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Una nueva tecnología que puede destrabar PRC

La conjugación de dificultades operativas y financieras llevó a que Potasio Río Colorado (PRC) -una de las más grandes inversiones de Argentina, más allá del campo minero- detuviera su avance en plena construcción. Tecnologías disruptivas y escenario geopolítico invitan a pensar en un nuevo impulso para el emprendimiento localizado en las provincias de Mendoza y Neuquén. El análisis a fondo a cargo de Omar Escalante1 y Sergio Devaux2, los líderes de EKOM.

De qué manera surge el proceso desarrollado por EKOM para la producción de cloruro de potasio?

Entre 2005 y 2009 dos empresas competían por producir potasio en la Patagonia Argentina: Rio Tinto tenía su proyecto en el sur de Mendoza y Vale el Proyecto “Potasio Neuquén” en la zona de Rincón de los Sauces. En realidad se trata del mismo yacimiento que se extiende a ambos lados del Rio Colorado.

Si bien son dos partes del mismo yacimiento geológico, el sector mendocino tiene mantos de mayor espesor y menor profundidad con leyes de potasio levemente superior. Vale tenía que competir con esta desventaja geológica además de que las reservas de la primera etapa de exploración habilitaban una operación no mayor a 1,5 MT anuales de KCI (Cloruro de Potasio) y reservas de 25 MT a 30 MT de KCl comparado a su vecino Rio Tinto que sumaba gigantes reservas superiores a 120 MT de KCl.

A partir de estas desventajas comparativas de su proyecto, Vale -que hasta ese entonces solo tenía experiencia en extracción de potasio por métodos de minería tradicional subterránea en Sergipe (Brasil)-, decidió invertir en I+D para encontrar el método óptimo de “solution mining” que le permitiera una operación rentable con el menor CAPEX y OPEX posible minimizando las desventajas operativas.

Desde el proyecto Potasio Neuquén se condujo una investigación sobre alternativas de menor costo (inversión y operativo) y que adicionalmente tenían menor huella ambiental por menor consumo de gas y agua dulce. Del estudio y evaluación participaron consultoras internacionales con amplia experiencia en este tipo de proyectos.

Maqueta de la planta con cuatro módulos (250.000 tn/a) para producir 1 MT anuales.

En 2008, estas alternativas eran económicamente más beneficiosas, y compensaban con creces las desventajas geológico/mineras del sector sur del yacimiento (Provincia de Neuquén), pero eran muy innovadoras y con poca experiencia para la época. Como ejemplo es preciso informar que el estudio para reducir costos incluía el análisis para usar pozos horizontales con extracción selectiva en lugar de verticales o direccionales como proponía Rio Tinto. Se debe tener en consideración que en ese momento los pozos horizontales y la navegación en los mantos era una novedad, incluso para la explotación petrolera de la cuenca neuquina, y estaban en etapa inicial empresa está muy presente en proyectos vinculados a procesos industriales. FRIMONT se encuentra produciendo la etapa de concentración de nitrato de uranilo, en la nueva planta de producción de dióxido de uranio. Participa en EKOM junto a ENNSIGHT, complementando el know-how de sus disciplinas para desarrollar proyectos mineros con sustentabilidad ambiental. de desarrollo en Argentina. Actualmente, Argentina está a la vanguardia del desarrollo de este tipo de pozos en petróleo no convencional.

²Con desarrollos en el potasio desde 2004 y cargos gerenciales en Rio Doce y Vale Argentina, condujo el desarrollo del proyecto Potasio Neuquén. Como Gerente de Desarrollo de Nuevos Negocios Mineros de YPF evaluó la factibilidad de proyectos de potasio en Neuquén, y participó del análisis de la posible recuperación del proyecto abandonado por Vale en el Sur de Mendoza. Es miembro de EKOM junto a FRIMONT para la factibilizacion de un proceso de potasio que sea una alternativa sustentable de bajo costo y bajo impacto ambiental.

En 2009, Vale decidió comprar el yacimiento de Rio Tinto y dejó de lado el proyecto Potasio Neuquén y su investigación para encontrar el proceso óptimo, siguiendo sus inversiones en el área de Mendoza con la ingeniería ya diseñada por Rio Tinto. La bonanza de los altos y extraordinarios precios internacionales del potasio no duró mucho, y al poco tiempo, más precisamente menos de cuatro años, se desplomó desde los US$700/tn a menos de US$300/ tn. Aunque públicamente se argumentan otras razones, esto es lo que hizo inviable económicamente el mega proyecto de Vale con CAPEX exorbitante y altos OPEX que determinó que fuera más beneficioso para la empresa hundir la inversión de US$2.000 millones ya realizada, y abandonar el proyecto (Paradójicamente, cuando anunciaron el abandono del proyecto, hundiendo la inversión realizada, subieron las acciones de Vale).

Doce años después del comienzo de esta historia y en plena pandemia COVID, por relaciones surgidas a través de otros proyectos mineros, nos unimos Omar Escalante de FRIMONT (Empresa Mendocina especializada y con amplia trayectoria en Refrigeración y Procesos Industriales) y Sergio Devaux de ENNSIGHT (Especialista en desarrollo de Minería Sustentable). A través de pruebas de laboratorio y ensayos industriales piloto avanzamos la investigación y evaluación económica que había quedado trunca con Vale en el proyecto

Potasio Neuquén, cuando adquirió el proyecto de Rio Tinto.

¿Qué diferencias se pueden observar respecto a la tecnología desarrollada por Vale?

Como se puede apreciar en la Tabla 1, las di- ferencias de EKOM con el antiguo diseño de Rio Tinto son importantes y mejoran sustancialmente los costos además de reducir la huella ambiental del proyecto. La principal diferencia es el proceso que se utiliza para la precipitación de cloruro de potasio. El antiguo diseño concentra la salmuera por evaporación, con alto costo energético, hasta lograr la precipitación de dos sales: cloruro de potasio y cloruro de sodio. Este último termina siendo un residuo que está en una relación 5:1 con el producto comercial. El proceso es un consumidor intensivo de agua dulce y de energía térmica para la evaporación, y por lo tanto un importante generador de huella de carbono.

La metodología propuesta por EKOM precipita el producto comercial (cloruro de potasio) por enfriamiento y el cloruro de sodio permanece disuelto en la salmuera que se retorna al pozo para disolver y capturar en forma selectiva más potasio en un nuevo ciclo. Este proceso minimiza el uso de agua dulce en cada ciclo de inyección/ extracción, no produce residuos sólidos complicados de transportar/almacenar, y reduce significativamente el uso de gas, de momento que no existe evaporación de salmuera.

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