9 minute read

Los fantasmas de la dictadura

Next Article
LA SEMANA DEL

LA SEMANA DEL

Ramfis Domínguez Trujillo ya tiene partido. El nieto del dictador que gobernó con mano férrea y violenta la República Dominicana desde el 1930 a 1961 logró un paso importante en sus obsesivas aspiraciones políticas. El nombre de su formación suena y sabe a ironía: Partido Esperanza Democrática. Las andanzas del nietísimo –por aquello del mote Generalisímo con el que se autoidentificaba su abuelo– van causando un ruido ensordecedor a su confiado paso por la política nacional.

Hay sobradas razones históricas para que muchos reaccionaran con estupor al reconocimiento que, con sobradas razones legales, otorgó el Pleno de la Junta Central Electoral. Trujillo, el sátrapa, aún permanece latente en la mente de la gente. Nostalgia negativa que sabe muy amarga, recuerdos inolvidables de una tiranía aún «viva» en el pensar de aquellos que dicen con orgullo y determinación: «Aquí hace falta un Trujillo». Es quizás ese espíritu que alimenta las aspiraciones de Ramfis, en estos impredecibles tiempos del populismo, la polarización y la posverdad, como sostiene el intelectual y escritor venezolano Moisés Naím.

Advertisement

Con el Partido Esperanza Democrática, Ramfis ya anda en República Dominicana amedrentando a periodistas y comunicadores. La impecable tribuna que domina en el calcinante círculo de las redes sociales reaccionó estupefacta y quizás por ello, forzaron a que predominara la sensatez en el pujante político de la estirpe trujillista. Lo que anunció como su primer gran enfrentamiento mediático-judicial, solo alcanzó para lo primero y lo segundo fue a parar al baúl de los olvidos. Ramfis se sabe con una base de seguidores más numerosa de lo que la mayoría atribuye. Cuando no tenía partido, su nombre aparecía entre los presidenciales como el que más por encima de todo el resto de las formaciones minoritarias.

En la diáspora, tiene una ferviente legión de legionarios: gente que jura y perjura «que en RD hace falta un Presidente made in Trujillo». Lo dicen desde allá, a lo lejos, donde quizás no volverán más que a vacacionar. Si acaso. Ramfis Domínguez Trujillo, el nietísimo, ya cuenta con el poder político que supone tener reconocimiento por parte del organismo electoral. Mañana, dentro de poco, recibirá financiamiento a partir de los impuestos de la ciudadanía. ¡Vaya ironía! Del dinero que cada vez alcanza menos, un Trujillo empezará a colectar del néctar que mueve los votos.

Es cierto que el populismo ha existido siempre, como recuerda Naím, pero solo en estos días se había combinado «con fuerzas tan potentes como la postverdad, las plataformas tecnológicas o el grado de fragmentación» que produce esa polarización. Es la brecha por la que se asomó hace tan solo unos años el nieto del dictador Rafael Leónidas Trujillo, con la intención de obtener lo que hace poco consiguió con una normalidad que espanta. Mientras, espantemos los fantasmas de la dictadura y oremos por el porvenir.

Reconocer partido de Ramfis: fantasma contra la democracia

La debilidad institucional en la República Dominicana cosecha uno de sus peores fantasmas en la actualidad, cuando la Junta Central Electoral emitió la resolución 24-2023, que legitima al Partido Esperanza Democrática (PED), liderado por Ramfis Domínguez Trujillo, hijo de Angelita Trujillo, nieto del dictador Rafael Leonidas Trujillo, quien se ha manifestado seguidor de la forma de hacer gobierno y del pensamiento político de su abuelo, accionar prohibido en la República Dominicana bajo la Ley 5880.

La legislación es clara en su artículo 1 de la Ley 5880 del 3 de mayo de 1962: todo aquel que alabe o exalte a los Trujillo o su régimen se considerará y juzgará como autor de delito contra la paz y la seguridad públicas «y será castigada con prisión de diez días a un año o multa», lo cual evidentemente ha sido violentado por Domínguez Trujillo, además de estar limitado por otra normativa de la Constitución, al aspirar a la Presidencia de RD teniendo otra nacionalidad, a la que debía renunciar, y contar con 10 años con el otorgamiento de la dominicana.

Sin embargo, el Pleno de la JCE alimenta uno de los fantasmas de la democracia, legalizando su partido, aunque no aún su candidatura, bajo el argumento: «Por haber cumplido con todos y cada uno de los requisitos que establece la ley y que lo convierte en sujeto activo y pasivo de derechos y obligaciones pudiendo realizar, en lo adelante, todos los actos jurídicos que fueren necesarios o útiles para los fines propios».

