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Columna de Armando Guzmán
Se los advertí en mayo, en noviembre, ¡Los Republicanos perderán el control y la mayoría en el Congreso!
Estos días en Washington uno recibe invitaciones para fiestas y cócteles que ocurren por todas partes y que son para despedir a los ilustres, y los no tan ilustres miembros del congreso que se están retirando de la vida pública.
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En mis muchos años en esta ciudad, nunca había visto un éxodo de este enorme tamaño… Viejos y no tan viejos líderes del partido republicano, que decidieron irse de Washington, antes de ver caer a su partido y a su mayoría en el congreso, en las elecciones de medio término en noviembre. El partido republicano, el viejo partido de la derecha, va a tener que renovarse para no morir, o quizás va a tener que morir para renovarse.
Déjeme contarle que ocurre; los distinguidos miembros, como les gusta llamarse entre ellos, están enfrentando una brutal crisis de identidad. No saben cómo cuadrar los ideales y la ideología que los trajo a servir en el congreso, con la “identidad”, la “ideología”… y los “ideales” del actual jefe de su partido. Imagínese usted ¡qué horror! de repente darse cuenta de que como republicanos, no pueden identificarse con Donald Trump.
Cuando Paul Ryan, Presidente de la Cámara de Representantes y tercero en sucesión a la presidencia de los Estados Unidos, anunció que no se presentaría como candidato a la reelección en su distrito de Wisconsin, bueno para que le cuento, hordas de fieles republicanos que le habían apostado todo a este joven político y que ahora estaban por tirarse de lo más alto del capitolio.
Déjeme asegurarle, Ryan hubiera ganado su reelección sin ningún problema y en el 2019, hubiera seguido siendo el republicano más poderoso de la ciudad; incluso tan poderoso como el presidente, y mucho más que el vicepresidente Mike Pence y que el líder del senado Mitch McConnell. ¿Qué ocurrió? ¿Porque Paul Ryan en la cúspide de la política americana, decidió darle la espalda a la gloria, al poder y al futuro muy posiblemente brillante
que le aguardaba?
Creo, y mucha gente cree lo mismo, que a Ryan le pasó lo mismo que a los otros distinguidos miembros… Perdieron la brújula. Se convirtieron en alcahuetes de Donald Trump y ninguno de ellos, ni siquiera Ryan saben ya, en dónde está el Partido Republicano, y consecuentemente cada mañana cuando se rasuran viéndose al espejo se asquean de lo que ven reflejado.
Su problema, y el de 23 distinguidos y muy influyentes y poderosos congresistas con mucha señoría, es que ya no saben lo que representan.
No saben tampoco lo que es su propio partido, y por si fuera poco, están filosóficamente e ideológicamente divididos y casi destrozados, porque apoyan las locuras de Trump que, ni siquiera son republicanas.
¡Que espanto! Por poco y el personal del comedor del congreso, se ve obligado a retirar los cuchillos del servicio, para que ninguno de ellos se haga algún daño irreparable.
Y por favor usted que está leyendo, ya no se ría, y tome usted esto con seriedad. Ésta es una crisis de identidad política como nunca se había visto en esta ciudad.
Mire usted que en esto de la política lo que tiene sentido es tener ideología y saber en dónde está uno parado.
El mejor ejemplo viene ahora, se trata de los congresistas más duros, más conservadores y más recalcitrantes que hay en Washington, y le cuento de ellos, porque son los únicos que continúan duros y sólidos como si se tratara de una sola pieza. Se trata del llamado “Cónclave de la Libertad”- en inglés “The Liberty Caucus” que en sí, tiene fortaleza y solidez porque no se ha dejado influenciar, ni cambiar, ni manipular por Trump. Es una lástima que este grupo sea tan conservador y que ninguno de sus miembros pueda ni remotamente representar el más moderado pensamiento y sentir de la mayoría de los estadounidenses.
Este “Conclave de la libertad” fue formado en el 2011, por 8 congresistas conservadores, constitucionalistas y libertarios que lo fundaron para
no dejar que los republicanos dejaran de ser duros, inflexibles e irracionales con el primer presidente negro de la historia.
(¿Ya se da usted cuenta de porque nadie los tolera?)
Este grupo de 8 creció a varios miembros, no más de 30, y hoy en este congreso, sigue siendo el único grupo legislativo ideológicamente sólido.
