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Contempla una “V
from CULIACÁN 280520
by Noroeste
ANA CRISTINA RUELAS Directora de la oficina regional de Article 19 para México y Centroamérica @anaruelas SinEmbargo.MX L a disputa por la palabra en un contexto de tonos contrapuestos ha potenciado la disonancia del entorno: la tensión entre las voces que asumen la política como dogma, las que ya no saben de dónde viene o cuál es la verdad y todas las que quieren hacerse escuchar.
La información se ha vuelto un bien codiciado al que ahora tiene acceso un sinnúmero de personas gracias a la era digital. Las tecnologías de la información nos han permitido identificarnos con las realidades de aquellos que se encuentran al otro lado de las fronteras. Nos hemos asumido como parte de una comunidad global que afronta batallas y amenazas similares. Hemos enfatizado con quienes no hablan nuestro idioma, pero que pueden expresar el dolor y el terror igual que nosotras y nosotros. Hemos atestiguado en tiempo real la atrocidad, la represión y la podredumbre de gobiernos corruptos e impunes que sólo piensan en sí mismos y no en su pueblo. Algunas personas hemos asumido que los gobiernos no cambian ni se transforman, las sociedades sí.
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Ese bien, que históricamente se había racionado y utilizado de manera discriminatoria en México, por el cual 47 periodistas fueron asesinados durante el sexenio de Enrique Peña Nieto y se gastaron más de 60 mil millones de pesos en publicidad oficial, nos otorgó el poder de exigir un cambio.
Pero en 2019, más que en ningún otro momento, la información siguió siendo el objeto de la guerra, el valor de la disputa. Este año, las prácticas para controlarla desde los polos o las élites se reflejaron en el incremento de las agresiones contra periodistas, con el mayor número en la historia, 609 en un año; en el discurso que estigmatiza y busca despojar a la prensa de sus lectores y sus audiencias; en las redes que vomitan el odio y la discriminación con desinformación hacia los más vulnerables o en las conferencias mañaneras que se han convertido en la palestra, el púlpito o la tribuna del gobernante en turno para corromper la agenda y fijar los términos del debate público.
Es cierto, hay más voces, pero no hay diálogo: hay disonancia. Las expresiones se repelen, chocan y se rechazan entre sí. Los pensamientos de unos y otros son incompatibles y existe una tensión constante entre las ideas, las creencias y las emociones. No hay lugar para el disenso, ni para la crítica.
La diferencia, en este sexenio, radica en que esto no sólo sucede entre el Gobierno y la ciudadanía, sino en la misma sociedad, que se confronta. Cada voz habla desde su propio mundo y se aparta, poco a poco, de los otros. Nos polarizamos, creyendo que los que nos escuchan son los que existen. Así, omitimos a aquellos a los que, decididamente, hemos dejado de escuchar.
Disonancia: voces en disputa, el informe anual que presentó la Oficina para México y Centroamérica de Article 19, busca reflejar la tensión entre las distintas voces y la imposibilidad de escuchar aquellas otras expresiones que siguen luchando por ser escuchadas. En sus páginas, buscamos dar cuenta de los efectos de la polarización del pensamiento y de la necesidad de observar las distintas aristas de una creencia.
También señalamos en este informe de 2019 lo que, en el marco del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha cambiado para bien o para mal. Además, descubrimos nuevas tendencias que marcan la diferencia con el sexenio anterior y reestablecen el panorama de la libertad de expresión y el derecho a la información, pues suponen nuevos análisis y aproximaciones. Finalmente, tocamos aquello que, a pesar del discurso, sigue igual y no parece que vaya a ser diferente.
Dentro del informe ponemos de relieve “lo bueno”, “lo malo” y “lo feo” de este 2019. Nos situamos el estado de la libertad de expresión a nivel mundial, con énfasis en la corrupción, la impunidad y la desigualdad mexicanas, que de no revertirse harán imposible cualquier transformación. Después hablamos sobre el periodismo que se encuentra entre la estigmatización y la desidia, ahí advertimos sobre la violencia contra la prensa, que lejos de abatirse, se intensifica y que, incluso, se normaliza. Además, damos cuenta de la eficacia del discurso presidencial para deslegitimar y nulificar al periodismo a través del estigma y de los efectos que sus palabras tienen en la violencia y la impunidad.
