Gran cierre de la temporada ¡Sí a los toros!

El Payo y Sergio Flores, oreja por coleta en Texcoco

NTR TOROS tuvo diversos matices en la plaza de toros Silverio Pérez en una salida a hombros que no llegó debido a las fallas con la espada.

T EXCOCO. El cierre de la temporada ¡Sí a los toros!

La tarde, sin duda, dejó ver el buen toreo y momentos que atraviesan los matadores de toros Octavio García El Payo y Sergio Flores, que cortaron oreja por coleta ante el encierro de Xajay que hoy se lidió.

Esta tarde sirvió también como un homenaje póstumo al político, presidente del partido Fuerza por México, Gerardo Islas, rindiéndose un minuto de silencio después del paseíllo, además de que los seis toros sirivieron también para recordarle.

Brindis al cielo Presidente, de 515 kilos, de Xajay, el abre plaza, tocando en suerte a Octavio García El Payo, quien toreó con cadencia por verónicas rematando con una pinturera media. Brindis al cielo en memoria del político mexicano Gerardo Islas.

El mando y poderío del queretano quedó de manifiesto en las primeras series, dejando series con mucha calidad, con trazo firme y de lucimiento, esto por el pitón derecho. Por el izquierdo, dejó instantes con valía aunque el toro tuvo menos calidad.

Regresó a la senda derechista y apostó de nueva cuenta por templar y mandar en una serie más con esa clase que le caracteriza. La faena caló en el tendido, con una afición, que reconoció lo hecho por el torero queretano, que tomó la espada de verdad, pinchando su faena. División de opiniones tras aviso.

Palmas a Flores Gran ahijado, de 500 kilos, de Xajay, segundo de la tarde primero que correspondió en su lote para Sergio Flores.

Toro suelto de salida al que con mucho mando bregó el tlaxcalteca para someterle y fijarlo. Un toro rajado, que siempre buscó las tablas, Flores, poderoso, y con entrega, pero ante un toro así, resultó imposible el lucimiento. Palmas tras aviso.

Diputado, de 490 kilos, tercero de la tarde, para Octavio García El Payo, que toreó de buena manera por verónicas en su saludo capotero. El diestro queretano volvió a encontrarse con un toro de francas embestidas al que toreó con profundidad. Los derechazos han sido de tersura, trazo muy largo, luciendo con los remates.

El toro tuvo buen ritmo y compás por este pitón y así lo llevó El Payo, muy despacio, sin prisas, con la clase que sus manos poseen. Por el izquierdo, también, la naturalidad de un toreo clásico que lleva la propia rubrica. Un público cautivo entregado al torero de un inspirado Payo. Mató al segundo viaje y cortó una oreja.

Series de buena manufactura Gerry, de 525 kilos, para Sergio Flores que inspirado toreó con el capote con buenos lances a la verónica. Chicuelinas en un vibrante quite que remató con una media.

La faena tuvo mucho contenido, pues el toro permitió a Sergio Flores realizar una buena faena, series de buena manufactura, con toques muy precisos y suavidad, la mano muy de largo, y ello le permitió que la afición se entregara.

Un molinete vibrante y lleno de emoción puso la faena en el punto de ebullición para dar paso a otra serie con entrega y lucimiento. La espada le privó del triunfo, aviso y palmas.

Poblano, de 500 kilos, quinto de la tarde, tercero para Octa- vio García El Payo, que tuvo un buen saludo capotero.

Construyó una faena donde la claridad de ideas fue el punto de partida, el toro que no se empleó con las banderillas llegaba a este punto de la faena con muy poco motor, deslucido, pero fue gracias al gran trabajo del torero que pudo pasarse al toro de pitón a rabo.

La siembra rindió frutos y consiguió momentos de mucho lucimiento, con esa entrega y disposición que le caracterizan. Al final, después de haber dado todo, el toro se fue apagando. Falló con la espada y escuchó un aviso.

Dedicado a Pedro Haces Buen amigo, de 480 kilos, sexto de la tarde, para Sergio Flores. Brindó su faena de muleta a Pedro Haces Lago. Un toro que no fue fácil, se defendía, exigiendo el sitio que Flores dio. Una faena con mucho poder, series de mando, por ambos pitones, disfrutando las series que cuajó por ambos pitones, dejando el lucimiento por el pitón izquierdo. Cortó una oreja.