En estos 7 años, muchos de estos cuates se han volado la barda con iniciativas de ley locas y desgarradas, de repente han salido con propuestas tan absurdas, que no hay quien pueda identificarse con ellas. Aun así, tienen la virtud de que es Trump quien les ruega y les hace la barba… no son ellos con él.
Ahora déjeme aclarar una cosa que es importante. Este nuevo y tan actual caos entre los senadores y los representantes republicanos, en Washington, no es tanta culpa de Donald Trump. El, la verdad, no lo causó... Pero si lo empeoró, y empezó a hacerlo el mismísimo día en que tomo posesión de la presidencia. A veces los del conclave libertario se vuelan la barda con las mismas ideas de Trump, y casi siempre unos a otros se emborrachan con su falta de sentido de la decencia.
Estos extremistas de la derecha, son los que apoyan y empujan lo del muro, y lo de las deportaciones y lo de impedir que los musulmanes transiten por Estados Unidos, y todas otras absurdas ideas que hacen que el país entero se quede con la boca abierta en un acto colectivo de incredulidad pública.
Estos son los mismos republicanos extremistas que en el 2015, forzaron la renuncia de John Boehner, el entonces presidente de la cámara baja, que un día prefirió el retiro a seguir siendo forzado a tratar con ellos. Este es el único grupo que influye más que nadie en Trump.
Hoy le cuento todo esto porque creo que usted en México debe saber qué es lo que se está cocinando en Washington. Mis amigos productores de varios programas de radio mexicanos en los que colaboro, me dicen muy simpáticamente, cuando me piden alguna asignación…” Pero Armando, es que ya lo declaró Trump” Y yo les respondo como Arturo de Córdova, aquel galán otoñal que salía en las viejas películas mexicanas diciendo…“Pero, es que no tiene la menor importancia”.
Y eso nos lleva a tratar de explicar las voladas y los cuentos que usted ya ha visto; los aranceles al acero y al aluminio, la renegociación del TLC… La falta de consistencia en cuanto al TPP, y en cuanto a una política seria frente a Siria, y a Rusia. Todas estas crisis que por la ignorancia de Trump han quedado recientemente manifestadas, pero realmente, no recientemente creadas.
Y eso es importante porque como desorden ideológico, todo esto va a tener que ser resuelto por los republicanos de esta ciudad. Y le digo que lo tendrán que resolver pronto y por su cuenta. Lo bueno es que tendrán mucho tiempo libre para hacerlo, porque le estoy anunciando desde mayo, que en noviembre del 2018, ¡Los Republicanos perderán el control y la mayoría en la Cámara de Representantes!
Quizás lo triste para muchos de los que están renunciando es que, se irán con la conciencia sucia. Se llevan por parte de la gente, calificaciones aún más bajas de la que tiene el presidente Trump. Se llevan el peso de saber que fueron el congreso menos productivo en la historia de la república, y lo que es peor, se irán con la sucia conciencia de haber legislado a favor de los millonarios y de las grandes corporaciones que son quienes tienen intereses especiales y cabilderos, que compraron el trabajo sucio de estos congresistas.
Este 2018, se van también muchos de los moderados que hicieron bien su trabajo, como Ileana Ros-Lehtinen de Florida, Charlie Dent de Pensilvania, Rodney Frelinghuysen y Frank LoBiondo de Nueva Jersey, y Dave Reichert del estado de Washington y Luis Gutiérrez del estado de Illinois.
En algunos casos hay muchos que se van después de haber escalado hasta la presidencia de varias comisiones legislativas, y eso es significativo, porque cuando se llega a esas alturas en el congreso americano, las cosas se vuelven muy cómodas.

Y esa comodidad se manifiesta en lo más importante, estos señores y algunas señoras, también se vuelven invencibles en cualquier elección. Eso explica la razón por la que hay gente con 20 y hasta 30 años continuos en el congreso.
Este año hay también otros factores que son más nuevos y que están en juego también. Los republicanos a diferencia de los demócratas, tienen reglas que limitarán este año, los términos de los presidentes de las comisiones legislativas. Esto se hizo para garantizar la rotación y darles a los miembros más jóvenes la oportunidad de avanzar en las Cámaras.
Y es que el juego principal en el congreso y en esta ciudad es el poder. El que lo tiene no lo suelta y siempre lo hace crecer. Cuando ese poder, se reduce o se tiene que compartir deja de tener encanto. Todo esto se lo cuento también porque por primera vez en la historia, seis de los líderes de las comisiones parlamentarias republicanas, que están retirándose del congreso, estaban ya a punto de ser obligados a abandonar sus presidencias en los comités. Y la vida ya no es igual, cuando uno ya no ocupa las sillas más altas en las audiencias del congreso.
