pintor

Enrique Soto Izquierdo

LA PINTURA DIGITAL PINTURA E INNOVACIÓN

A

rtista plástico digital que recoge rostros, paisajes, costumbres y tradiciones en situaciones comunes, para plasmarlas en el mundo virtual de la pintura

digital.

Sus pinceles, colores, técnicas e instrumentos lo conforman cientos de programas que sintetizados en sistemas dan como resultado una expresión plástica policromática con acendradas raíces de maxicanidad.

Soto Izquierdo, cibernauta autodidacta, obtiene su primer computadora personal en 1971, destacandose por su disciplina y deseo de conocimiento cibernético, que después de casi cuatro décadas ha, no sólo creado un arte propio, sino proyectado el resultado de la contemplación de las bellezas que la vida le ha mostrado.

Enrique Soto Izquierdo

LA PINTURA DIGITAL pintura e innovación Enrique Soto Izquierdo, Un Pintor Digital

L

a pintura es una de las bellas artes más extensamente practicada. La afición a la pintura, el gusto por detener en el tiempo la belleza de ciertos paisajes, de ciertas escenas, de ciertos rostros o cuerpos humanos, de los veleros navegando o los caballos al galope, el gusto por los colores y sus combinaciones, de sus contrastes y sus armonías, de las texturas de muros, pelajes y plumajes, la representación plástica de las fantasías de nuestra imaginación.

Muchos empiezan a ensayar la pintura desde sus primeros años, otros sólo en la edad avanzada. Pintan los hombres, y pintan las mujeres. Algunos nacen para pintar, traen la visión, el impulso, el talento, la vocación. Otros gastarán largas horas, se impondrán arduas disciplinas con escaso fruto, no importa. Pintar ofrece el elíxir de la creación, de la libertad, de los sueños.

Enrique Soto Izquierdo

A mi desde siempre me brillaron los ojos con el placer de ver a mi alrededor desplegarse la gama de los colores cambiantes bajo la luz y la sombra. Agradezco los ojos, agradezco a Dios que me los puso y me puso en este mundo multicolor. Mi escenario preferido son los cielos, los grandes espacios y las nubes viajantes, transformadas por el viento y matizadas por el tinte de la tarde o de las noches lunares. He nacido en un país tropical de colores espléndidos, de vegetales y flores sin número, de mares y costas interminables, de sierras y desiertos en que se multiplican los ocres, de mil etnias indígenas y de pieles mestizas desde el rosa hasta el bronce. Los temas jamás se agotan, porque hay incluso cosas feas cuya oculta belleza descubre la pintura.

En el curso de mi vida tantas cosas han cambiado. He alcanzado a observar a los artistas de caballete, de lienzo, paleta y pincel, con modelos vivos, en jornadas heroicas para capturar una luz, para recordar un matiz, un momento combinado e irrepetible, para dictar una posición al modelo o encontrarla tras una búsqueda ardua.

Los admiro y los respeto. Pero no tuve la paciencia de seguirlos, el mérito de emularlos.

Llegué a un edad plena de experiencias y me lancé por un atajo. ¡Quiero pintar! me demandó una voz interior y me dije “ahora o nunca”. Aunque soy ya un hombre grande soy un hombre de mí tiempo, sobre todo de mi tiempo futuro, de manera que me eché por un camino que se estaba abriendo: la pintura digital.

Enrique Soto Izquierdo Todas mis herramientas están en mi computadora: los pinceles o brochas, los lápices y plumas, las paletas inagotables y tratamientos cromáticos, los lienzos de cualquier material y textura, los museos y pinacotecas del mundo, los modelos inmóviles o las animaciones que repiten sus movimientos bajo mis comandos, los paisajes y tipos humanos mas diversos, las librerías inagotables de imágenes, todo en medio del esplendor externo de mi trópico. Estoy en el mejor lugar, y en un magnífico momento. No voy a desaprovecharlo: voy a pintar todo lo que se deje, todo lo que pueda.

Hay quien pone en tela de juicio que este sea arte, pintura propiamente dicha. ¿Cómo puede serlo si no cuesta tanto trabajo ni tanto dinero, cómo si no mancha la ropa ni el estudio del maestro?. Yo no abrigo dudas: estoy demasiado ocupado haciéndolo.

Cómo y con qué lo haga es lo de menos. La cuestión es hacerlo. Entrego una muestra.

Manejo centenas de programas cada uno distinto, con herramientas diversas, procesos diferentes, paletas, pinceles, efectos, técnicas, facilidades de deformación y mutación, matemáticas fractales. El río de las imágenes fluye, se expande, se agita. Las pinto, las transformo, las retoco, experimento. Bienvenidos al futuro que ya llegó. Es la pintura digital, el mundo digital.

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