Revista sembradores jul ago18

Espero que este tiempo vacacional esté siendo provechoso y que, además de descansar, no descuiden sus labores misioneras. También espero, de todo corazón, que este periodo lo aprovechen para estar en familia. ¿Alguna vez han reflexionado sobre lo importante que es la familia? El Papa Benedicto XVI la describe como «patrimonio de la humanidad –que– constituye uno de los tesoros más importantes… Ella ha sido y es escuela de la fe, palestra de valores humanos y cívicos, hogar en el que la vida humana nace y se acoge generosa y responsablemente. La familia es insustituible para la serenidad personal y la educación de los hijos». ¿Se dan cuenta de lo importante que es? Por eso es necesario trabajar en equipo y contribuir para crear ambientes familiares sanos; donde la fe, la confianza, el amor y la comprensión sean los valores que predominen. Y, como misioneros, trabajemos para que el amor y la fe, de nuestra familia, se extiendan a todos los ámbitos de la sociedad. ¡Que nuestras familias sean familias misioneras! Nuestras familias, al igual que cada uno de nosotros, están llamadas a la santidad.

Quiero compartir con ustedes que en la pasada asamblea general de Directores nacionales de OMP, del 28 de mayo al 2 de junio, el Papa Francisco, no solo reafirmó la importancia de las Obras Misionales para la labor misionera, sino también nos invitó a recordar que «el principal agente de la evangelización es el Espíritu Santo y estamos llamados a colaborar con Él». Recordemos que como bautizados la misión es una constante que no debemos dejar de lado, ni mucho menos ignorar.

Por ello, las Obras Misionales están llamadas una renovación del compromiso misionero, a hacerlo presente pues, hoy más que nunca, el mundo necesita contagiarse de la alegría que da el Evangelio.

Una excelente oportunidad para dar testimonio y responder el llamado a la santidad será el próximo 19 de agosto, día en que se celebrará la Jornada de las Vocaciones Nativas. Con el lema «Atendiendo al llamado del Señor», nuestra tarea será orar por el florecimiento de las vocaciones en tierras de misión.

Sembradores, es muy alentador saber que hay muchos niños comprometidos con la labor misionera, no olviden que su participación es muy importante; muchas gracias por su constancia, los invito a no rendirse. Dios los bendiga y nuestra madre santísima, la Virgen María, estrella de la evangelización, los guíe como discípulos misioneros.

Pbro. Lic. José Ayala Madrigal Obras Misionales Pontificio Episcopales de México Director Nacional

Propietario Obras Misionales Pontificio Episcopales de México, A.R. Director Pbro. José Ayala Madrigal Secretario Nacional de la Pontificia Obra de la Santa Infancia Pbro. Ivo Saúl Flores Venegas Editora Diana Monroy Rodríguez Diseño e ilustración Alan Ayala García Colaboradores: Pbro. Francisco Espino Godínez, Pbro. Álvaro Solano, Daniel Durán, Griselda Santiago Gómez, Elena García Gamboa, Hna Nancy Gabriela.

SEMBRADORES, Año XLII, Número 458, julio-agosto 2018. Es una publicación bimestral, editada por Obras Misionales Pontificio Episcopales de México, A.R., Prolongación Misterios No. 24, Col. Tepeyac Insurgentes, Delegación Gustavo A. Madero, C.P. 07020, Tel. (01 55) 57500544, www.ompe.com.mx, informes@ompe.com.mx, Editor responsable: Pbro.

José Ayala Madrigal, Reserva de Derechos No. 042005-052609402000-102, ISSN: En trámite, Licitud de Título y Contenido No. 15349, ambos otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación, permiso SEPOMEX No. PP09-1849. Impresa por Editorial Esfuerzo S.A. de C.V., Esfuerzo 16-A, Col. Lázaro Cárdenas, Naucalpan de Juárez, C.P. 53560, Estado de México. Este número se terminó de imprimir el 18 de junio de 2018 con un tiraje de 10,000 ejemplares. El contenido de los artículos que aparecen en este número es responsabilidad de los autores y no compromete la opinión de los editores.

