Memorial de las truchas

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memorial de las truchas.

p ab l o gol d i n

jinetesdelapocalipsis

+ Todos somos culpables.

El mudo sufrimiento de las tr uchas siendo impunemente pescadas genera sordos reclamos a nuestros prejuiciosos oídos.

Secos e indiferentes, negamos su mojado hacinamiento y encontramos felicidad pescandolas de cubetas y estanques insalubres bajo la amnistiosa etiqueta del entretenimiento y diversión. Aun así, su defensa resulta absurda cuando son tantas otras las causas que acaparan los ref lectores de nuestro malestar. ¿A quién podría impor tarle un pez y su destino si ningún medio, marcha u horda que lo def ienda se ha cr uzado en su camino?

En tiempos de redes sociales y linchamientos mediáticos; la culpa se ha vuelto universal. La razón her mana obligada de la procrastinación y la justicia solo encuentra respuesta a la impunidad en el linchamiento colectivo. Somos todos contra todos viviendo en igualdad de condiciones en apariencia, pero solo aquello que seduzca la atención de la masa será resuelto a la brevedad.

El memorial de las tr uchas son los animales que mueren sin circo, es el reclamo de los que no tienen voz, los inocentes que fueron ajusticiados por las turbas, los toros que ter minarán extintos sin la tauromaquia. Somos todos los que sin presunción de inocencia fuimos masacrados por la ignorancia y el olvido; aquellos que mueren en silencio sin nombre ni memoria.

Pregonar en favor de su defensa y exigir que ninguna más sea puesta fuera del agua en vano, es reclamar el restablecimiento del sentido común y ponerle f in a la anomia. Una sola causa que cobije a todas aquellas que se ahogan en la indiferencia, un solo e spacio que ofrezca el cobijo a quien no lo tiene. ¡Ni una más fuera del agua!

Nunca más el absurdo como verdugo, nunca más la ignorancia como sentencia.

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Epílogo

Avenida Gran Canal conduce el desagüe de la Ciudad de México por más de nueve kilómetros ofreciendo nauseabundos olores, insalubridad y espacios remanentes a los miles de habitantes que viven a sus orillas y a las millones de personas que se acumulan en la Zona Metropolitana del Valle de México. Condenado por la indiferencia oficial y la pertenencia al nunca desarrollado Oriente de la capital, el territorio incuba marginalidad, malas condiciones urbanas y oportunidades perdidas como el Rio de los Remedios, canchas deportivas abandonadas, lotes baldíos y los tantos proyectos hídricos para la cuenca sin concretar.

En el cruce del anillo Periférico y la Avenida Gran Canal, el desagüe entubado pasa a estar a cielo abierto marcando el alcance de una tubular noción del progreso y hasta donde se dispuso a llegar. Plantear un memorial lo suficientemente absurdo para llamar la atención al sitio es una medida para hacer frente a la indiferencia urbana y arquitectónica que la zona genera y fomentar el rescate de los ríos y las zonas marginales de la Ciudad.

Las piezas de la trucha deconstruidas podrían funcionar como distintos equipamientos y elementos de esparcimiento y el parque para captar y purificar agua que salga en fuentes y bebederos. Canchas, esculturas, auditorios al aire libre, alumbrado público, atención mediática; lo que sea para incubar futuras historias y transformar el presente y la memoria de un sitio y la narrativa que gira en torno a él.

Soñemos que el memorial de las truchas es el sitio más absurdo del mundo. Aún si nunca existe, haciendo evidente lo ignorado, las truchas y su subestimada causa abrirá la puerta a todas las demás.

Proyecto arquitectónico, concepto y textos: Pablo David Goldin Marcovich Consejo consultivo y colaboradores : Santiago Alvarez Campero Jerónimo Sainz de Agüero Jimena Acosta Agradecimientos: Antonia Przybyslwaski Daniel González Alonso