta patronal se mantuvo en un estatus donde únicamente se efectuaban misas y rosarios, esto hasta entonces a finales de los años de 1890 y principios de 1900. Las fiestas celebradas durante el mes de enero ya eran toda una tradición. Para ello las familias se alistaban año con año para honrar a la Virgen de Guadalupe, esperaban con ansia que se llegara tan esperado día. Con empo atrás las señoras comenzaban a realizar flores de hojas de maíz para adornar el frente de sus casas y arcos que u lizarían para la peregrinación con la imagen de la Virgen. Según la información oral por parte de los abuelos y abuelas comentan que ya se cocinaban las gorditas de maíz y de cuajada, estas como un delicioso aperi vo para recibir a los familiares o amigos que venían de otras partes. Las calles eran sumamente adornadas por flores, de igual manera se regaban con agua y bien barridas para el trayecto que se hacía con dicha imagen.

Ermita de Guadalupe. 1980

La fiesta del mes de enero crecía y se conver a en una fiesta famosa en la región, las rancherías aledañas se daban cita para formar parte de ese jolgorio. A pesar de que en el país se vivía un estrago de problema social debido a la lucha de la Revolución Mexicana no era un impedimento para llevar a efecto de las fiestas.

Todo este regocijo no perduró por mucho empo; cuando terminó de pasar el problema de la Revolución Mexicana, ahora el país enfrentaba otro de los más crueles en el ámbito cris ano. La Guerra Cristera que tuvo su inicio en el año de 1926 y culminando en el año de 1929, por tres años agraristas y cristeros mantuvieron un ac vo enfrentamiento. Culpa a este desgarrado acontecimiento las autoridades eclesiáscas descontentas cerraron las iglesias y suspendieron los servicios. Desafortunadamente en las zonas rurales donde el fervor religioso tenía mayor apego se miró terriblemente afectado.

La calma nuevamente llegaba poco a poco a Ermita de Guadalupe, después de que por tres años o más el templo se mantuvo cerrado, el grupo de feligreses decidieron reanudar las fes vidades del mes de enero, a pesar de que la

Fotografía de antaño. Enero de 1974

comunidad se encontraba en un punto desfavorable debido al revuelto ocasionado por la lucha cristera retomaron la alegría de su fiestas.

De 1930 a 1940 era el mo vo principal para salir con los estrenos o los nuevos cambios de ropa, los hombres portaban su traje de pechara y las mujeres con largos rebozos y su falda floreada de doble olán. En esa misma época nace la Morisma, algo que hasta nuestros días se sigue disfrutando.

Esta tradición o costumbre narra el acontecimiento de la lucha entre los Moros y Cris anos, una osadía ocurrida en España. Lamentablemente no se encuentra ningún documento de inves gación que narre el verdadero origen de esta costumbre muy peculiar y caracterís ca de la región, ya que no ene nada en común su ves menta a la de aquella época vivida. Los Moros o par cipantes por decirlo así, cabalgan un caballo que es adornado por flores formadas de listones de colores, pre les al frente que es lucido con varios espejitos en formas triangular y de estrellas; el Moro porta un traje semicharro de igual manera adornado por flores en

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sel, con figuras de caballitos y asientos en las orillas; el juego a un no contaba con una máquina eléctrica que lo hiciera funcionar por sí solo, esto permi a que cualquiera lo empujara y a la misa manera se diver a y en ocasiones provocando pequeños accidentes.

Viacrucis viviente. Año de 1980 En este período aparte de disfrutar las ac vidades religiosas, la Morisma, la pastorela y la música de tambora llega una pequeña empresa de juegos mecánicos perteneciente al señor Juan Tenorio estos instalándose junto a la escuela primaria y al pie de la carretera actual. Ya para a finales de 1960 y principios de 1970 ya era toda una Feria Patronal en toda la extensión de la palabra.

Las fiestas de enero cada año crecían con una plenitud que hacían del lugar un pueblo tranquilo y hospitalario, la alegoría tenía que aumentar y la belleza de las mujeres tenía que relucir. Juegos mecánicos, pirotecnia, kermeses, bailes, entre otras ac vidades que se realizaban ya hacía falta coronar o nombrar a una reina que fuera de la simpa a de los lugareños. Se acercaban las fiestas y allá por los meses de octubre y noviembre del año de 1975 personas que integraban el comité organizador para las fes vidades comenzaron con la inquietud de tener una reina para coronar y que la fiesta tuviera más lucidez; entre ellos llegaron a los acuerdos y decidieron comentarlo con el vicario que en ese empo también se involucraba en las ac vidades de las fiestas patronales. Inmediatamente se dieron a la tarea de seleccionar a dos jovencitas que desearan par cipar como candidatas a reina, una de ellas la señorita Emma Arroyo Pinedo, hija de los señores José Manuel Arroyo y Ma lde Pinedo. La segunda candidata de nombre Rosa Botello Landeros, hija de los señores Eulogio Botello y Hermelinda Landeros. De acuerdo a la información adquirida por parte de