Para que los sacerdotes que viven con fatiga y en la soledad el trabajo pastoral se sientan confortados con la ayuda de la amistad con el SeĂąor y con los hermanos.

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Para que las grandes opciones econĂłmicas y polĂ­ticas protejan la familia como el tesoro de la humanidad.

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Griselda Santiago Gómez/Asesora IAM Izcalli

¡Hola, Chiquitines misionero!

Me llena de alegría saludarles nuevamente y, como siempre, les deseo una salud estupenda, una alegría que contagie y un gozo en Cristo misionero.

Saben, en nuestra actualidad con tantas tribulaciones, conflictos y guerras por todo el mundo, parecería que la luz de Cristo se apaga, pero recordemos que el Evangelio nos advierte que todo eso pasará (cf. Lc 21, 11-12). También recordemos que al Papa San Juan Pablo II le tocó vivir muy de cerca el holocausto nazi, en la segunda guerra mundial. Él decía que donde hay destrucción hay salvación, donde hay oscuridad ahí brilla con más intensidad la luz de Cristo.

Recuerdo que en la Escuela de Animadores Misioneros (ESAM) de 2012, una religiosa de las Hermanas Esclavas Misioneras de Jesús, platicaba que, durante el tiempo que le tocó misionar en África, la guerra se hacía presente a unos cuantos kilómetros del centro donde ella impartía sus servicios; este centro fue evacuado pero no en su totalidad, pues había niños, gente enferma, una mujer en trabajo de parto. Todo esto hacía que el desalojo fuera más lento y difícil. Con la guerra a la vuelta de la esquina, la desesperanza se hizo presente. Entonces ella terminó de atender el parto y se dirigió al Santísimo, lo tomó entre sus manos y le dijo a la gente que era hora de abandonar el centro comunitario. En cuestión de minutos se encontraron en medio de la oscuridad y la guerra, lo único que miraban y escuchaban eran las bombas estallando a unos cuantos metros de ellos. Ahí, en medio de la oscuridad y la guerra, la luz de Cristo brilló con más intensidad, contaba la Madre superiora.

Como mexicanos estamos librando una guerra contra la corrupción, donde el único afectado es el pueblo, es decir miles de familias. Y son ellas lo más preciado de toda cultura y sociedad civil.

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Por eso, pequeño misionero, solo venceremos con el amor que viene de Dios, por lo que, nuestra actividad misionera, consistirá en pedir a Jesús que nos de un corazón manso y sencillo. Ofreceremos nuestra Eucaristía por todas las familias mexicanas que se encuentran en grandes tribulaciones, para que Jesús sea esa luz que brille en medio de la oscuridad, pidiéndole que alumbre el camino de toda una nación (cf. Jn 8,12).

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Pbro. Álvaro Solano Díaz / Director Diocesano de Misiones de Ecatepec

Queridísmos sembradores, les mando un cordial saludo y, al mismo tiempo, deseo que los trabajos que se van realizando en cada una de sus parroquias o sus escuelas siga siendo fructífero en el campo de la misión.

Quizás, muchos de ustedes, habrán escuchado que en semanas anteriores el Papa Francisco envió un documento a toda la Iglesia acerca de la santidad, llamado Gaudete et Exsultate, donde se nos invita a reconocer la posibilidad de alcanzar la santidad en el mundo actual. ¿A alguno de ustedes le gustaría ser santo? ¿Piensas que tú y yo estamos llamados a la santidad?

El Papa nos recuerda lo que el mismo Señor nos invita a través de su palabra: «Sed santos, porque yo soy santo» (Lv 11, 45), entendiendo que la santidad es el camino de perfección al cual estamos llamados desde la misma perfección de Dios, cuando hacemos la voluntad del Señor; ya que es la posibilidad de alcanzar la felicidad desde esta vida y la que nos tiene prometida en la eternidad. La santidad se va alcanzando desde nuestra propia realidad, ya sea en la infancia, la juventud, la vida sacerdotal, religiosa o en el matrimonio; es decir, desde los distintos estados de vida, lo importante es ir reconociendo lo mejor de cada uno de nosotros a la luz del Evangelio y ponerlo en práctica al servicio de los demás.

Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí en cada lugar donde realizamos nuestra vida cotidiana, desde pequeños lo podemos hacer siempre viviendo con alegría lo que hacemos, por ejemplo cuando vamos a la escuela o realizamos alguna tarea domestica en casa, cuando tenemos un servicio en nuestra parroquia o cuando realizamos nuestra misión.

Cuántas ocasiones pensamos que la santidad es inalcanzable o que solo esta destinada para unos cuantos; sin embargo, la santidad se va realizando cada día, en cada gesto, son expresiones que manifiestan la ternura de Dios, por ejemplo Jesucristo iba haciendo presente el reino de Dios con pequeños gestos, manifestando la ternura divina.

Te invito a que en tu grupo misionero reflexionen sobre la santidad y, sobre todo, ¿qué expresiones concretas se pueden realizar para que desde la infancia se vaya construyendo la santidad, tanto personal como en la realidad comunitaria?

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Pbro. Mtro. Juan Francisco Agustín Espino Godínez / Director Diocesano de Misiones Arquidiócesis de Puebla

Amigos Sembradores, les saludo nuevamente, ahora que ya ha terminado el proceso de elección de nuestros gobernantes en todo el país, y en medio de los problemas y situaciones difíciles que todos estamos viviendo en nuestras comunidades; les invito a reflexionar en esta ocasión sobre la importancia de participar activamente en nuestra sociedad para hacer de ella un lugar más humano y de encuentro de paz entre todos.

Y es que el cristiano, el discípulo de Jesús, el misionero, no es alguien ajeno a los problemas y situaciones sociales. Jesús mismo, en su oración al Padre, dice: «No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno» (Jn 17, 17). Jesús es consciente que en el mundo tenemos muchas situaciones difíciles y problemas, y que como discípulos, encontraremos incluso persecuciones, pero está con nosotros y nos motiva a hacer algo bueno que ayude a todos.

El cristiano actúa como parte del mundo y tiene el compromiso de vivir en él santificándolo y transformándolo como mandato de Dios, como nos lo hace notar el Papa Francisco: «la capacidad de transformar la realidad que tiene el ser humano debe desarrollarse sobre la base de la donación originaria de las cosas por parte de Dios» (LS6).

Y la Iglesia siempre nos ha dado a conocer que los cristianos tenemos un lugar especial en medio de nuestra sociedad, que nos obliga a ser instrumentos de cambio y de servicio en donde quiera que estemos. «Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres

y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo» (GS1).

Hay una carta muy hermosa del siglo II, la Carta a Diogneto, que nos hace ver lo que los discípulos de Jesús hacían en medio de su comunidad. Te comparto un fragmento: «…Porque los cristianos no se distinguen del resto de la humanidad ni en la localidad, ni en el habla, ni en las costumbres. Porque no residen en alguna parte en ciudades suyas propias, ni usan una lengua… Residen en sus propios países, pero solo como transeúntes; comparten lo que les corresponde en todas las cosas como ciudadanos, y soportan todas las opresiones como los forasteros…

Su existencia es en la tierra, pero su ciudadanía es en el cielo.

Obedecen las leyes establecidas, y sobrepasan las leyes en sus propias vidas. Aman a todos los hombres, y son perseguidos por todos. No se hace caso de ellos, y, pese a todo, se les condena. Se les da muerte, y aun así están revestidos de vida. Piden limosna, y, con todo, hacen ricos a muchos. Se les deshonra, y, pese a todo, son glorificados en su deshonor. Se habla mal de ellos, y aun así son reivindicados. Son escarnecidos, y ellos bendicen; son insultados, y ellos respetan.

Al hacer lo bueno son castigados como malhechores» (A Diogneto V).

Como puedes darte cuenta por esta carta de hace 1800 años, los discípulos de Jesús, y, por tanto, los misioneros, estamos llamados a hacer un cambio en el mundo para bien, llenarlo de cosas buenas y ayudar con cosas buenas a los demás. ¡Así es que, Sembrador, manos a la obra!