Hoy en mayo, del 2018, la tendencia de victoria es para los demócratas con una muy distintiva ventaja. Es cierto que mientras hay aproximadamente un número muy similar de legisladores en ambos partidos que están dejando sus escaños para postularse a cargos más altos, gubernaturas o senadurías, hay otros que están retirándose o renunciando a sus puestos. 11 Demócratas y 27 republicanos, solo en la cámara baja.
En Estados Unidos hay un proceso de primarias que decide quién va a competir representando a uno de los dos partidos mayoritarios, el demócrata y el republicano, esas primarias ya empezaron en mayo y van a seguir en algunos casos hasta julio.
Así, saque cuentas conmigo; a partir de hoy mismo, habrá 19 vacantes en la Cámara Representantes que serán de demócratas y 40 vacantes que serán de republicanos, los números están en contra del partido del presidente, en donde hoy hay 248 republicanos y 192 demócratas, ese margen de 56 curules es lo que cambiará en noviembre. Agréguele usted que hay cerca de 300 mujeres queriendo ser representantes o lo que en México son diputados federales y que están compitiendo solo con el ánimo de darle en la cabeza a Trump, y vera usted porque Paul Ryan y los demás, se están retirando.
Déjeme contarle brevemente de la otra cámara, el senado; en este 2018, los demócratas deben defender más escaños, que los republicanos –y esto incluye a varios en los estados en los que Trump ganó en el 2016.
Esta vez hay otros muy respetables senadores republicanos y les digo respetables por decentes y por íntegros, como Bob Corker el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Jeff Flake también presidente de sub-comisiones de Relaciones Exteriores que se van porque a porque a pesar de ser republicanos, como el presidente. A Trump no lo pueden ver ya pero ni en pintura.

El otro día estuve en una discusión muy simpática en la que decían que los políticos deberían pensar no como políticos, sino como artistas plásticos.
Se decía ahí que la ventaja de los artistas que usan las manos y el corazón para pintar o esculpir o crear música… es que siempre tratan de ver la forma real de las cosas. La gente que produce arte en todas sus formas, está obligada a no perderse en los “Factoides” y las facetas de problemas que los políticos naturalmente crean. Los artistas a diferencia de los políticos siempre tratan de ver en su mente la obra en la que están trabajando ya completa.
Los artistas a diferencia de los políticos siempre intentan capturar la realidad de las cosas, de los objetos… aun de las ideas. Los artistas plásticos a diferencia de los políticos son creativos, intuitivos; y por su propia naturaleza de su trabajo, estudian la naturaleza humana. En esta reunión se dijo que un gran líder tiene más en común con un artista que con un político.
Imagínese usted que los políticos como los artistas fueran capaces de ver su obra terminada, imagínese que también pudieran detectar los sentimientos y que le pusieran el corazón a lo que hacen. Si ya se, es mucho pedir.
Me molesta perder de repente el sentido de la realidad y eso es lo que quería guardar para el final. Lo importante de que hoy veamos a todas las aristas de un cambio de mayoría en las cámaras del congreso, es muy importante, porque con los demócratas, Donald Trump ya no podría hacer maldades.
Pero cuidado, porque los demócratas pueden ser tan nocivos como los republicanos o tan ineficientes como han sido en los pasados 10 años; pueden mentir igual, pretender que hacen sin hacer y que legislan sin legislar.
Hay un comentarista político que continuamente dice en la televisión americana que Estados Unidos nunca le ha puesto fin a su guerra civil, la primera vez que lo escuche me pareció absurda lo que decía… Pero con el tiempo lo que veo día con día, me dice que este cuate no anda tan perdido.
Quizás si los demócratas se hacen cargo del Congreso, eso nos dará algo que no hemos visto en mucho tiempo el legislativo y el ejecutivo trabando juntos, uno moderando al otro. Si entre más tiempo lo pienso más lo creo… Si los demócratas ganan dominio del capitolio, harán muy difícil que Trump sea reelegido. Si a lo mejor, más que artistas plásticos lo que necesitamos en Washington es alguien que le ponga una tregua a esa guerra civil que tiene a Estados Unidos siempre, partido por la mitad.