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L I V I T A

Dr.CapitánEstulticia

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Olivitas

© Dr. Capitán Estulticia. Doctor en Pataphysica

BUNGALOU: Buenas noches, aquí estamos una madrugada más en el programa “De aquellas nueces, estas heces”, un programa solo para intelectuales profundos, luciérnagas azules y alfombras persas.

En la noche de hoy vamos a dedicar el programa entero a algo que nos inquieta, a algo que sucedió en el programa anterior. ¿Ven…ven… (señala el suelo)….ven esa pequeña mancha de aceite que hay en el suelo del plató? Pues es de un bocadillo de atún que se tomó Jardiel Poncela en el programa de la semana pasada. ¿Por qué será esta mancha de aceite?. ¿Qué le motivara? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Qué le hizo nacer?. Todas estas cuestiones se verán respondidas en profundidad por nuestros contertulios de hoy que a continuación les presento.

A mi derecha, Phileas Rotenpaker, filósofo cartesiano y escritor de quinielas. ¿Qué opina usted de esto?.

Phileas: La oliva es el bien de nuestro ayer, la esencia de todos nuestros ancestros, es ibéricamente inexpugnable, como fruto, es realmente audaz y reposado.

BUNGALOU: A mi izquierda, Julián Benítez, maestro y empresario olivarero de Úbeda (Jaén). ¿Qué opinión le merece a usted la manchita de aceite?

ESTULTICIA: Es usted una persona excelente, José Luis. Excelente, una persona excelente.

BUNGALOU: Bueno, bien, bien, suficiente. Y usted Sr. Rotenpaker….

Phileas: La oliva es fuente de toda bondad, créame. Una oliva bien vale un resopón. Y eso que Napoleón no tomaba olivas y créame, todo afecta. Y así quedó lo de Waterloo y aun le digo más. La Reina Victoria Eugenia de Inglaterra al montar a caballo se ponía unas olivitas en la montura y así hacia aceitito y con el aliñaba las ensaladas que tomaba con su amante, Abraham Lincoln.

BUNGALOU: Muy interesante…y usted que podría aportar como maestro aceitunero….Sr. Benítez….

ESTULTICIA: Es usted una persona excelente, de verdad, una persona excelente.

BUNGALOU: Bueno, muchas gracias, pero eso ya lo ha dicho antes….díganos, a ver….

ESTULTICIA: Mire, le explicare lo de Churchill… ¿sabía usted que era criador de olivas?

BUNGALOU: ¡Adelante! ¡Vaya, por fin se anima usted!…detállenos, detállenos….

ESTULTICIA: Pues sí. Además las criaba por el proceso de reversión. Criaba olivas reversivas.

BUNGALOU: Harto interesante, adelante con las olivas recesivas.

ESTULTICIA: Pues mire, Churchill iba a su huerto ubicado en una heredad situada al norte del Condado de Nortfolk y allí, en tardes apacibles, se colocaba en el centro del huerto y vertía una garrafa de 5 litros de aceite de oliva de Jaén sobre la tierra. Y de allí, meses más tarde crecían 3 olivos, por el proceso de recesión retroactiva que le confío Roostbell, también muy aficionado a la oliva. Y años más tarde, de esos 3 olivos obtenía los 5 litros de oliva que en su día vertió.

BUNGALOU: Muy interesante para la ciencia, aunque no parece muy rentable desde el punto de vista comercial, ¿no cree?.

ESTULTICIA: No crea. Los 5 litros de aceite de oliva que se obtenían eran mucho más doraditos y bonitos.

BUNGALOU: Siendo así, claro..¡qué gran provecho!, aunque mucho nos tememos que Churchill no alimentaba a su prole precisamente de sus experimentos agrícolas. Muy bien, queridos telespectadores, hasta aquí esta edición del programa “De aquellas veces, estas nueces”. No sin antes recomendarles una vez más que no lean y que consuman mucho aceite de churrería ambulante como hacen nuestros contertulios. ¡Hasta la próxima semana!.

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