UN PAÍS SIN CERTEZA

La construcción industrializada tiene muchas cualidades que han modificado la forma de trabajar, y al mismo tiempo, la forma de entender la vida o el día a día para todos los que estamos en el rubro de la construcción.

Certeza en el costo, se sabe desde el momento en que se contrata la obra cuanto va a ser el costo final, y no hay sorpresas de ningún tipo. Calidad de la casa, ya que, al tener toda la información desde un comienzo, se puede definir el material con el cual va a ser construida en relación al lugar donde la edificación va a ser situada.

Esto es básico en la construcción, se firma en un contrato y se sabe en forma inmediata todo lo necesario, además, en caso de que alguien no cumpla con lo acordado la justicia ordinaria o mediación entre las partes se puede resolver el inconveniente ¿Por qué, si se ve tan simple, no tenemos esas mismas certezas en el día a día?

Nuevamente tenemos un proceso constitucional tras el rechazo a la primera propuesta presentada el año pasado, y según las encuestas también se va a rechazar. Un caso de secuestro en la región de O´Higgins paralizó al país y advirtió sobre la llegada de este tipo de delitos y en Santiago todos los días se viralizan escenas de violencia con armas de fue- go protagonizada por personas que, habitualmente, no están con residencia legal.

Otro detalle, hace poco se difundió por los medios de comunicación que el año 2024 se va a derogar el Crédito con aval del Estado (CAE) y la condonación de este. ¿Tendremos certeza del costo?

El déficit habitacional sigue estando en la palestra, y según informó la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) este aumentó un 13% y se necesitan un millón de nuevas viviendas para poder abordar el problema a nivel nacional. ¿Tendremos certezas de plazo para darle una solución digna a las personas que necesitan una vivienda?

No olvidemos que, según la Real Academia de la Lengua, la palabra certeza significa conocimiento seguro y claro de algo.

¿Tenemos certeza de un proyecto de país?