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MINMINER SOCIAL

El intercambio de conocimiento y trabajo colaborativo han sido los pilares de Tejilarte, un proyecto que busca generar entornos de esparcimiento, aprendizaje y superación.

Aeste espacio acuden madres cabeza de familia, víctimas de la violencia y el desplazamiento, niños, adultos mayores y todo aquel que quiera tejer un mejor futuro. Esta labor es conducida por Luz María Rodríguez, una artesana de tradición, líder y emprendedora que trabaja día a día por cumplir sus objetivos y aportar a la comunidad.

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Hace algunos años, Luz María se vinculó a un programa impulsado desde una de las empresas asociadas al título minero y que tenía como objetivo potenciar las capacidades de los campesinos de la zona. Debido a esto, visitó algunos municipios, dejó el campo e inició una nueva vida en Sutatausa, donde llegó a transmitir sus saberes y habilidades de tejido utilizando lana virgen. No obstante, la crisis minera que se vivió hacia el año 2011 interfirió en sus planes y las dificultades no demoraron en tocar su puerta “Cuando se tuvo esa caída, donde no se vendía el carbón y no habían recursos, empecé a buscar la manera estratégica para conseguir los medios, entonces con las señoras que querían aprender a tejer hacíamos un intercambio, ellas venían y me traían alimentos, cosas de la huerta, a cambio de que yo les enseñara a tejer. Así, poco a poco, nace esta idea y más adelante creamos la escuela de formación de tejido artesanal” menciona Luz María.

Cómo es característico en ella, la perseverancia e ingenio la llevaron a encontrar una solución para expandir su proyecto, llegar a más personas y

LUZ MARÍA RODRÍGUEZ Tejiendo comunidad

Un convite de oficios y saberes donde se muestra todo el trabajo ancestral y la cultura que tenemos en el municipio, donde no solo se vende, sino que se cuenta la historia y se teje una comunidad, se teje amistad.

transmitir la cultura de la región, fue entonces cuando propuso la creación de un evento donde pudieran mostrar sus productos y vender al público “Para

darnos a conocer nosotras iniciamos el evento como un homenaje a los artesanos, ahí fue donde la comunidad se dio cuenta que lo que estábamos haciendo era algo para destacar. Fuimos creciendo y al año siguiente ya no era un evento sino un festival, de esa forma nació Tejilarte, un convite de oficios y saberes donde se muestra todo el trabajo ancestral y la cultura que tenemos en el municipio, donde no solo se vende, sino que se cuenta la historia y se teje una comunidad, se teje amistad”.

Al ser una experta en el tema, Luz María ha llegado a identificar los sectores afines a su labor, así como las organizaciones o particulares que proveen el material y que en ocasiones realizan donaciones a su causa. Ella junto a sus compañeras, son las encargadas de esquilar a las ovejas, lavar, hilar y tinturar la lana hasta conseguir el producto final “Dentro del grupo yo veo quienes son las personas que tienen habilidades en crochet, en telar, en tejido dos agujas, en tintura, entonces

cada uno participa de acuerdo a lo que sabe. Incluso acá tenemos personas con alguna discapacidad y también les ayudamos, porque desde que el cerebro y las manos estén coordinados, ellos pueden hacer alguna actividad; con eso dejan de pensar en su enfermedad y se están ayudando ellos mismos”.

Buscando un mayor crecimiento, Luz María tocó distintas puertas y aunque no consiguió el apoyo de instituciones públicas, el sector que un día le tendió la mano, volvió a su encuentro, nuevamente la minería apoyaba su emprendimiento y con esta relación obtuvo mayor progreso; tanto así que al día de hoy cerca de 300 artesanos se han visto beneficiados, cuenta con 30 personas estables y un taller de telares para llevar a cabo parte del proceso. Sin embargo, Luz María no se conforma y sueña en grande, pues su meta es tener una galería propia, dispuesta para exhibir el trabajo de sus alumnos, participar en eventos de mayor escala y llegar a nuevos mercados

“Inicialmente, nosotros vendemos en el festival Tejilarte y queremos llegar a ferias como Expo Artesanías. Con esta cuestión de la pandemia hemos tenido meses muy difíciles, pero nos retamos a hacer un evento virtual y lo hicimos gracias al apoyo de Minminer, ellos nos ayudaron a desarrollar la idea y eso nos permitió mostrarnos no solo aquí en Sutatausa, sino a nivel nacional, incluso desde otros países nos felicitaron, vieron que teníamos liderazgo y nos dieron la oportunidad de participar próximamente en otras ferias virtuales como Compra lo Nuestro, con esto esperamos que nos vaya bien para poder ayudar a todos las artesanos”.

La participación de la industria minera en Tejilarte, no solo ha representado un ingreso para el proyecto, también la participación de algunas esposas de los mineros que han dedicado su vida al cuidado del hogar. De igual manera, se ha producido la construcción de un tejido social que permite el desarrollo de más personas, transformando su cotidianidad y tejiendo siempre nuevos caminos “Yo

veo con mucha satisfacción que el sector minero se haya unido a esta causa, porque la parte pública no creía en nosotros, pensaron que era algo descabellado, mientras que Minminer si confió en nuestra labor. En este momento tenemos varias mujeres, esposas de los mineros, que hacen parte de este trabajo social, de esta dinámica que proponemos para salir de ese ritmo de vida que llevan en la casa; entonces es llegar a compartir cada ocho días un momento de esparcimiento, un encuentro de mujeres. Por eso queremos agradecerle a Minminer, por ese maravilloso apoyo y esperamos que continúen fortaleciendo este tipo de emprendimientos, que son en pro de un bien común y nos permiten favorecer a muchas personas”.

Yo veo con mucha satisfacción que el sector minero se haya unido a esta causa, porque la parte pública no creía en nosotros, pensaron que era algo descabellado, mientras que Minminer si confió en nuestra labor.