También advertimos sobre aquello que nos permite identificar el camino de los próximos cinco años: 1) El acceso a la información pública se ha centralizado en la Presidencia de la República y no ha mejorado, mantiene las tendencias del sexenio anterior. 2) La transparencia es selectiva y discriminatoria, los pobres siguen sin ser los primeros. 3) Las designaciones públicas siguen respondiendo a los deseos del partido en el poder y están lejos de garantizar autonomías y contrapesos. 4) Las conferencias mañaneras del Presidente son una forma de propaganda y de definir el terreno del debate público, no son un Disonancia: voces en disputa
La escuela de
mecanismo de información o de rendición de cuentas. 5) El reconocimiento de las atrocidades del pasado es algo importante, pero no es justicia completa ni absuelve al Estado de su deber de recordar. 6) La desinformación está haciendo de México un país intolerante a la diversidad y está generando efectos adversos en contra de las poblaciones más vulnerables, principalmente la migrante. 7) Las mujeres tomaron las calles porque nadie escuchó e hizo nada: ahora es tiempo de la desobediencia cívica.
En este informe además damos cuenta de la forma en que las redes sociales se convirtieron rápidamente en un pilar de comunicación del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, así como de las nuevas formas de censura que surgen en la era digital.
Article 19 es una organización internacional de derechos humanos plural y apartidista que busca que todas las personas en el mundo puedan buscar información y expresarse libremente. Reconocemos que es deber del Estado garantizar, proteger y promover los derechos humanos y, por esto, nuestro trabajo es exigir el cumplimiento de estas obligaciones. En ese sentido, y en un contexto en que el Gobierno mexicano ha sido incapaz de responder y garantizar un verdadero Estado de Derecho, el trabajo de Article 19 se centra en buscar los mecanismos idóneos para la defensa de ambos derechos, tanto en el ámbito legal como en el de la protección y promoción.
Article 19 reconoce que el Estado es el único encargado de garantizar la seguridad de las y los periodistas y de todos aquellos que ejercen la libertad de expresión e información. Por esto, el informe trae consigo la tercera edición de una agenda mínima que exigimos sea tomada en cuenta, pues sólo así estaremos hablando de la intención de avanzar hacia una verdadera democracia, hacia un verdadero Estado de libertades.
párvulos siniestros
TOMÁS CALVILLO UNNA
SinEmbargo.MX
La escuela de párvulos siniestros… así luce la clase política en México, dedicada hoy en día hacer cuentas del desastre traducido inevitablemente en estadísticas, que alguien tendrá que asumir. La narrativa es identificar y señalar a los responsables de los crueles daños; los bandos en pugna preparan ya los juicios sumarios del agravio hecho a la nación. Esta es la disputa ante la incapacidad de asumir una política común para fortalecer la República y darles confianza a sus habitantes, confianza en saberse acompañados.
Si tan solo hubiera un primer gesto de empatía y se guardara silencio, no más neoliberalismo, no más 4T; silencio para aproximarnos y reconocer la complejidad y el doloroso drama que nos circunda; silencio para aceptarnos como somos sin cargarle ya más la mano a nuestras vulnerabilidades y provocar así rencores y odios; silencio para recuperar nuestros nombres de pila y dejar de lado las caretas impuestas, los insultos y toda clase de descalificación. ¿Acaso no pueden ver, acaso no sienten, acaso prefieren seguir madreándose a la hora del recreo, reclamando la atención solo para sí mismos?
La emergencia que ya vivíamos desde hace años, por la violencia imparable de la complicidad entre la política y el crimen, se queda corta, muy corta, ante la hecatombe social que emerge.
Bájenle unas rayas a su ideología, bájenle a sus fobias, hagan del presente presente, de la real realidad su atmósfera; y escuchen ese latido interno, ese palpitar de la vida que advierte nuestra condición fundamental de seres humanos intentando entender y aprender a vivir mejor entre todos. ¿Es mucho pedir descargar el peso del pasado?, y ver el inmenso desafío del futuro que se vino encima y nos obliga a replantear nuestra propia condición mental, de comprensión y de capacidad de articularnos en una diversidad rica en su heterogeneidad y sus matices. ¿Es mucho pedir trabajar en equipo?, y multiplicar esa dinámica con liderazgos empáticos dispuestos a comprender las posibilidades del porvenir en medio de la tragedia.