Esta decisión se convierte en el afilamiento del cuchillo para la garganta de la democracia, porque por su naturaleza y pensamiento autoritarista, el «Nietísimo», con la intención de generar temor a los integrantes de los medios de comunicación anunció el sometimiento de dos de los que se manifestaron en contra del reconocimiento de su organización política, en este caso, Mariasela Álvarez y Pablo McKinney, lo cual evidencia su postura respecto de la libertad de prensa y libre expresión del pensamiento, ambas, figuras indispensables para un estado democrático. No tardará mucho tiempo en que en ese mismo ejercicio, el Ramfis someta recursos para optar por la Presidencia, e ir allanando el camino y persuadir a posibles seguidores.

VENTAS País Político

PUBLICIDAD

(809) 350-6530

EN LA WEB paispoliticord@gmail.com www.paispolitico.net

@paispoliticodr @paispoliticord

Pais Politico Pais Politico

NUESTRO TIEMPO NURYS PAULINO » @NURYSPAULINO

Vida y muerte de los partidos políticos

Los principales Partidos Políticos como garantes de la democracia y del sistema de partidos, para sobrevivir se apoyan en la ciudadanía, quien es responsable de mantener el regimen. El pueblo define su permanencia o desaparición, al margen de otros aspectos que no vamos a evaluar en este momento. Lo que es un hecho, es que en los últimos años estas organizaciones partidarias en el país están desapareciendo al frente de sus dirigentes.

Vemos como dirigentes se mueven de una plaza política a otro, provocando la división o censura y un temor que puede desencadenar en la muerte del partido político, sin embargo, al hacer un juicio objetivo de la situación el problema radica en revisar lo hecho en su vida partidaria. Una primera observación evidencia que directivos de un mismo partido ejecutan acciones o líneas políticas disímiles en un igual proceso electoral, mostrando contradicciones entre las partes y falta de identidad partidaria. En ese sentido, sus seguidores podrán catalogar –al de su preferencia– como la mejor fuerza política, sin embargo, esta situación nos hace cuestionar su honestidad o si son responsables de obstruir los cambios que ofrecen las nuevas ofertas electorales. Un ejemplo palpable es que los simpatizantes del Partido Reformista Social Cristiano hacen alardes de tener más tiempo al frente del Estado, con 22 años. El Partido de la Liberación Dominicana dice ser los únicos con 4 victorias electorales consecutivas. Y el Partido Revolucionario Dominicano no se queda atrás jactándose de ser la verdadera «fábrica de presidentes», pues esa organización tuvo a Juan Bosch (1963), Antonio Guzmán (1978), Jacobo Majluta (1982 tras la muerte de Guzmán), Salvador Jorge Blanco (1982) e Hipólito Mejía (2000).

Miembros y fanáticos de esos partidos tienen innumerables historias que contar, en especial de los años de esplendor y triunfos, sin embargo, estarían en la capacidad de reconocer qué hizo que dichos partidos pasarán de una vida plena a la inminente muerte. Ego, megalomanía, o acaso el estribillo del popular merengue Ramón Orlando «no hay nadie más pa’ sustituirte», se apodera de su ser y prefieren la ruina del partido a que otro tome las riendas. Ya sea falta de carisma o decisión del propio Joaquín Balaguer, en el PRSC no emergió una figura capaz de concitar el interés para llevar nuevamente ese partido al poder. Cuál hubiese sido el futuro reformista si Balaguer apoya a Jacinto Peinado, Fernando Álvarez Bogaert, Carlos Morales Troncoso o Guillermo Caram. Definitivamente «no hay nadie más pa’ sustituirte» es la norma del liderazgo dominicano.

El PRD ganó el poder en 2000 y para las elecciones de medio término barrió, obteniendo 29 de 32 senadurías y 73 de 150 diputados, luego de eso el partido del «jacho prendío», jamás se recuperó. Aunque se asocia a la crisis económica, en realidad volvió a predominar el estribillo del pegajoso merengue, la modificación Constitucional realizada por el Ing. Mejía, con fines de instaurar la reelección, borró de un plumazo 64 años de historia perredeísta. El anti reeleccionismo bandera levantada por Peña Gómez, impidió que Antonio Guzmán y Jorge Blanco se re postulen, pese a la Constitución permitirlo de manera continua e indefinida. El PRD barrió en las elecciones del 2000 y 2002. El PLD de Danilo Medina en el 2016 no se quedó atrás cuando se cumplió su anhelada solicitud «yo necesito mi Congreso». ¡Presidencia, 29 senadores de 31 y 127 diputados de 190, nada mal!

