MENUDA HISTORIA

De niña salía a pedir con las huchas del DOMUND. Era un reto ver quién la llenaba más para ayudar a la gente que estaba lejos. Y fijaos, ahora me veo en el póster del Domund 2020. Lo mejor de la misión:Hay una fuerza en lo que hago, que no viene de mí, sino que es de Dios. Noto que es Él quien usa mi boca para hablar, mis pies para caminar, mis manos para dar... El saludo angolano: Bom dia. ¿walale?, que significa: “Buenos días, ¿cómo has pasado la noche?”.

De la mano de la hermana

Misionera Hija de la Virgen de los Dolores

Os recibo muy feliz en este bonito país. Habéis llegado a la ciudad de Boccoio donde las misioneras tenemos una casa en la que acogemos a 50 niñas. Vienen de las montañas y sus familias confían en nosotras para cuidarlas y que puedan ir al colegio, alimentarse bien... Es increíble ver cómo estas niñas aprovechan el tiempo que pasan aquí para ayudar luego a sus familias. Fijaos, os han preparado un baile para daros la bienvenida. Así me recibieron también a mí cuando llegué hace 26 años. Os he de confesar que al principio lo pasé muy mal. Angola estaba desolada por la guerra que habían vivido, la estructura de nuestra casa era muy precaria... Y yo tenía tanto miedo a todo, que por la noche soñaba que vivíamos en unas rocas del monte rodeadas de panteras, leones y tigres listos para atacarnos. No te pierdas Pero los malos sueños se desvanecieron en cuanto conocí a un vídeo que os envía Juana en PLAY GESTO YouTube.

El país de los dia man tes Angola es un lugar lleno de riquezas naturales como los diamantes. Sin em- bargo 7 de cada 10 habitantes vive en auténtica pobreza. En su “cueva del aliento del dragón” existe un misterioso lago subterráneo donde habita uno de los peces más raros del mundo, el siluro cavernícola dorado. Es un pez ciego que percibe el mundo por el tacto.

la gente. No tenían agua, ni luz, ni muchas otras cosas y, sin embargo, estaban llenos de Vida. Rezaban con tanta alegría; ofrecían con tanto cariño lo poco que tenían... Que los miedos se me fueron y me adapté. Se hace de noche. Venid, vamos al hospital de la ciudad. La gente que veréis en la entrada, lleva todo el día esperando. Y es que el hospital es enorme pero no tiene electricidad ni medicinas. Fijaos, allí se ve a los médicos iluminándose con las linternas del móvil para cuidar de los enfermos. Las misioneras estamos intentando abrir un centro de salud para cuidar mejor a la gente. Ahora viajaremos a Benguela. Allí vivo junto a otras hermanas y jóvenes que se preparan para ser misioneras. Me dedico a dar catequesis y a estar cerca de todos en lo que necesiten porque conocer a Jesús les hace sentirse muy queridos. También trabajo en un centro de salud que tenemos aunque mi principal misión es llenarme cada día de Jesús porque cuando Él está en ti, lo das. Os voy a decir algo importante: por favor, no tengáis miedo a nada porque todo pasa, menos el Amor. Aquello que hagamos a otro con amor queda para siempre. Lo más bonito es vivir para dar y servir, no para tener ni mandar. Y ahora, me gustaría terminar la visita en el jardín: Laudato Si’ que han preparado los niños del barrio durante los meses de confinamiento. Eliminaron un basurero y lo han convertido en un bonito jardín que siguen cuidando. Yo aprovecho a darles clase de naturales y, juntos, aprendemos a reutilizar los desechos. La calle se ha transformado y todos vienen a visitar el jardín de los niños. ¿Qué os parece?

Sus casas. Muchos niños viven en los “becos”, barrios de calles estrechas y casas que solo tienen una habitación y no cuentan con agua ni luz. La cama es una esterilla para todos y el water, un agujero en el suelo que tapan con una madera. El peinado más popular entre las niñas son las trenzas con piezas de colores El agua suele estar sucia y provoca enfermedades en los niños. Además, al quedarse estancadas en la calle atraen al peligroso mosquito que provoca la malaria. En la escuela, les enseñan desde muy 6 hermanos Tener es lo más habitual. pequeños a lavarse bien las manos. “O longa”es la palabra con la que empiezan una conversación cuando reciben visita. Si llegas a un lugar, haréis “o longa”, es decir, os sentaréis y puede ir al colegio Solola mitad de los niños contarás todo lo que has hecho desde la última porque hay muchísimos vez que les viste, qué te ha pasado en el día... y no se abren suficientes colegios para todos.

Muchos niños de Angola se reunen cada semana a rezar por las misiones. Además anuncian el amor de Jesús a sus amigos, visitan a niños en hospitales y comparten todo con los niños que tienen aún menos que ellos.