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El Pepe Franco…
from MAZATLAN 070423
by Noroeste
Domingo de resurrección, cierre de la Semana Santa, considerada así, por una buena parte del mundo cristiano y dentro de su ciclo, se conmemora la última etapa de vida terrenal de Jesucristo, considerado en las escrituras sacras como el enviado del Creador. De acuerdo a los evangelios de Juan y de Lucas, el Domingo de Resurrección, Jesucristo vuelve a la vida, después de su dolorosa muerte física, para continuar con su misión de llevar la palabra de Dios y cultivar, entre los hombres, el amor al prójimo y la paz mundial.
Editorial
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Una fiesta en sana paz
Estamos en una de las épocas más esperadas sobre todo en el mundo occidental, en el mundo cristiano en particular, donde los escritos bíblicos y la tradición dictan que en estas fechas fue aprehendido, juzgado y murió en la cruz Jesús el hijo de Dios. Una tradición que se conmemora en todo el mundo católico principalmente y que es ocasión de festejos y aglomeraciones que nada tienen que ver con la tradición religiosa.
Estas vacaciones de Semana Santa son siempre motivo de satisfacción para quienes salen de la rutina de sus labores diarias y se alejan a disfrutar de los sitios de recreo que ofrece toda la geografía mexicana,
También es motivo de regocijo para los prestadores de servicios turísticos, que ven una oportunidad de incrementar sus ganancias ante la demanda registrada. Es motivo de prevención de las autoridades de seguridad y de rescate, por la cantidad de personas que se vuelcan a los sitios de paseo, principalmente las playas.
En Sinaloa, mientras la capital del estado muestra poco movimiento por la ausencia del ajetreo diario, porque muchos de sus habitantes salieron a las playas, ríos y poblados que Culiacán ofrece, Mazatlán, la joya turística del estado, se encuentra a lleno total, con las vicisitudes que esto conlleva.
Sería pertinente que, sin olvidar la esencia espiritual de esta temporada, los paseantes en cada sitio turístico obedezcan las indicaciones de las autoridades, con el fin de evitar accidentes o situaciones que pongan en peligro la integridad propia y la de otros.
Moderarse en el consumo de bebidas alcohólicas, no nadar en zonas peligrosas, cuidar de los menores y no manejar en estado inconveniente son las medidas más repetidas y conocidas por los paseantes, nada del otro mundo cuando de prevenir accidentes se trata.
La prevención es la clave para regresar al hogar con la sonrisa de una experiencia placentera y relajante, si va a festejar, llevemos la fiesta en paz, todos ganamos.
Sin ser un conocedor de la materia bíblica, me atrevo a especular que la resurrección de Jesucristo no es tanto su retorno a la vida, sino el comienzo de la predicación de sus principios que realizan sus fieles, considerados como mensajeros del nazareno, quienes, con fe admirable, se proponen conseguir los objetivos de gran calado del cristianismo, algo que hasta la fecha no se ha obtenido, y lo vemos, por ejemplo, en la desigualdad social, en el egoísmo reinante entre nosotros y los inacabables conflictos bélicos en el mundo. El gran recordatorio cristia- no inicia con el Domingo de Ramos, evocando la llegada de Jesús a Jerusalén, bajo el júbilo de sus seguidores que batían hojas de palma, dándole la bienvenida al profeta que consideraban como la esperanza de la construcción de una nueva sociedad; todo era alegría y felicidad, según se describe en los evangelios de Mateo y de Marcos. En cambio, el Domingo de Ramos de este año, para una familia y un nutrido grupo de mazatlecos no fue de celebración, sino de tristeza, ya que falleció uno de ellos. El estimado José Luis “Pepe” Franco. Pepe, maestro de varias generaciones universitarias que pasaron por las aulas de la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Sinaloa, y conocido ampliamente dentro del mundillo literario local, por su ocupación en el fomento de la lectura e indiscu- tiblemente, por su enorme talento como escritor, era todo un animal de la literatura, así se lo dije en alguna ocasión, lo cual le gustó, afortunadamente, pues de lo contrario, su respuesta hubiera sido con una buena dosis de su marcado acento sarcástico, otra de sus genialidades. A pesar del talento literario de Franco, ponderado por conocedores, su producción bibliográfica no fue abundante, en virtud de las circunstancias bajo las cuales fue modelando su vida, de alguna manera, llevada de forma desparpajada.
Socialmente, Pepe nos legó a una gran cantidad de nuevos lectores los que, a su vez, predican entre los suyos el amor a los libros, tal y como se los transmitió su apreciado maestro. A la par de ello, sembró en el puerto la semilla de las ferias de libros formales, obra que se vio realizada con la Feliart, sacada a puro corazón por el equipo
Ciza As De Cece A
Hasta donde tope
RODRÍGUEZ