Reformistas en el 1990 y perredeístas en el 2000 asistieron a su último baile presidencial, tal parece que será, el último de los peledeístas por las mismas razones que los otros partidos, sí, otra vez asomó el sepulturero «no hay nadie más pa’ sustituirte». Tras fracasar en modificar para el 2020 la Constitución para intentar seguir en el poder, eligió una figura de poco vuelo político y conocemos los resultados, división del partido y pérdida del poder. Este panorama, evidencia que muchos dirigentes siguen atrapados en una lucha interna y no encuentran, una salida ideal y práctica que permita al partido seguir funcionando como una maquinaria electoral, que aunque podrían ganar nuevas elecciones, sus gobiernos no lograran el éxito si la organización no fragua líderes comprometidos con la renovación social y articula una doctrina que incluya planes para la transformación real.

Las ocasiones sociales varían: las hay desde pequeñas reuniones confortables, como una cena con amigos, hasta grandes celebraciones donde la persona pudiera sentirse intimidado por las multitudes. Cada uno de esos encuentros es diferente, pero las bases de la conversación son las mismas: ser abiertos, encontrar un tema de interés común con los acompañantes, y siempre, escuchar. Continúa leyendo y conoce más…

Escoge un tema que atraiga a mayorías. Esto hará que todos tus invitados o los implicados en la conversación tengan una opinión al respecto.

Evita tópicos donde sólo algunos de los presentes van a ser los expertos, ya que los que no son te harán huelga. Un tema muy obvio es la plática de las compras, por ejemplo.

Solicita opiniones. No sólo ofrezcas tus propias opiniones. En realidad serás recordado como un gran conversador si preguntas el punto de vista de los que tienes a tu alrededor. Aún en un tema en el que seas experto, siempre pregunta «y tú, ¿qué piensas?». Es vital escuchar. Siempre.

Asiste a la persona más tímida del grupo. Quédate pendiente siempre a mantener a tus invitados a ambos lados tuyo, participando en una mesa de conversación, especialmente a aquellos que te parece que no se integran de modo fácil.

Si una persona a tu izquierda pare-

PALABRAS, SILENCIO Y DISCURSO LUCIVEL ÁVILA » @SLUCIVELAVILA ce tímida, pero el invitado de tu derecha es extrovertido y entusiasta, pon especial esmero de interesar en los temas al que se encuentra a tu izquierda. Asiente con la cabeza hacia ellos si hay la necesidad de aprobar lo que dicen. Si preguntas «¿qué opina de esto?», rápidamente la persona tímida se verá involucrada en la interacción. Otra idea es sacar un tópico del que tengas la certeza de que la otra persona tiene conocimientos. Si por ejemplo, la plática es sobre educación, puedes decir: «Esto me recuerda que tu hija está estudiando ingeniería en Santo Domingo, ¿cómo le va?».

No monopolices la conversación. Al conversar, un peligro sería adentrarte tanto en la misma que la llegues a monopolizar, pasando de un conversador encantador a uno aburrido. Da a los que están conversando la oportunidad de exponer de igual manera, y no sientas la necesidad de incluir cada detalle de la historia que cuentas. Esto es lo que la gente hace después de expresarte: «Para hacerte el cuento más corto…». Cuando se escucha esta frase la gente se prepara para una larga conversación. Lo mejor es que expreses tus propias historias de manera resumida; la mayoría de las personas que integran el grupo, estarán contigo mientras hables con brevedad. Hablar en demasía no resulta favorable a tu interlocutor, sino que dañas la impresión que quieres causar. Quien habla mucho dicen que paga un precio muy alto: pierde cierto grado de credibilidad.

Aprende a iniciar la conversación y a recabar información. Las preguntas como «qué tal si…?» son un camino seguro para empezar un diálogo social o recabar información en un receso. El número y tipo de preguntas como estas no tiene límite y puedes siempre relacionarlas con las últimas noticias o con lo que piensa la gente en ese momento. Una pregunta formulada así atrae la atención de cualquiera, es la que acorta la distancia entre las líneas generacionales, en lo educacional y en lo social. Si la conversación está desarrollándose bien, olvídate de las preguntas de este tipo y permite que fluya de manera espontánea.

Pon atención al arreglo físico. Los anfitriones de mucha experiencia saben entretener a sus visitas con arte, casi como si fuera una ciencia: consideran todo, desde el color de las flores hasta el arreglo del mobiliario. El modo de adecuar y hermosear el lugar donde se vaya a estar corresponde a la forma en que los invitados también se sentirán. Es importante que ellos sientan familiar el espacio, o incluso, lo perciban como un lugar en el que ya han estado alguna vez y que resulta idóneo para conversar amenamente.

This article is from: