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Algunos consejos para escribir cuentos
Cuando el príncipe contempló el rostro de su esposa, todo sucedió como el guardián había previsto. La hizo enviar tan lejos como pudo, y se inventó una trágica historia sobre la muerte de la princesa que le hizo aún más popular entre la gente.
Y así, desfigurada y libre, la joven del bello rostro pudo por fin ser feliz junto a aquel sencillo y leal soldado, el único que al verla no apartaba la mirada, pues a través de su rostro encontraba siempre el camino hacia su corazón.
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Lee cuentos con ojos de escritor: nada puede enseñar mejor como escribir cuentos, que leer buenos cuentos y no tan buenos (del error también se aprende mucho) Escoge autores que te agraden mucho tanto de la actualidad como los clásicos,( Edgar Allan Poe, Horacio Quiroga, Juan Rulfo, Ernest
Hemingway, Jorge Luis Borges, Mario Benedeti, Mario Vargas Llosa, Augusto
Monterroso, etc.) Al leer pon mucha atención a la forma en que los autores desarrollan sus personajes. Estudia los diálogos y la estructura de sus tramas. Escoge una buena trama o argumento: una buena historia depende de lo interesante que resulte lo que sucede en ella, de lo atractivo que sea el encadenamiento de eventos. Utiliza tu creatividad para imaginar situaciones, acciones y desenlaces que salgan de lo común, que mantengan el interés todo el tiempo y concluyan con un final especial. Crea personajes interesantes y conócelos bien: para que un cuento sea atractivo y espacial, sus personajes tiene que serlo. Crea personajes con personalidad, que tengan una forma de actuar, de pensar, de sentir propia.
Luego, cuando escribas el cuento, asegúrate que tus personajes actúen de acuerdo con la personalidad que les has dado. Por eso debes conocerlos, es decir, pensar de dónde vienen, sus motivaciones, sus miedos, sus gustos. No incluirás toda esta información en tu historia, pero cuanto mejor los tengas definidos, más coherente será tu cuento y resultará de interés para el lector. Usa las descripciones para transportar al lector: si ofreces suficientes
detalles sobre algunos ambientes y sobre algunas acciones de los personajes, podrás secuestrar al lector y transportarlo hacia el lugar de tu narración, sentirá que está ahí, viendo, oliendo, escuchando, sintiendo… lo que vas contando. No debes abusar de las descripciones, úsalas solo para resaltar lo que quieres resaltar, pues el texto podría volverse muy largo y perder el encanto del cuento. Define quien contará la historia: el tipo de narrador, existen dos puntos de vista básicos desde los que puedes contar una historia: primera persona (yo) y tercera persona (él o ella). En una historia contada en primera persona, el personaje principal es quien cuenta la historia: “Me subí al tejado y desde ahí observe lo que hacia mi vecino, tenía un cuchillo en la mano y …” En una historia narrada en tercera persona, se describe lo que pasó, pero lo hace un observador que no participa en la historia: “Juan se subió al tejado y desde ahí observo lo que hacía su vecino, tenía un cuchillo en la mano y…” Ten en cuenta que un narrador en primera persona solo puede decir lo que sabe. Esto se limita a lo que ha visto en persona o lo que oras personas le han dicho, en cambio , el narrador de una historia contada en tercera persona puede saberlo todo, explorar los pensamientos de cada personaje, sus temores, sus intenciones, frustraciones o también limitarse a lo que puede ser observado. Atrapa al lector desde el inicio: la primera página – algunos dirían la primera oración- de cualquier obra escrita debe atrapar al lector y dejarle con ganas de seguir leyendo, por esto debes escoger bien el título de tu cuento y elaborar con mucha dedicación el comienzo. Trata de que el inicio sea rápido porque en un cuento no se dispone de mucho espacio para contar la historia. No te entretengas con largas introducciones de tus personajes o descripciones innecesarias del escenario; ve directo al centro de la historia y muestra detalles acerca de los personajes cuando sea necesario, como si estuvieras mostrando las piezas de un rompecabezas, poco a poco. Pide opiniones: comparte tu cuento con dos o tres personas de tu confianza, para que lo revisen y te den sugerencias. Explícales que deseas una opinión sincera del texto. Facilítales una copia del cuento para que puedan escribir en ella. Considera todo lo que tus revisores te digan, incluido lo que no quieras escucha. Agradece a tus revisores y no discutas con ellos por sus críticas o sugerencias sobre tu texto. Al final, tú tendrás el poder de decidir si tomas en cuenta sus observaciones o no.
Aprende a escribir diálogos: utiliza el guion (-)
Para escribir diálogos se emplea el guion medio o raya larga y no el guion corto. Cuando el texto incluye pocos diálogos y muy cortos (la mayoría del texto es el narrador) se pueden utilizar comillas en lugar de un guion, sin embargo, por lo general se utiliza este signo de la siguiente forma:
Para indicar el inicio de lo que dice cada personaje. Se utiliza un renglón distinto para colocar lo que dice cada personaje diferente o después de lo que ha hablado otro. Observa:
- ¿Cómo estás Calixto? - Bien, querida Julia. ¿Y tú? - Contento de encontrarte, pero. ¿A dónde vas?, ¿Por qué arrastras esa maleta?
Para indicar algo que dice el narrador, si lo dice inmediatamente después de que ha hablado un personaje. Observa el siguiente ejemplo, e texto en negro es lo que dice el personaje y el texto en azul es lo que dice el narrador. -¿Cómo estas Calixto? – Dijo la muchacha mientras observaba la enorme carga que llevaba el campesino en su espalda- ¿Cómo te trata la vida?
Si el personaje vuelve a hablar, la intervención del narrador va entre guiones, uno al inicio y otro al final, como el ejemplo de arriba. Si después del comentario del narrador ya no vuelve a hablar el personaje, se termina con punto.
-Bien, querida Julia. ¿Y tú? –contestó el campesino sin poder disimular el brillo en sus ojos por verla aquella mañana.