Viacrucis viviente. Año 2003

sus brazos, listones de colores entrecruzados en su cuerpo, sombrero de ala ancha, finas espuelas y con una cuarta de cuero en mano para el galope del fino animal. Al entrevistar al señor Rodrigo Landeros Botello con una edad de 78 años, el día 2 de julio del 2018 en su domicilio par cular, nos cuenta ya escuchaba de boca de sus papás de la Morisma, que ya era una costumbre que durante los días 11, 12 y 13 de enero se llevaba a cabo. Aproximadamente entre los años de 1948 a 1950 los capitanes que la dirigían eran los señores Luis Trujillo, Pedro Soriano, Alcadio Reveles y Francisco Rodríguez. Treinta y dos cabalgantes o Moros son acompañados al son de melodías interpretadas por el tradicional tamborazo, pero no sin antes recorrer gran parte de la comunidad por diversas calles, todo esto anunciando las Corridas de la Morisma llevadas a efecto en frente de la capilla, haciendo homenaje o ritual a la Virgen de Guadalupe.

Al escuchar al entrevistado nos comenta que antes de que se llegara el día de la fiesta, por las noches se escuchaban los molinos de los señores Jesús Olague y Guadalupe Trujillo Olague moliendo el maíz para la elaboración de las gorditas de horno. La cooperación que la gente daba para cubrir los gastos de la fiesta comenzaban días antes y los encargados de llevar esta tarea salían por las casas con una canasta y un costal para los huevos y maíz en mazorcas, productos que la mayoría de las personas daban como aportación.

Para los años de 1950 las fiestas patronales ya eran de más tradición y arraigo en la comunidad, ya estaba cerca por cumplirse el centenario de esta costumbre. El atrio de la capilla ya lucia radiantes adornos hechos a mano, papeles de colores, fuegos ar ficiales y por vez primera un entablado al costado de la misma para escenificar el nacimiento del Niño Dios, la pica Pastorela. Todo esto era enmarcado por diversos puestesillos de comida, la venta de tortas de chorizo que tenían un costo de un peso, gorditas, cañas, manzanas y una que otra golosina para los pequeños. Las picas gorditas cocinadas en hornos de barro ya era toda una tradición por las familias del lugar. En esa misma época el señor Isidoro Espinoza ya le daba alegría a chicos y grandes con el mentado “volan n” juego mecánico en forma de un carru-

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Periodo que comprende los tres días anteriores al miércoles de ceniza Las Carnestolendas (fiestas de la carne) se celebraban desde el siglo XVIII, aunque desde empos de las culturas que precedieron al México actual ya realizaban estos festejos, sólo que no tenían nombre especifico. Estos festejos se realizaban en los días previos al Miércoles de Ceniza, en los que la gente se disfrazaba, se embriagaba y hacía desmanes en la vía pública; pues era momento de sacar todas aquellas represiones internas que se tenían a lo largo del año; pero como en toda sociedad hay cosas que son mal vistas por algunas autoridades y personajes dis nguidos y aquí no fue la excepción. Pero como los festejos iban más allá y se prolongaban por más días mo varon a que fueran prohibidas hasta desaparecerlos; porque después del Miércoles de Ceniza aún se encontraban algunos que seguían haciendo desmanes y ya era empo de recogimiento y arrepen miento, para así poder celebrar con dignidad la Cuaresma y

personas que aún recuerdan aquellos momentos, fue de novedad y admiración, ya que dos jovencitas trabajaban para ganar la simpa a de toda la comunidad.

La fiesta de enero de 1976 se había llegado y para ello los resultados fueron favorecedores para la señorita Emma Arroyo de 16 años de edad ya que fue la que más votos de simpa a, siendo coronada por el vicario Presbítero de apellido Marcial García y el delegado municipal José Ángel Prieto Dorado el 12 de enero de 1976 como la primera reina y Rosa Botello de 17 años de edad como la primera princesa.

Fue una ceremonia que causó mucha admiración y novedad, la reina y la princesa paseaban del brazo del vicario por toda la cancha del lugar y engalanando la tarde con su presencia. Hermosas reinas que portaban un ves do largo con una larga toga que daba figura a cada una de ellas. El templete o escenario se encontraba a un costado de la capilla bellamente adornado y digno para la primera coronación.

Ya para entonces, los días 11, 12 y 13 de cada mes de enero, la comunidad se ves a de alegría, color y regocijo; a pesar de los crudos inviernos los habitantes como los visitantes paseaban por el mentado “llanito” espacio donde se corría la Morisma, actualmente se encuentra el jardín. Los bailes lucían acondicionándolos en la calle.

