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Edgardo Gimenez ,Argentina
La gran bestia pop.

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Edgardo Miguel Giménez nacio en Santo Tomé, Santa Fe, 1942 es un artista visual argentino que adquirió notoriedad durante el movimiento pop y su paso por el Instituto Di Tella de Buenos Aires incursionando en el campo de la arquitectura y también del diseño gráfico, de interiores, objetos e indumentaria. Nacido en la provincia de Santa Fe, comienza a trabajar a los trece años en una agencia de publicidad. Es autodidacta. En la década del 60 trabaja en el Instituto Di Tella junto con Jorge Romero Brest1y artistas como Marie Orensanz, Pablo Mesejean, Juan Stoppani, Alfredo Arias, Marilú Marini, Marta Minujín entre otros. Realiza escenografías para cine y teatro, y trabaja como tapicista, artista gráfico, escultor, dibujante y pintor. En 1980 se desempeñó como director de arte del Teatro San Martín.
A los siete años se traslada junto con su familia a Buenos Aires. En Argentina, desde mediados de la década del cincuenta, impulsado por la política desarrollista de los gobiernos posteriores a la caída del Presidente Juan Domingo Perón –gobierno militar de la Revolución Libertadora y gobierno civil del Presidente Arturo Frondizi- comienza un ciclo de expansión y modernización que conduce a importantes transformaciones en las ciencias, las costumbres juveniles, los tipos sociales, la estructura familiar, la educación y la economía industrial. En ese contexto, se instalan nuevas agencias de publicidad que en sus programas de modernización y expansión de los medios de comunicación reclutan a creativos y artistas del país.
A brillar mi amor
EnCaballito, a comienzos de la década de 1950, las vecinas se detienen por primera vez a mirar la vidriera de la ferretería del barrio. Observan con curiosidad la hilera de hormigas que trepa a un rosal para llevarse los pétalos, de a pedacitos. Las flores son de papel crepé y las hormigas, de cartón con patas de alambre. Ubicada allí para promocionar una marca de insecticida, la instalación es la primera obra de un niño de nueve años que se convertirá, en la década siguiente, en uno de los grandes referentes del arte pop en la Argentina. “¡Qué maravilla!”, le dicen las mujeres al dueño de la ferretería, que les presenta al autor. “A brillar mi amor”, se oía días más tarde en la presentación del libro de 400 páginas, que pesa tres kilos e incluye un CD con relatos y música. Pocos temas más apropiados que “La bestia pop”, de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, para aludir a la brillante carrera de este hombre de sonrisa tan perenne como su obra. Mientras exhibe obras recientes en la galería María Calcaterra, a fin de mes inaugurará en el Museo de Arte Tigre “Donde los sueños se hacen realidad”. El título de la exposición es un homenaje a Walt Disney, uno de los grandes inspiradores de la fantástica fauna que protagoniza sus pinturas, esculturas.
Cupido
Hasta 1964, Edgardo Giménez trabajó casi exclusivamente produciendo pinturas de tono naïf. Un año antes había fundado La oveja boba, una boutique de diseño donde exhibía sus objetos. La apropiación del lenguaje del arte ingenuo fue una de las características del pop argentino. El humor paródico estaba presente en obras que desafiaban la nobleza de los materiales (esmaltes sintéticos, plásticos, cartón) y la importancia de los grandes temas. La belleza decorativa de una flor, del pelaje de un felino o el encanto aerodinámico de una rana, fueron motivos de esta tendencia que se propuso introducir la gracia de la pequeña anécdota de la que muchas veces se nutrió la cultura popular. Cupido, hijo de Venus (Amor) y Marte (Guerra), deidad romana encargada de producir las pasiones amorosas entre los mortales, se presenta como el niño alado de la mitología clásica. No obstante, desprovisto del carcaj y las flechas para su lucha, lleva una pequeña paloma blanca, inequívoco símbolo de la paz. Cupido pareciera no tener otra función que la de exhibir su cándida belleza. Armónico en un insólito mundo en el que conviven animales salvajes y aves de corral, seduce al espectador invitándolo con la mirada a su idílico hábitat.