Hasta la próxima.

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ยกHola queridos misioneros!

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Angélica Romero Rivera / Tampico, Tamaulipas

Les escribo de Tampico, Tamaulipas, para compartir nuestra alegría y agradecimiento, ya que en esta Semana Mayor compartimos, por tercera ocasión, Semana Santa con una bella comunidad en el estado de Puebla.

Gracias a la IAM conocimos las misiones y nos cautivamos, nos fuimos toda la familia; mis dos hijos, mi esposo e invitamos a una querida amiga vecina, la Hermana Lupita, misionera del Perpetuo Socorro, se nos unió y llegó al punto de reunión; la Cumbre Zacatlán, Puebla, pueblo mágico. Éramos seis almas dispuestas a compartir el amor de Dios, nos dividimos para poder colaborar más y acompañar a dos comunidades a una hora de distancia de la parroquia de Guadalupe, punto de reunión donde nos encontramos y nos dividimos, los jóvenes con la Hermana Lupita y mi esposo y yo en el pueblo de San Lorenzo.

Son personas sencillas, muy cálidas y nobles pero amenazadas por el trabajo insistente de la evangelización de los testigos de Jehová, quienes ya tienen su templo en el pueblo; lo cual generó la división y, sobre todo, la confusión, les pido su oración para San Lorenzo, San Cristóbal Xochimilpa y todos los pueblitos, siento que, más que por convencimiento, por pena e insistencia se han cambiado de religión, su fe es la misma, tienen muchas dudas, regresamos contentos pero preocupados, ahí siembran el blueberry, habas, maíz, van a la leña, muelen su maíz y hacen unas tortillas deliciosas, se trabaja mucho.

Cuando realizamos el visiteo todas las personas coincidían en que siempre van los de la otra religión, van hasta dos veces por semana, hace falta formación quien no conoce su fe no puede defenderla, son tan honestos que decían soy N % católico porque por el trabajo no se acercan tanto como deberían, las distancias entre casa y casa es de 30 minutos caminando.

Tuvimos las platicas para niños, jóvenes y adultos, el rosario de aurora y la celebración del triduo pascual, oramos por las vocaciones, por los misioneros y por estas personas que sufren por sentir que traicionan a Dios y a sus ancestros al sentir la presión de la evangelización de los testigos de Jehová.

Sigamos en oración y espero poder verles en alguna otra ocasión, por lo pronto agradecida con Dios por permitirnos realizar esta obra de misericordia y, sobre todo, en familia con mi hija adoptiva.

Los cinco regresamos a casa felices, Hermana Lupita a su comunidad.

Con Jesús en el corazón conectados a la misión.

El párroco tiene 19 capillas que atender, cada mes tienen celebración, por tanto pareciera que la cercanía y acompañamiento de nuestros hermanos separados está más presente.

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Amigos Sembradores, nuevamente nos encontramos en esta sección de su revista, por lo que aprovecho para mandarles un afectuoso saludo a cada uno de ustedes, a sus asesores y a sus coordinadores de grupo.

Deseo sinceramente que este año esté siendo magnífico y pleno, que el Dios de Jesús les muestre su bondad y en todo momento les dé su bendición.

La familia representa la institución más importante para el desarrollo de cada ser humano, y de la sociedad en todo su conjunto. Hablando de la Iglesia en México y su avance histórico, la familia ha jugado un papel importante y trascendental, siendo, en muchos de los casos, el primer lugar donde se escucha y vive el Evangelio. Por tanto, cuando no existe alguna referencia hacia el núcleo familiar y su importancia como transmisora de valores éticos y morales, la sociedad se ve carente en la educación de los valores universales, así como de valores religiosos o formativos. De ahí que la familia cristiana tiene una gran responsabilidad con su misión: En una época de crisis de la vida familiar, como todos sabemos, nuestras comunidades cristianas están llamadas a ayudar a los esposos cristianos y a las familias a cumplir su misión en la vida de la Iglesia y de la sociedad (Papa Francisco).

