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EDITORIAL

Debate por la prórroga

Alito se queda hasta después de las elecciones del 2024, tendrá mano en la asignación de candidaturas, incluyendo la presidencial, pluris de Diputados Federales y lista de Senadores, así mismo estará cuando se conformen los grupos parlamentarios y se asignen las comisiones. Por eso era el afán de AMLO de tumbarlo e imponer a sus esquiroles (léase Chong y Ruiz), pues más allá de los resultados presidenciales, es evidente que la mayoría simple quien sabe si la pueda sostener morena y sus aliados, que por cierto ya están enojados y en varios estados ya no jugarán de la mano de morena.

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Volviendo al tema de la prórroga. Todo el panorama político jurídico del tema de la prórroga de Alejandro Moreno al frente de la dirigencia nacional del PRI toma un giro diferente con la aprobación de las modificaciones a las leyes electorales, ahora dice un consejero que basta con que repongan la realización del Consejo Político Nacional y tomen los acuerdos de nuevo respecto a este tema y con la debida justificación para que regrese al INE y se vote de nuevo, y no habiendo ninguna duda jurídica, no habría elementos para negar esa decisión por parte de los consejeros, ni siquiera los chairoconsejeros podrían oponerse a la soberana determinación del partido, a menos que AMLO esté muy interesado en no enfrentar a alito en el 2024 e insista en destruir al político campechano, y es que muchos creen que el político campechano va a ser el causante de la caída de AMLO en el 2024. Habría que dejar algo en claro, el tema es armonizar los estatutos a los tiempos electorales actuales. Hoy se personaliza porque Alito es el presidente, no se discute si la ley está bien o mal, si no si alito debe o no quedarse, y ese no es el tema, pero si se mete a discusión, pues ya vimos que alito se queda.

Lean las palabras del consejero Jaime Rivera Velázquez

“No hay daño irreparable, no hay daño irreparable, si este cambio no se aprueba, por lo demás, el partido no está obligado, y aquí nadie lo ha sugerido, no está obligado a convocar a la asamblea nacional, puede convocar al Consejo Político Nacional, eso sí, justificando debidamente, pueden ejercer esa prerrogativa, sí, convoquen, pueden convocar, si así lo deciden, Consejo Político Nacional y si lo justifican debidamente, pues, conforme a sus propios estatutos, no habrá ninguna objeción, ninguna objeción, por parte de esta autoridad”

Como estaba el asunto, el PRI aseguraba que le asistía la razón, que sus estatutos los facultan para realizar cambios a sus documentos desde el Consejo Político Nacional y en consecuencia dicen que el TEPJF avalaría que Alejandro Moreno se quedase al frente del partido hasta después del proceso del 2024 y después de la conformación de los grupos parlamentarios, toda vez que si bien la ley no estaba promulgada era eminente que se publicara, como ya sucedió, y en ese escenario la modificación al estatuto podría haberse aprobado, hoy esa discusión ya no existe, la ley ya se aprobó, y por lo tanto al reponer el proceso, como va a pasar, Alito se quedará hasta finales del 2024, lo que seguramente enloquece a los adversarios del político campechano, -a los de casa y a los de enfrente- pues tiene una agenda que no comparten la visión de sus malquerientes que se mueren por correr a los brazos de AMLO y negociar que se archiven expedientes y posiciones a cambio de una genuflexión.

Más allá de quién tenga la razón jurídica en la disputa sobre la modificación a los estatutos del PRI que permite la prórroga de la permanencia de Alejandro Moreno al frente de ese instituto hasta después de que se celebren los comicios del 2024, decisión que aprobó el Consejo Político Nacional, pero que tendrá que repetir en el nuevo escenario de la ley ya aprobada, acciones que se tomaron en virtud de que las elecciones se empatarían con el cambio de dirigencia, y evidentemente que cambiar de dirigente

Dr. Guillermo Escalante Nuño Presidente del Consejo de Administración y Director General

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