1 minute read

Naturaleza

Querida madre, El fruto tuyo vuelve al árbol de donde se cayó. Recógeme de este suelo marchito, que con mis hermanos acabó. Y llévame a tus brazos verdes de dulzura y miel, A los que me quiero aferrar para no volver a caer.

Perdóname madre, como fruto tu vida solo extingo.

Perdóname madre, por haber matado a tus demás hijos.

Perdóname madre, por nunca haberte valorado.

Perdóname madre, enséñame a amarte y cuidarte Para no matarte.

Muéstrame tu belleza interna, Sumérgeme en tus mares, camina conmigo en tus montañas, columpiemos en tus selvas, juguemos con los animales, preparémonos para las estaciones, y descansemos en las praderas.

Para poder amarte al final, tengo que dejar de aferrarme a lo material. Y quedarme solo contigo. Porque, así como nací de ti, También moriré en ti.