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Daniel Alonso Durán González / Investigación y Desarrollo Estratégico-Académico

La fe que comunica y hace vigente la comunidad de bautizados depende de la labor y compromiso de la familia, por lo que, en el presente y en el futuro, la transmisión de la fe dependerá, en gran medida, de la responsabilidad obtenida por la familia misionera; porque es en ella donde se aprende a comunicarse con Dios y a decirle papá; a experimentar el perdón y la misericordia que solo vienen de Dios; a convivir desde las diferencias, sobre todo con los hermanos; a sentir el amor de Dios a través del amor que dan papá y mamá; a descubrir que hay más personas que comparten la misma fe; así como a desarrollar vínculos afectivos y de respeto hacia los semejantes y hacia la misma naturaleza. ¿Se imaginan, además, transmitir todas estas enseñanzas en familia, trabajando hombro con hombro? Sin duda, una excelente forma de trabajar para la propagación del Evangelio. ¡Hasta la próxima!

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¡Hola misioneros!

En esta ocasión les hablaremos de un hombre muy valiente; una gran persona que además de preocuparse por el bienestar espiritual de las personas, también se ocupó de que tuvieran una vida digna.

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Instituto de Coadjutoras del Apostolado Social (ICAS)

Luis Munive y Escobar nació el 21 de junio de 1920, en Santa Ana Chiautempan, Tlaxcala. Sus padres, don Cenobio Munive y doña Epifanía Escobar se dedicaban a las labores del campo y al comercio. Desde muy pequeño apoyó a sus padres distribuyendo leche y colaborando en diversas actividades.

A los once años de edad recibió el catecismo y ya comenzaba a dar muestras de una firme convicción de servir a Dios. A los quince años ingresó al seminario. El 25 de marzo de 1944, fue ordenado sacerdote; y el 12 de noviembre de 1959 fue consagrado Obispo.

A lo largo de su vida pastoral se preocupó por llevar el Evangelio a todos. También buscó los medios para que toda persona tuviera un desarrollo que le permitiera acceder a una mejor calidad de vida; propuso proyectos alternativos para mejorar la economía de los más humildes, impulsó los huertos familiares, contribuyó para difundir técnicas de avicultura, apicultura y porcicultura.

Su lema era: Amar y vivir para la Iglesia hasta morir por ella. Su gran amor por las misiones lo transmitió a toda la diócesis de Tlaxcala por medio de las Obras Pontificias en las parroquias y la concentización constante sobre la labor misionera. Para infundir ese espíritu misionero, que llevaba muy dentro de su corazón, fue directamente a misiones y viajó a Corea, África, Japón y la India.

Ese espíritu lo mantuvo siempre abierto a las necesidades de su Iglesia. Procuró fomentar la santidad en todos los miembros de su familia diocesana por medio de la Eucaristía, la Palabra de Dios y los Sacramentos.

Por eso, sembradores, a ejemplo de Monseñor Luis Munive y Escobar, amemos a la Iglesia y llevemos la Palabra a cada rincón con nuestras acciones y preocupándonos por el bienestar de nuestros hermanos.

Buscó que entre los más humildes se promovieran prácticas de higiene y buena salud. Además, con el objetivo de tener un mejor aprovechamiento de las tierras, impulsó la capacitación de los agricultores y la urbanización de las zonas rurales.

Una de sus principales características fue la constante cercanía a sus feligreses.

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Tino, un niño de 12 años es el mejor amigo de Andros, han estudiado juntos desde primer año de primaria y juntos van a la secundaria. Se acompañan todos los días por la mañana y regresan juntos a su casa, disfrutan del camino jugando con el balón de futbol soccer, ambos son apasionados por el futbol soccer, quieren ser futbolistas profesionales, entrenan por las tardes y se divierten como grandes amigos.