Salgamos del salón de clase, de los apodos que entierran nuestros nombres; dejemos de castigar y pedir perdón, de amenazar e infundir miedo.
Las generaciones de la hipertecnología están construyendo los referentes culturales de la fragmentación de este cambio de era; y la velocidad con la que van y los talentos que se exigen son un reto para lograr que hagan tierra en la experiencia que les antecede, y ese enlace, ese eslabón, es el que está en juego a estas horas.
Si no callamos, si no apagamos el radio interno, y escuchamos lo que se está expresando, lo que vendrá será un gran corto circuito que impedirá pasar la estafeta y dar certeza de que existe un camino a seguir.
La responsabilidad, la nuestra, es abrir espacios, no cerrarlos.
Como una piedra rodante... ¡Feliz cumple, señor Dylan!
RODRÍGUEZ
El naufragio R O D O L F O D Í A Z FONSECA @rodolfodiazf rfonseca@noroeste.com ETHOS
El hundimiento del Titanic la noche del 14 de abril de 1912 es una historia que siempre ha impactado. De esta catástrofe se han publicado muchos filmes, pero en los últimos años se hizo más familiar gracias a la película dirigida por James Cameron en 1997, la cual fue protagonizada por Leonardo di Caprio y Kate Winslet, además de contar con un excelente tema musical de James Horner, interpretado por Céline Dion. Envuelta en una gran historia romántica, la película muestra el arrogante pensamiento de quienes fabricaron el buque creyéndolo indestructible, además de la estricta separación de las clases sociales en las diferentes áreas del barco y el reducido número de botes para rescatar a los pasajeros. Lógicamente, la prioridad en el salvamento se concedió a las mujeres y niños, pero los pasajeros de tercera categoría tuvieron menos oportunidad de acceder a cubierta por estar prácticamente encerrados, que las personas de un elevado nivel socioeconómico. Traemos esta historia a colación para establecer una especie de paráfrasis de lo que hoy acontece. A la selección mexicana de futbol se le conoce tradicionalmente como el “Tri” (tricolor), pero haciendo mofa de sus peores actuaciones en Copas del Mundo se le puso el mote de “Tritanic”. Extendiendo la comparación, todo México está sufriendo el embate de la pandemia del coronavirus, que golpea fuertemente en todos los órdenes y amenaza con producir un gran naufragio en los renglones laboral, económico y social, esperemos que no suceda lo mismo en el fraterno y moral. Muchos trabajadores perdieron sus empleos, innumerables negocios no volverán a abrir sus puertas y se avizoran miles de nuevos pobres. Como en el naufragio del Titanic, no todos tienen acceso a un bote de salvamento. ¿Me preocupo de los náufragos? ¿Colaboro en el rescate fraterno? del Tritanic
OBSERVATORIO ALEJANDRO SICAIROS alexsicairos@hotmail.com
Odios y plomo contra el periodismo
Persistir, respuesta a la intolerancia E l reto del periodismo en México es el de resistir. Siempre que ha mantenido firme y serena la ineludible postura crítica frente a todo tipo de poderes, la sociedad se lo ha reconocido una vez que cesan las ventoleras autoritarias o cuando las masas pasan de la adulación instintiva a la reflexión fundada. El halago que obnubila la razón no es tarea de la prensa; es labor de las oficinas de comunicación social, invariablemente colocadas bajo la lupa cívica.
Se va a cansar primero o se le terminará el sexenio al Presidente Andrés Manuel López Obrador en su habitual arremetida mañanera contra periodistas y medios, pero el aliento de la libertad de expresión permanecerá y el fortalecimiento a esta garantía constitucional sucederá incluso en la intolerancia y la colateral tentación por el elogio unánime. Conforme más se restringe el acceso a la versión alterna a la del poderoso, crece en igual proporción el derecho del pueblo a la información.
El martes, sólo para no variar, López Obrador siguió sumando ataques al periodismo como si le resultara insuficiente la agresión que enderezó el Estado vía Notimex contra Carmen Aristegui, que es la voz moderadora de la conciencia nacional. La cuota amloísta de paroxismo del 26 de mayo alcanzó otra vez a los diarios Reforma y El Universal que por publicar informes de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, que colocan a México como el País de mayor tasa de letalidad por coronavirus en América Latina, los acusó de amarillistas, insensatos y de pretender la prolongación de épocas de corrupción, injusticias y privilegios.
