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GUTIÉRREZ APUNTA A LA FÓRMULA UNO
ALTAS VELOCIDADES

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Todavía no tiene 18 años y sigue en colegio, pero conduce a grandes velocidades y deja en alto el nombre de Bolivia en Estados Unidos. Se trata del cruceño Rodrigo Gutiérrez junior, quien esta temporada corrió en Fórmula 4 y sueña en convertirse en el primer piloto del país en correr la prestigiosa F1. La F4 es un evento muy similar a la F1 con la salvedad que los autos son más pequeños y menos potentes, marca el inicio para que los jóvenes pilotos den los primeros pasos para llegar a la categoría principal. Esta gestión fue de ensueño para el joven corredor de 17 años que compitió en cinco fechas del Campeonato de Estados Unidos de Fórmula 4 en las cuales destacó, incluso en una de ellas finalizó en tercer lugar. Terminó la temporada en el décimo lugar -entre 42 pilotos- con 44 puntos, un gran logro tomando en cuenta que prácticamente fue su primer año completo de competencia. Además, estuvo en la última prueba del año: el Gran Premio de Estados Unidos en Austin, Texas, donde por primera vez compitió ante 120.000 espectadores gracias a que fueron los teloneros de los corredores de la F1. Su desempeño fue muy importante porque para 2022 tiene pensado participar en la Fórmula 3 y estará cada vez más cerca de cumplir el sueño de llegar a la principal categoría. “Me llama mucho la atención la Fórmula Uno, es un sueño poder estar ahí, pero a la vez muy complicado”, dice el también subcampeón del Sudamericano de Rally 2019. El camino para llegar a la élite no es fácil según los especialistas en la materia. De entrada se necesita una carrera de por lo menos 10 años antes de llegar a la máxima categoría. Los pilotos comienzan con el karting -lo cual ya hizo Rodrigo- para después pasar a los autos como la Fórmula 4. Ese es un paso importante, ya que los corredores se hacen conocer en estas competencias, al igual que en Fórmula 3 y 2. También está la preparación exigente tanto en lo físico y mental, sin contar la gran inversión económica que deben realizar para transitar todas las categorías previas a la F1. “Me siento feliz por lo que he logrado, en especial después de todo lo que entrené”, aseguró. Su talento tras el volante también se puede disfrutar desde hace varios años en el país ya que a sus 11 años se inició en el deporte tuerca, específicamente en el karting, para posteriormente dar el paso al cross country con un Polaris. Llegó el salto a los autos para carreras de rally, modalidad también en la que destacó, aunque hace unos años tuvo que tomar una decisión: el rally o la pista de la F4. Al final optó por lo segundo y no falló, se perfila a ser un corredor de punta si continúa con el desempeño mostrado hasta el momento.
Marcelo Avendaño
Periodista
La pasión corre por sus venas
Su pasión por el deporte tuerca es de nacimiento gracias a su padre que también es un destacado piloto.
1Es hijo de Rodrigo Gutiérrez Fleig, corredor de dilatada trayectoria deportiva que destaca en las competencias de rally. Además participó en el Dakar dejando una buena impresión.
2En 2018 con tan solo 14 años conquistó cuatro títulos en una temporada: el nacional de karting (categoría Sudam Profesional 125cc) y los departamentales de karting (Sudam Profesional 125cc), de rally (en la clase R2B Libre) y de Cross Country (en el grupo T3). 3 Un año después (en 2019) debutó en el Campeonato Sudamericano de Rally, contra todo pronóstico obtuvo el segundo lugar en el grupo RC4. Para competir a su edad pidió un permiso especial.
4Son tres años que corrió en la Fórmula 4. Su debut fue en 2019 y participó en tres fechas: una de ellas en México y las otras dos en Estados Unidos. Similar número de competencias tuvo en 2020 debido a la pandemia, esta gestión estuvo y destacó en cinco.

