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La responsabilidad social del sector agro en Sinaloa

El sector agro representa una parte muy importante para Sinaloa. Su aportación es multidimensional, ya que trae beneficios al sector económico y sobre todo al social.

Tiene una gran aportación al PIB del estado y representa una gran fuente de empleo directo e indirecto, y no solo para nuestro estado donde se genera una gran derrama económica, representa también una de las principales fuentes de empleabilidad para varios estados del sur.

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Al ser un atractivo centro de trabajo de miles de familias que provienen de otros estados principalmente de Oaxaca, Guerrero y Veracruz, se ha convertido en uno de los mejores estados para trabajar en el campo, sobre todo por las buenas condiciones que ofrecen a las familias que migran de dichos estados.

Los productores agrícolas de Sinaloa, se distinguen por ser una comunidad que respeta el medio ambiente, promueve el desarrollo de las personas y las comunidades. Se distinguen también por

La Rambla

JOSÉ ABRAHAM SANZ proporcionar beneficios de acuerdo a las leyes mexicanas y sobre todo a los convenios internacionales. También son pioneros en México en temas de responsabilidad social. La comunidad agrícola de la región, ha sido aliado de los Bancos de Alimentos de Sinaloa desde hace más de 26 años. Cada temporada donan miles de toneladas de hortaliza y grano a nuestras organizaciones, tanto en Culiacán, como en Mazatlán, Guamúchil y Mochis. A los trabajadores del campo, les ofrecen un empleo digno, con todas las prestaciones de ley, inclusive la mayoría de las agrícolas, 8 en estancias infantiles para el cuidado de los hijos de trabajadores del campo. Hay varias instituciones de asistencia privada, enfocadas a mejorar las condiciones de vida de todos los integrantes de las familias jornaleras. Se ofrecen, además, una vivienda digna con espacios habitacionales adecuados al número de integrantes de la familia, higiénicos, seguros, sin costo, dotados de servicios

Los golpes de un olímpico

Era un Culiacán muy diferente al que vivimos hoy.

Ya cobijado con la colcha de los capos ochenteros del narco, de marquises o de Crown Victoria, de torsales de oro, de corridos de Nicasio Quintero y botas y cinto piteado con camisa de crema de seda.

Pero también con pilares sólidos, verdaderos ídolos que movían multitudes a las televisores, como la Fernandomanía, en los Estados Unidos con la llegada del zurdo de Etchohuaquila, Fernando Valenzuela; el indio que conquistó el viejo mundo con chilenas y su show acrobático que le dio cinco Pichichis con goles en el futbol de España o el César el boxeo, tras la hazaña de ganarle la batalla al Azabache Martínez y el inicio su histórico 89-0 de récord invicto en lo profesional, Julio César Chávez.

Y de esos tres, por el origen complementario, porque nació en Ciudad Obregón, Sonora, el que más alcanzaba era Julio César Chávez. Como campeón mundial, era normal verlo pasear en su lamburgini amarillo por la ciudad, responder un saludo en la colonia Industrial Bravo saludarlo en las playas de Altata, comiendo mariscos en el negocio de su suegra, jalando la banda y repartiendo saludos y fotos a quien se acercara. Un campeón, una figura, al alcance de cualquier culichi, en un tiempo en el que el campeón gozaba de toda la carisma que él mismo había sembrado No había victoria que no se celebrara en Culiacán desde el mismo día los Sábados de Boxeo de Televisa, antes de los Pay Per View, de las exclusivas por canales de clave o pago por acceso al Internet. Pero Culiacán, con ese ídolo súbito, a la postre histórica, de alguna manera ya esta acostumbrado a tratar a sus héroes de la misma manera, precisamente por la humildad de sus antecesores.

La historia, con este contexto, toma relevancia por un personaje para muchos insignificante, pero para otros inolvidable.

Juan Valdez, el Lobo, o el Oso, era un joven como muchos en Culiacán, que llegó a aprovechar las oportunidades en Culiacán y se instaló en La Toma de Agua, un asentamiento en la colonia Gabriel Leyva, pegada a la Tierra Blanca al norte de Culiacán. Un asentamiento laberíntico, clase de cuarterías sin serlo, o más bien como vecindades, pero con terrenos amplios.

Juan creció en ese lugar, con características muy parecidas a los campeones, pero con condiciones muy diferentes.

Era alguien rebelde, agresivo, que era capaz de ir a los puños con el que sea, por más viejo y fortachón que estuviera.

Hasta que un día, la combinación del carisma y la humildad de los campeones se combinaron de tal manera, que los hizo llegar a frecuentar el lugar donde él creció.

La primera oportunidad se presentó en ese mismo lugar.

El campeón Julio César Chávez, y un nutrido grupo, como séquito que lo acompañaba, llegó al domicilio de una bella dama que empezaba a cortejar. Obviamente no llegaban con las manos vacías, y su presencia siempre fue festivo, con música de banda, hieleras llenas de cerveza y hasta perico para el que gustara. Obviamente con la venia de los señores del narco que gobernaban el terreno.

básicos como el acceso al agua potable, lavaderos, regaderas y sanitarios, cuidando siempre su privacidad.

También se les ofrece el transporte sin costo, tanto desde el lugar de origen, como para la movilidad interna, los trabajadores son transportados en condiciones higiénicas y seguras, con seguro de vida y gastos médicos a ocupantes en caso de siniestro. Se promueve, además, la integración y permanencia educativa en niveles básicos, a través de la construcción de aulas dentro de los mismos albergues o bien, transporte a las escuelas de la comunidad más cercana. También trabajan en coordinación con INEA para la formación de grupos de adultos mayores. La comunidad agrícola complementa todos estos beneficios con comedores colectivos, servicios médicos gratuitos y programas de salud, seguridad y protección civil. Todo esto en aras de mejorar la calidad de vida y la experiencia en sus centros de trabajo.

festividad de nuevo cubrió el lugar.

