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BREVES PALABRAS SOBRE OSWALDO ESCOBAR VELADO 13 por Mario Castrillo, El Salvador

BREVES BREVES

“Valiente la policía./ Orden de los coroneles./ En los días más amargos mataron a dos mujeres”.

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PALABRAS PALABRAS

“Valiente la policía./ Orden de los coroneles./ En los días más amargos mataron a dos mujeres”.

SOBRE

Los versos anteriores los escribió el poeta a la memoria de Altagracia Kalil y Adelina Suncín, en el libro Árbol de lucha y esperanza (1951)

Mujeres muertas a tiros en plena calle, protestando, durante la Ley Marcial,

establecida en enero de 1944 por el general Maximiliano Hernández Martínez. Oswaldo Escobar Velado Escobar Velado “Esta es mi Patria:/ un río de dolor que va en camisa/ y un puño de ladrones/ asaltando en pleno día/ la sangre de los pobres”. Ha pasado más de un cuarto de siglo y estos versos del poeta no han perdido vigencia. En la actualidad vemos “un puño de ladrones/ asaltando/ en pleno día/ la sangre de los pobres”. Tal sucede en este gobierno de notoria

corrupción galopante. El poema se denomina Patria Exacta y en él, Oswaldo Escobar Velado traza una “radiografía” de El Salvador. Oswaldo Escobar Velado fue hijo de Simón Vides y María Velado de Escobar; estudió su bachillerato en el colegio Externado San José, colegio dirigido por jesuitas de difícil acceso a las clases populares. Escobar Velado de gradúa como Doctor en Jurisprudencia y Ciencias Sociales en la Universidad de El Salvador. Amigo de mi padre, abogado como él y compañero de exilio (Guatemala, 1944), Escobar Velado (Pipo, como le llamaba mi padre) le obsequió muchos de sus libros de poesía, los cuales nutrieron –y sacudieron- mi conciencia. Yo estaba adentrándome al universo maravilloso que es la adolescencia cuando mi padre puso en mis manos libros que “Pipo” le había obsequiado: Sonetos para mil y más obreros (1950), Árbol de lucha y esperanza (1951), Cristoaméri-ca (1958), Cubamérica (1960). Fue la primera poesía de contenido social que leí en mi vida, y me sacudió, me impactó profundamente. Describe el poeta la realidad de “un montón de hombres; millones/ de hombres; un panal de hombres/ que no saben siquiera/ de dónde viene el semen/ de sus vidas/ inmensamente amargas” Más adelante nos dice: “Mientras tanto al occidente de la casa que ocupo/ hay una imagen encaramada en el mundo/ (¡mayor razón para que viera claro!)/ y allá junto a sus pies de frío mármol/ una colonia alegre/ se va en las tardes/ cantando a los cinemas./ Bajo la sombra de “El Salvador del Mundo”/ se mira el rostro de los explotadores./ Sus grandes residencias con ventanas que cantan./ La noche iluminada para besar en Cadillac/ a una muchacha rubia”. Y prosigue: “Digan que somos lo que somos:/ un pueblo doloroso,/ un pueblo analfabeto,/ desnutrido y sin embargo fuerte/ porque otro pueblo ya se habría muerto”. Y alza su voz indignado ante tanta injusticia para culminar exclamando: ”¡Yo no cayo aunque me cueste el alma!” “Todo tuvo sabor a cosa extraña, / a cosa amarga y a substancia ácida. / “Made in USA” en las botas. / “Made in USA” en los cigarrillos que fumaban los gringos. / “Made in USA” también/ en la trompada brutal del caporal extraño/ para llamar la atención a un bananero. / El dolor lleva también el mismo rótulo. / La injusticia, también el mismo rótulo. / Hasta los Presidentes/ de la América Central llevan también/ el “Made in USA”. En su poema Canción en banano a la costa norte, del libro Árbol de lucha y esperanza (1951) dedicado a Juan José Arévalo Martínez y a Arturo Romero, líderes populares de Guatemala y de El Salvador, pone de manifiesto su antiimperialismo. Ha sufrido persecuciones, cárceles y exilio y el poeta sigue siendo “el mismo de siempre./ Lucho por los desheredados de la tierra,/ y más de algún imbécil me llama comunista/ porque soy justo y bueno,/ y no pierdo mi tiempo cantándole a las rosas,/ y en todas