Son varias las hazañas y anécdotas que se pueden plasmar, la feria patronal de Ermita de Guadalupe sin duda alguna ha la Semana Santa. Las Carnestolendas se suspendieron por formado parte de las tradiciones y costumbres más impor- buen empo, pero a finales del siglo XIX y principios del XX, tantes del municipio de Jerez. El mantener viva esta fiesta estas fiestas resurgieron de entre los habitantes de la ciudad hasta la actualidad ha sido de mucho trabajo, esfuerzo y y otras en dades del país pero ya con el nombre de Carnadedicación. val. (Castañeda, (2014)) Hoy en día es considerada como la máxima fiesta de los Esta tradición se originó en los años de 1890 a 1900. No ermitenses, desde el 4 hasta el día 14 de enero de cada año existen muchas reseñas o documentos acerca de esta ac vise recibe la aurora con cohetes, mañanitas a la Virgen y músi- dad, sólo con ene aquellos que con enen las hazañas y ca tradicional. El día 9 es coronada ya por tradición la reina recuerdos de bisabuelitos, quienes aún recuerdan la alegría acompañada por sus princesas y embajadoras de otros luga- que producían los pequeños que corrían por el pa o de la res. Se prepara un programa con eventos de índole ar s cos casa de la abuela, un tamborazo que ambientaba a la famide talla nacional, culturales, depor vos, nocturnos, paseos lia, el pa o que se perdía entre tantas flores aroma zadas y con tambora, callejoneadas, cabalgata charra, coleadero, que le daban el ma z adecuado al empedrado bañado de desfile, exposiciones artesanales y gastronómicas, la pre- agua perfumada, y el pinole que era un símbolo de alegría y sencia de un municipio como pueblo invitado, danzas de de inicio de la cuaresma; estas hazañas las escuchamos en atrio, peregrinaciones y la visita de paisanos radicadas en una charla que tuvimos con la señora Dominga Ochoa TrujiEstados Unidos de Norteamérica y estados de nuestro Méxi- llo en noviembre del 2001. co. En Ermita de Guadalupe, las costumbres y las tradiciones Este festejo se acostumbraba en las familias más numerohan alegrado a muchas generaciones. Una tradición más sas; los abuelos, los papas, los hijos, los sobrinos, los os, los que reunía a familias enteras que lamentablemente se ha compadres y los nietos, eran presentes y entre todos ellos perdido es la fiesta del Carnaval, fiesta popular que las hacían del miércoles un alegre y colorid día de Carnaval. De familias ermitenses (nombre dado a los pobladores de la igual forma era así en casi la mayoría de familias del rancho, comunidad), llamaban “Miércoles de Carnestolendas” 17

disfrutar de música, de algarabía y de la elaboración del delicioso pinole, ya que tenía que estar presente, una parte estaba endulzada y otra parte no. Cuentan que el pinole endulzado lo comían y el no endulzado era para arrojarse a las personas durante el alboroto del baile.

Además de toda la bulla y en el transcurso del baile se cantaban unos versos y estos eran así:

estos versos se decían durante el baile de carnaval el miércoles de Carnestolendas, sin embargo no encontrando el autor de ellos.

Después de guardar los días de la cuaresma y acercándose los Días Santos, en la población se guardaban con mucho respeto y fervor, durante esos días no se escuchaba música, la gente se guardaba en sus casas, el templo se ves a de color morado y más que nada de prepararse para la Semana Mayor como decían los abuelos. Era asombroso por las tardes ver cómo las señoras pasaban por las calles con su ves do de medio luto y su gran reboso cobijando su cabeza, las campanas de la torre se enmudecían y el murmullo de los grillos anunciaban el Rosario.

Esto por cuarenta días, el luto se notaba en todo el rancho.

Era costumbre que a principios del siglo XX las familias se reunían con más devoción a rezar un Viacrucis y orar por las intenciones familiares. El sacerdote o vicario vecino de Suscacán o de Jerez venían cada viernes para celebrar el ritual Eucarís co y los ejercicios religiosos.

Al aproximarse la semana mayor cada una de las familias comenzaban a elaborar la capirotada, chiles rellenos de frijoles con queso, nopalitos, huachales con joconostle (una variedad de tuna que produce el nopal) agua fresca de frutas y sobre todo las tor tas de camarón molido. Ya para a finales de los años de 1960 y principios de 1970 ya escenificaban el Viacrucis viviente en el llanito donde ahora actualmente se encuentra el jardín. Un grupo de jóvenes y señores comenzaban con los ensayos con semanas atrás y ya para el viernes Santo a medio día comenzaba la Pasión de Cristo.

Recordemos a la señora Ma lde Pinedo que por varios años estuvo al cargo de este bonito trabajo que perduró por muchos años entre nosotros.

Para el baile de Carnestolendas De Tlaxcala hemos venido de boscola para acá a jugar Carnestolendas al uso de por allá Esta casa está medida con cien vasos de listón en cada esquina una rosa y en medio mi corazón.

Dispénseme caballero la culpa no tengo yo el pinole tan entero en un metate de palo Nicanora lo molió.

Aquí traemos un muchacho con su desmedido saco en él venimos pollos, huevos y tabaco.

La limosna que juntamos son papitas y frijoles tan ta sal y manteca huevitos y camarones.

Ya con esta me despido pero no les digo a dios hasta el año venidero nos veremos por aquí.

Según la charla que sostuve con la señora María Guadalupe Ochoa Trujillo en el mes de julio del 2001 me narró que

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“El Aroma de los Cueros, con los Brillos de la Plata”