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Contribuciones y Desafíos de la Comunidad Latinx en Kalamazoo
from Ed. 562
La Salud Mental en la Comunidad Latinx: Perspectivas del Psicólogo Juan Carisalez
Por Kim Brixton - New/Nueva Opinión
Nota del editor: Este reportaje forma parte de la serie Contribuciones y Desafíos de la Comunidad Latinx en Kalamazoo de New/Nueva Opinión. Subvencionada por la Kalamazoo Community Foundation.
La salud mental es un tema que ha ganado relevancia en los últimos años, pero dentro de la comunidad latina en Estados Unidos, sigue siendo un desafío abordar este tema debido a diversos factores culturales, sociales y económicos.
Juan Carisalez, un psicólogo con raíces en la comunidad migrante de Michigan ha dedicado su carrera a enfrentar estos desafíos y a ofrecer un apoyo crucial a los latinos que enfrentan dificultades en el acceso y el uso de servicios de salud mental.
Orígenes y Motivación de Juan Carisalez
Juan Carisalez nació y creció en Lawton, Michigan, en una familia de trabajadores agrícolas migrantes que se asentaron en la región procedentes de Texas. Como el mayor de cuatro hijos, Juan asumió desde muy joven responsabilidades que iban más allá de lo habitual para un niño de su edad. Su familia trabajaba en los campos de Michigan recolectando frutas y verduras de temporada, lo que lo obligaba a participar en estas labores debido a la falta de opciones de cuidado infantil.
Desde temprana edad, Juan entendió el valor de la familia y la importancia de la solidaridad en tiempos difíciles. Pero también experimentó las complejidades de ser un niño que debía actuar como traductor e intermediario en situaciones críticas, como visitas al médico o reuniones con abogados, debido a la barrera del idioma que enfrentaban sus padres. Esta responsabilidad, aunque le permitió desarrollar una profunda conexión con su familia, también le hizo consciente de las presiones y ansiedades que los niños en situaciones similares pueden experimentar.
“Para los niños cuyos padres no hablan inglés, íbamos con ellos a las citas médicas o a ver a un abogado, o cualquier lugar donde necesitaran un traductor. Íbamos a la sala de emergencias”, recuerda Carisalez. Sin embargo, advierte que esta situación puede ser una espada de doble filo:
“Para los padres, esto les daba acceso a servicios que de otro modo no habrían podido utilizar, pero para los niños, estas responsabilidades pueden generar preocupaciones de salud mental, ya que a menudo se espera que manejen situaciones que no son apropiadas para su desarrollo”.
Este trasfondo, junto con su deseo innato de ayudar, lo llevó a decidir desde muy joven que quería trabajar en un campo que le permitiera asistir a los demás. Aunque inicialmente comenzó una carrera en finanzas tras graduarse de la escuela secundaria de Lawton en el año 2000, pronto se dio cuenta de que su verdadera vocación estaba en la psicología y la consejería. Después de un año en finanzas, volvió a la escuela para obtener una maestría en consejería y psicología en la Universidad de Western Michigan.
Carrera y Experiencia Profesional
Carisalez comenzó su carrera profesional en Summit Point, un centro de salud mental de urgencia en Battle Creek, donde trabajó en el equipo de crisis como enlace en la cárcel del condado de Calhoun y en el centro de detención de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ubicado en la misma instalación. En estos roles, se enfrentó a una amplia gama de diagnósticos de salud mental, desde trastornos de personalidad hasta depresión severa, ansiedad y esquizofrenia.
Este entorno, especialmente el trabajo con ICE, le brindó una perspectiva única sobre los desafíos que enfrentan los migrantes y refugiados. “Las personas que vi eran refugiados o solicitantes de asilo que venían de México o América Latina huyendo de la violencia, amenazas o turbulencias políticas”, explica Carisalez. “Vienen a Estados Unidos en busca de paz y para contribuir a la sociedad, pero en realidad son detenidos, interrogados y tratados como sospechosos”.
Este tipo de experiencias no solo afectan la salud mental de los migrantes, sino que también exacerban condiciones preexistentes como el trastorno de estrés postraumático (TEPT), agravando los sentimientos de inseguridad, riesgo e incertidumbre.
Hoy en día, Carisalez es terapeuta en Pine Rest Christian Mental Health Services en Kalamazoo, donde atiende principalmente a pacientes con seguro de salud privado, aunque también participa en programas que ofrecen asistencia financiera y sesiones gratuitas de consejería a empleados de ciertas compañías y organizaciones. Su trabajo abarca una amplia variedad de trastornos, incluyendo TDAH, depresión, ansiedad y trastornos de la personalidad, lo que le ha permitido desarrollar una comprensión integral de los desafíos de salud mental en diversas poblaciones.
Desafíos en la Comunidad Latina
Uno de los mayores obstáculos que Carisalez ha identificado en la comunidad latina es el estigma asociado a la salud mental. Muchas personas en esta comunidad perciben que la atención psicológica es solo para casos extremos, como si estuviera reservada para “los locos” o aquellos que necesitan ser “arreglados” porque están “rotos”. Esta percepción errónea puede ser extremadamente perjudicial, ya que lleva a muchos a ignorar o minimizar síntomas como la ansiedad, que,aunque parecen menores, pueden tener un impacto significativo en la vida diaria y el bienestar general. “Para los síntomas que tenemos en nuestra comunidad, como la ansiedad, existe la percepción de que es algo que se puede superar por sí solo”, comenta Carisalez. “Esto puede ser muy perjudicial para el éxito y el resultado del tratamiento”.
Carisalez enfatiza la importancia de la educación y la comprensión dentro de la comunidad latina sobre lo que realmente implica la atención de la salud mental. Explica que es fundamental desmitificar el proceso de recibir ayuda psicológica, especialmente en casos donde la falta de información ha llevado a experiencias negativas, como la prescripción excesiva de medicamentos o el miedo a ser internado en contra de la voluntad del paciente.
Otro aspecto que destaca es la creciente preocupación por la influencia de las redes sociales en la salud mental de los jóvenes latinos. La constante exposición a imágenes idealizadas en plataformas como Instagram puede llevar a comparaciones dañinas y a sentimientos de insuficiencia entre los jóvenes. Carisalez describe cómo los adolescentes pueden sentirse aislados o inferiores al compararse con la vida aparentemente perfecta de sus compañeros, lo que a menudo es solo una fachada. “Empiezan a compararse con vidas imaginadas y se sienten menos”, señala. Este fenómeno puede agravar problemas como la ansiedad y la depresión en una etapa de desarrollo crucial.
La Importancia de la Comunidad y el Apoyo Familiar
A pesar de estos desafíos, Carisalez también ve un gran potencial en la comunidad latina para mejorar la salud mental a través de un enfoque colectivo y familiar. En su experiencia, muchos miembros de la comunidad recurren a él de manera informal para pedir consejo o apoyo, lo que demuestra la confianza y el respeto que ha ganado a lo largo de los años. “Creo que esto sucede de manera orgánica”, dice Carisalez sobre la manera en que amigos y familiares le buscan para hablar sobre preocupaciones de salud mental. “No es un entorno profesional, sino más bien una ayuda a nivel de base”.
Este tipo de apoyo, aunque no sustituye la atención profesional, es un recurso valioso en una comunidad donde la desconfianza hacia el sistema de salud mental a veces es fuerte. Carisalez trabaja para conectar a las personas con los recursos adecuados, ya sea ayudando a los padres a entender los problemas académicos o emocionales de sus hijos, o desafiando las percepciones erróneas que tienen sobre la salud mental.