Todo tuvo sabor a cosa extraña, / a cosa amarga y a substancia ácida. / “Made in USA” en las botas. / “Made in USA” en los cigarrillos que fumaban los gringos. / “Made in USA” también/ en la trompada brutal del caporal extraño/ para llamar la atención a un bananero. / El dolor lleva también el mismo rótulo.

partes grito para que se oiga/ que hay injusticia,/ mucha injusticia suelta por el mundo./ Y que hay dolor,/ Dolor en medio de todas las cosas.” Oswaldo Escobar Velado desarrolló una intensa actividad política en las jornadas de Abril y Mayo de 1944, jornadas que culminaron en una Huelga General de Brazos Caídos que puso fin a la dictadura de catorce años del general Maximiliano Hernández Martínez; hechos y decisiones que le costaron persecuciones, cárceles y exilios. Siendo el primer exilio en Guatemala (1944 y 1945), y posteriormente en Costa Rica. Su generación es conocida bajo el nombre de la Generación del 44. A ella pertenecieron Pedro Geoffroy Rivas, Hugo Lindo, José María Méndez, Matilde Elena López, Julio Fausto Fernández, Oswaldo Escobar Velado, Luis Gallegos Valdés, Antonio Gamero, Ricardo Trigueros de León. Su compañera de grupo, escritora, catedrática universitaria y ensayista, Matilde Elena López, nos dice: “Es acaso el poeta más representativo de aquella lucha reivindicadora del 2 de Abril que encendió la chispa de las revoluciones democráticas en América Latina”. (Matilde Elena López, Oswaldo Escobar Velado y la Generación del 44, La Universidad, Número 5, Año 92, septiembre-octubre, 1967.Editorial Universitaria, San Salvador, C.A.). Formó parte del Grupo SEIS (Grupo Social en Ideas Superiores), al cual pertenecieron Antonio Gamero, Manuel Alonso Rodríguez, Matilde Elena López, Oswaldo Escobar Velado, Alfonso Morales, Cristóbal Humberto Ibarra, Margot O´Conor y Pilar Bolaños.

Oswaldo Escobare Velado ejerció gran influencia en los poetas de las generaciones posteriores, no solamente en los de la generación de 1950 (Círculo Literario Universitario), sino también en “los poetas de la guerra”, aquellos que pintábamos en las paredes versos de su poema Patria Exacta. Durante la década de los años 80, en plena guerra, existió un grupo que se llamó Patria Exacta, fundado el 31 de octubre de 1987, con el objetivo de promover y difundir cultores y cultura nacional popular, al cual pertenecieron Orestes Figueroa, Roberto manzano, Mirna Benavides, Víctor Acevedo, Eduardo Carranza, Marco Alvarenga, Mauricio Paz, Manuel Saravia, Salvador Otilio, Arturo Romero, Héctor Carballo, Luis Antonio Chávez.

Luis Gallegos Valdés, en el libro Panorama de la literatura salvadoreña (Ministerio de Educación, Dirección General de Publicaciones, El Salvador, 1962) afirma que al poeta “va saliéndose su canto, henchido, luminoso, sorprendente”.

Mario Castrillo

Retrato de Oswaldo Escobar Velado. Camilo Minero, Xilografía, S.F. el tiempo, poesía, S Portada del libro de poemas Árbol de lucha y esperanzas (Primera edición, 1951). Dedicatoria de Oswaldo Escobar Velado al Dr. Mario Castrillo Zeledón.

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