Los últimos meses disfruté de mi familia y amigos. También he pensado en nuevos retos y proyectos

UNA HISTORIA DIFERENTE
Estar con la familia, pasar el tiempo con la novia y sus amigos, es la “vida normal” que lleva desde hace tres meses el cochabambino Bruno Rojas, el hombre más rápido de Bolivia, tras dejar la alta competencia para dedicarse a concluir sus estudios de medicina con el internado de un año que realizará en 2022. Los Juegos Olímpicos de Tokio (23 de julio al 8 de agosto) fueron el punto final para el velocista dueño de varios récords nacionales y ganador de medallas internacionales. Pasaron tres meses desde la última vez que pisó la pista atlética del estadio Olímpico de Tokio (el 31 de julio) para competir en 100 metros planos, prueba en la que terminó quinto en su heat sin pasar de ronda; desde entonces se dedicó a descansar. “El primer semestre del 2021 fue muy estresante para mí, ya que estuvimos buscando la clasificación a los Juegos. Debo confesar que llegó un momento en el que extrañé mi rutina habitual, así que hace unos días empecé nuevamente a entrenar”, indica Bruno, de 28 años. Con su tiempo libre -atrás quedaron las intensas jornadas de duro entrenamiento- aprovechó para vivir algo que no lo había hecho desde joven: compartir con sus seres queridos. “Tengo mucho más tiempo para dedicarme a tener una vida normal, (estar con la) familia, novia y amigos. Es algo que durante esos años jamás pude disfrutar a plenitud”. A partir de 2022 comenzará con el internado que debe cumplir para acceder a su título profesional de medicina. “Mi internado lo haré en un hospital que todavía no está definido. Lo que más me gustará será aprender, siempre me gustaron los retos y creo que este será el inicio de uno muy grande”.

Marcelo Avendaño
Periodista
LOS DATOS
BRUNO ROJAS
Edad 28
Estatura 1.83
Peso 74 Kg
Ciudad CBBA
Olimpiadas 2
Marca 10.36
ESCOZOR EN LOS PIES
Si bien su decisión de colgar los botines está tomada, ello no implica que en el futuro Bruno Rojas no retorne a la alta competencia, su pasión por el atletismo no desapareció y está latente la posibilidad de buscar la clasificación a los Juegos Olímpicos de París 2024 especialmente porque no le gustó la actuación que tuvo en Tokio 2020. “Los Juegos Olímpicos de Tokio me dejaron un sabor medio amargo. Mi madre quiere verme en París 2024, pero con mi título médico y esa no sería una idea muy descabellada”, sostiene el velocista valluno. El quinto lugar en su heat de los 100 metros planos evitó que pase a la segunda ronda eliminatoria en el evento nipón y por ello tiene clavada la espinita por no cumplir con su objetivo de igualar el desempeño que logró en Londres 2012, donde ganó su serie para avanzar de fase. Sin embargo, para que ello suceda deberá esperar todo un año, primero deberá afrontar el internado que hará todo el 2022. Una vez concluida esa faceta podría regresar a las pistas. “(Mi retorno) dependerá de cómo me encuentre en esa etapa de mi vida. Quiero terminar la carrera y luego veremos”, apunta. Tiene el deseo de especializarse en traumatología o medicina deportiva y ello tomaría otros tres años, carrera que la podría sobrellevar a la par con el atletismo. Si bien es considerado el hombre más veloz de Bolivia -su récord es de 10 segundos y 36 centésimas en los 100 metros planos- una disciplina que le volvió a llamar la atención es el salto largo, así que no sería nada raro que opte por practicarlo. “Una de mis pruebas favoritas. En infantil se me daba muy bien y ahora con mi retorno a las prácticas estoy empezando a probar, es algo que estoy disfrutando mucho”, recalca. Por el momento se enfocará en terminar sus estudios y si todo sale como espera el 2023 podría ser el retorno de Bruno al atletismo de alto rendimiento.