Juan, hasta apenado, se detuvo en su intención de incomodarlos, porque además hasta risa hubo.

Tuvo que retirarse con las burlas de algunos que le recordaban a cada rato sus palabras desafiantes para aquellos que lo miraban desde una banqueta en alto, construidas a propósito por la cercanías del Río Humaya y las posibilidades siempre reales de un desbordo en tiempo de lluvias.

Juan aguantó sus ganas y aguardó una oportunidad parecida por varios meses. Gracias a su familia, del otro apellido, supo de otra reunión del campeón, también con su séquito y música de banda, y atenciones para todos, pero al otro lado de la ciudad: la colonia Las Vegas.

Juan llegó, se tomó unas cervezas y aguardó el momento para acercarse. Su estrategia fue la misma, aprovechó un momento para ofenderse por un desdén para cantar un tiro derecho. Logró su cometido y terminó con su rival en dos golpes.

De nuevo el campeón y sus acompañantes se acercaron a ver qué pasaba, y se hallaron con lo mismo que en La Toma.

Juan, ya con la atención para sí, lanzó nuevamente el reto: quiero pegarme un tiro con el campeón. Con lo que Juan no contaba es que entre el séquito, estaba Genaro León, quien salió de entre la pequeña multitud.

“Este vato, cómo chinga, déjamelo a mí, Julio”, dijo. Juan se sorprendió cuando vio al ex campeón que ya conocía y aceptó.

La pelea fue muy desigual: jap, jap, jap jap, todos al ojo derecho, gancho abajo, al hígado, y cruzado de derecha a la mandíbula para que Juan se fuera a dormir.

Genaro, con los nudillos pelados, se los hidrató con un bote de cerveza recién salida de la hielera.

“Vámonos, ya no se levanta”, dijo.

El Diputado local, Ambrocio Chávez Chávez, reafirmó su apoyo al municipio de Mocorito y su Alcaldesa María Elizalde Ruelas, quien se unió a las filas del Movimiento Regeneración Nacional. El legislador, mencionó que, es bueno sumar a ciudadanos al proyecto de la Cuarta Transformación, porque de esta manera habrá mejor

NOROESTE/REDACCIÓN desarrollo para México, Sinaloa, y Mocorito, pueblo que abraza la historia de la región del Évora. El representante del Noveno Distrito Electoral en el Congreso del Estado, aprovechó para aclarar que las cuentas públicas que le reprobaron a Mocorito, no fue por desvíos de recursos y malos manejos financieros, sino por cuestiones técnicas del Congreso del Estado que no tienen que ver con la alcaldesa y su gobierno.

El “Zurdo” Ramírez, otrora campeón mundial y celebridad del cuadrilátero, había hecha suya la ciudad y también se le rendía pleitesía en la misma fila de alguna tortillería en la colonia

Morelos

O lo de Genaro León, el Tigre, ex estrella olímpica del boxeo mexicano, por su participación en Los Ángeles 84. Genaro León, además de ser campeón, era recordado por ser de los peleadores más feroces y haberse casado con una Miss en Francia.

Y Juan, como muchos que se acercaban al panal, además de consumir y embarcarse de la miel, tenía la esperanza de llamar la atención. Sabían, los que lo conocían, que era capaz de muchas cosas, y que era bueno para repartir chingazos. Por eso es que luego de unos botes de Modelo que aprovechó al primer desvalagado que le hizo jalón para hacer su show. Aprovechó una simple mirada de desdén de los visitantes, para hacerla de pedo y luego levantar los puños. Su rival no duró mucho, y de dos derechazos lo derribó sin ningún rasguño. El altercado hizo detener la música de banda y llamó la atención del séquito más cercano del campeón, que se acercó para ver qué pasaba. “Yo quiero pegarme un tiro con el campeón”, gritó. Todos se rieron, le dieron la espalda y la música y la

La fiesta siguió esa noche y alguien se acomidió para arrastrar a Juan al carro del grupo con los que había llegado.

Sus amigos en La Toma lo recibieron la mañana siguiente, cuando éste salió con el ojo morado y con sangre molida en el pómulo todavía inflamado.

¿Qué te pasó, Juan?, le preguntaron.

¿Como que qué?, respondió muy satisfecho.

“Genaro León, el ex campeón del mundo, me partió la madre”, dijo victorioso.

BELEM ANGULO

Para la reciente remodelación del despacho del Presidente Municipal de Culiacán Juan de Dios Gámez Mendívil, ubicado en el Palacio Municipal, se erogaron un millón 21 mil 628.81 pesos, de acuerdo a información del propio Gobierno de Culiacán. La remodelación de la oficina la realizó la empresa Vertika Arquitectura, según el contrato obtenido por Noroeste mediante solicitud de acceso a la información. El contrato fue adjudicado de manera directa y alcanzó la cifra antes mencionada contemplando impuestos, pues la obra ascendió a los 880 mil 714.49 pesos. El documento fue firmado por la titular de Obras Públicas del Ayuntamiento, Arlette Díaz León.

A la solicitud que señala ‘Solicito conocer cuánto se gastó en la remodelación del despacho de Presidencia en el Ayuntamiento de Culiacán (...)’, el Gobierno municipal respondió con la factura de la obra y el contrato de la misma.

La contratación de la obra habría sido autorizada por la Tesorera Municipal Laura Araceli Niebla Leal y el ex Secretario del Ayuntamiento Leobardo Gallardo Beltrán, según el contrato, sin embargo los funcionarios no firmaron el mismo de acuerdo a la copia que posee Noroeste.

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