Eso es lo que tenemos y con ello ha de lidiar el periodismo. López Obrador persevera en atribuirse todo el mérito del cambio en México y dinamita los motores que impulsaron dicha transformación, implantando la hora cero de la historia a través de la conveniente amnesia para que la lucha individual, sectorial o colectiva sean quemadas en las hogueras del absolutismo. Borra de su recuento alegre a los 13 periodistas desde antes borrados por la intransigencia criminal en lo que va de la 4T.
Precisamente, la organización internacional Artículo 19 que empuja el respeto y robustecimiento de la libertad de expresión, objeta esa realidad que lejos de ser nueva es vieja y rancia en México y la retoma López Obrador de los peores tiempos del autoritarismo, reeditando la clásica corrupción, desigualdad e impunidad. El Presidente, destaca el informe de A19, “ha hecho de su palabra un instrumento y un arma de su gobierno”
Ello ocasiona, agrega el balance sobre el primer año del sexenio de AMLO, que el uso del espacio público y las conferencias de prensa mañaneras se utilicen para polarizar y anular a quienes el Mandatario considera que son sus enemigos. “Después de un año de gobierno, lo que queda claro es que aquellos actores de la sociedad, sean del sector que sean e incluso de cualquier clase social, que no toman una postura política a favor de lo que el presidente llama la Cuarta Transformación se convierten en adversarios. Con tal de ganar e imponer la narrativa en la opinión pública, ha llegado al punto de sacrificarlos”.
Es seguro que Artículo 19, al colocar la mirada revisora sobre la 4T, será agregada por López Obrador a la lista de enemigos. De manera similar a como pretendió deslegitimar el periodismo incisivo de Carmen Aristegui, u olvidando la tradición de contrapunteo a la narrativa gubernamental que la revista Proceso ha mantenido inalterada en fidelidad al espíritu indomable de Julio Scherer, o bien al decretar de un plumazo la ausencia de periodismo profesional en México arrastrando en tal tozudez hasta al diario La Jornada que históricamente se ha apegado en sus líneas editoriales a los propósitos de la izquierda hoy empoderada.
Resistir. Ponerles el pecho a los manotazos dictatoriales que se parecen, o son iguales, a los de Luis Echeverría Álvarez que acabó con los cuestionamientos al régimen en Excélsior, a los de José López Portillo y el intento de convertir la publicidad oficial en gigantesca mordaza nacional, a los de Miguel De la Madrid Hurtado que puso de moda que el Presidente en turno se manchara las manos con sangre de periodistas.
Resistir. Dejar que el tiempo finiquite las tentaciones por la alabanza al costo que sea y las proclividades por el silencio cómplice. El pasado da lecciones de que aguantar es la estrategia del periodismo mexicano, de la misma manera en que se apretó el cuerpo y se sostuvo la discrepancia con los monárquicos Vicente Fox y Martha Sahagún que buscaron el aplauso hasta la ignominia; Felipe Calderón y la prensa como trofeo de caza en la matanza sexenal. Cómo olvidar a Enrique Peña Nieto que con 47 periodistas asesinados y cuatro desaparecidos convirtió a México en la región del mundo más peligrosa para ejercer la libertad de expresión.
Pero el periodismo profesional y socialmente responsable es, siempre lo será, el sobreviviente inaudito de las coyunturas en las que tenaces tiranos ansían ciudadanía vendada con las también obstinadas mentiras del poder. Es decir, esto no comenzó ni acabará con el gobierno de López Obrador. No mientras las garantías constitucionales y derechos humanos continúen como resistencia frente a opresores rancios o modernos que solo reinan a su gusto con súbditos ciegos y mudos.
Reverso Desde su torre de marfil, Los regímenes lunáticos, Le apuntan con el fusil, A los críticos enfáticos.
Héroes para siempre
A raíz de que la presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Graciela Domínguez Nava, reconoció ayer “la importante y valiosa labor de todo el personal de salud que todos los días lucha y da la batalla para salvar la vida de los sinaloenses”, va desde aquí la iniciativa para que el recinto parlamentario aloje un memorial que homenajee a los héroes de la pandemia que perdieron la vida en cumplimiento del deber. Que sus nombres y ejemplos sigan vivos.