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Hna. Nancy Gabriela Vázquez / HMIG

Así pasaban los días, pero una mañana al estar en clase de educación física el maestro les dio la noticia de que ya tenía a los alumnos seleccionados para el equipo que representaría a la escuela, así que los dos, mirándose con emoción hicieron un gesto de aprobación, pero al leer el maestro la lista de los seleccionados Andros no estaba en ella, entonces se enojó mucho y en la hora del recreo evitó de muchas formas a su gran amigo. Al salir de clases, Tino estaba fuera del salón esperando que saliera su amigo para regresar a casa juntos como siempre, pero este salió sin dirigirle la palabra y lo mismo sucedió toda la semana.

Tino, trataba de acercarse sin lograr nada, su mamá lo observaba ya desde hace varios días, así que se sentó a su lado y preguntó qué le pasaba. Tino con lágrimas en los ojos le contó lo que estaba sucediendo con su amigo Andros. La mamá lo abrazó fuertemente y le dijo: Tino, los amigos no se rinden, así que continúa tratando de hablar con él, no lo presiones solo hazle saber que sigues siendo su amigo pase lo que pase.

En cambio, Andros seguía enojado y no estaba dispuesto a hablar más con su amigo.

Todos en casa y en la escuela se habían dado cuenta de que estos grandes amigos estaban enojados, entonces el maestro de educación física decidió hablar con Andros quien le manifestó su enojo y decisión de no hablar más con Tino, estaba tan molesto que no escuchaba, ni siquiera se daba cuenta de qué su amigo no tenía la culpa de no ser elegido. Así que el maestro le dijo: Amigo, cada oportunidad que desaprovechas para hablar con tu amigo

es como ir poniendo un ladrillo entre tú y él, cuando quieras hablar y reconciliarte con tu amigo el muro que se fue construyendo entre ustedes no te dejará hacerlo, la distancia entre ambos cada vez será más grande.

Al paso de un par de semanas Andros se dio cuenta de que no había sido elegido para el equipo de futbol soccer porque su familia se cambiaría de casa por causa del trabajo de su padre y él no lo sabía pero su maestro sí. Entonces quiso ir a hablar con su amigo, pero no encontraba la forma de acercarse, no sabía qué decirle, ya habían pasado muchos días, se sentía muy mal porque su amigo había sido amable, siempre atento y tratando de acercarse. Entonces respiró profundo y dijo, maestro puede ayudarme, ahora no sé cómo acercarme a mi amigo.

El maestro le respondió: Bien, empieza a quitar los ladrillos que colocaste y habla con él. No permitas que tú amistad con él se termine, han sido amigos desde hace muchos años y el muro será fácil destruirlo con una disculpa, con un perdón.

Andros, vio a su amigo afuera de su salón como todos los días, así que se acercó y Tino con una sonrisa le dijo: Vamos amigo te he estado esperando, Andros lo siguió y antes de despedirse para ir a su casa le dijo: Tino, perdóname estaba enojado, sentí envidia, yo quería estar en el equipo, pero he aprendido que nuestra amistad es muy valiosa y no quiero perderla, me voy a cambiar de casa, pero seguiremos siendo amigos siempre, ningún muro me lo impedirá.

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¡Sembradores! Qué mejor ejemplo de familia misionera que la Santísima Virgen María y sus papás: Joaquín y Ana.

Cada 26 de julio se celebra en la Iglesia Católica la fiesta de los padres de la Santísima Virgen María y abuelos de Jesús, San Joaquín y Santa Ana. Ambos santos, llamados patronos de los abuelos, fueron personas de profunda fe y confianza en Dios; y los encargados de educar en el camino de la fe a su hija María, alimentando en ella el amor hacia el Creador y preparándola para su misión.

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Instrucciones: Colorea la imagen de la Virgen con sus papรกs.

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El próximo 19 de agosto celebramos la Jornada de las Vocaciones Nativas, una excelente oportunidad para apoyar a las vocaciones sacerdotales y religiosas surgidas en tierras de misión.

Recuerda que ese día tu sacrificio, oración, testimonio y ayuda económica son importantes.

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ยกTodos estamos llamados a la santidad! Encuentra las palabras de los distintos estados de vida y acciones que nos llevan a agrad ar a Dios.

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¿Alguna vez han tenido un día en donde todo les sale mal? Para Alexander todos los días son terribles y nada le puede salir como él desea. Sin embargo, el día de su cumpleaños pide un deseo muy particular, que todo le salga mal a su familia perfecta a quien, a diferencia de él, todo le sale bien. Y es así como su familia comienza a tener un día horrible: su hermano termina con su novia, su hermana actriz se enferma, su madre tiene un problema en el trabajo y su padre y hermano bebé terminan en una entrevista de trabajo juntos.

A pesar de todas las cosas que salen contrarias para todos, es un día en el que se dan cuenta que las adversidades de la vida se deben enfrentar como una familia unida y juntos logran salir adelante y pasar un día lleno de diversión, aprendizaje y sobre todo amor.

También Alexander aprende que, aunque las cosas parezcan difíciles siempre tendrá el apoyo de su familia y que, al final del día, no todo está tan mal.

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Blanca Elena García Gamboa

Sí, bueno, para los adolescentes todo es el fin del mundo y sus padres siempre están en contra de ellos y los padres piensan sólo en lo mejor para ellos, pero no saben cómo explicarles sin imponer.

Anna Coleman es una chica de preparatoria a quien le encanta la música y Jake, un chico más grande que estudia en la misma escuela. Tess Coleman, mamá de Anna, es una psicóloga muy importante y profesional quien se encuentra a punto de casarse con Ryan, un hombre bueno y responsable.

Después de una fuerte discusión entre madre e hija, terminan en el cuerpo de la otra, justo un día antes de la boda y es cuando la diversión comienza para las dos. A lo largo del día van descubriendo lo difícil de la vida tanto en la escuela como en el trabajo, y también se dan cuenta que ambas se han juzgado mal. Entienden que deben apoyarse, entenderse mutuamente y sobre todo escucharse; también se dan cuenta que siempre se tendrán una a la otra, sin importar las circunstancias de la vida y que lo más importante es la familia.

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Diana Monroy Rodríguez / OMPE México

¡Saludos pequeños sembradores! ¿Recuerdan que en el número anterior hablamos sobre la gran variedad de especies que existen en nuestro planeta? También comentamos que, tristemente, muchas de estas especies están en riesgo de desaparecer. Una de estas especies es el Ambystoma mexicanun, mejor conocido como ajolote. ¿Habían escuchado hablar de este animalito? ¿Ya lo conocían?

Esta simpática criatura, de pequeños ojos y expresión sonriente, es endémica de nuestro país, es decir que no se puede encontrar de forma natural en ninguna otra parte del mundo, y de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, se encuentra en peligro crítico de extinción.

A simple vista parece un enorme renacuajo; sin embargo, el ajolote, es como una salamandra alargada de tronco compacto, cabeza grande y ojos pequeños, sin parpados. Su boca, aunque no lo parezca es de gran tamaño y con unos dientes pequeñitos; su lengua es como la de las ranas y respira con unas branquias que parecen ramitas que salen de su cuello. Es capaz de regenerar algunas partes de su cuerpo en caso de pérdida.

El ajolote es un anfibio, y he aquí una de sus características más interesantes. Los anfibios se distinguen por sufrir una transformación drástica durante su desarrollo, al cual se le conoce como metamorfosis. El ajolote no pasa por esta metamorfosis, al contrario, se queda en su etapa larvaria, como si fuese un bebé, podríamos decir que es eternamente joven, a menos durante los 15 años, en promedio, que vive en su entorno natural.

Pese a que pueden poner entre 100 y 300 huevecillos, están a punto de desaparecer de su entorno natural.

Debido a la desaparición de los lagos del Valle de México, hoy en día solo es posible encontrarlos en los canales de Xochimilco y, si no se toman las medidas de protección adecuadas, para el 2020 o 2025 podrían desaparecer de su ecosistema. La razones son su venta ilegal, pues su carne se considera medicinal, la contaminación y disminución de los canales de Xochimilco y el crecimiento de la ciudad.

Recordemos que cada ser vivo es importante y que Dios nos dio este bello planeta para cuidarlo.

Y no olvidemos que las pequeñas acciones hacen la diferencia

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